01/09/2017
Créditos al autor (a): NaruSannin
Pensamientos de Naruto:
¿Alguna vez se han sentido impotentes, inútiles, o que tal vez no pueden controlar en cierta medida su vida? Así me sentía yo cuando me impusieron cosas que realmente no quería y así fue que al final me impusieron una esposa a la que nunca le demostré estar interesado en ella y un par de hijos que no se si nacieron solo por el sexo que tuve con su madre o de un amor verdadero que quizás olvide. Lo que si se es que tengo tantas cosas que decirle a mi querido creador... Que no aguanto las ganas de verlo.
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Era una tranquila y cálida tarde de verano en Tokio, caminaba por las calles de esta gran urbe con pereza, no entendía por que las personas me miraban como asustadas, raro... Si esa es la palabra, ¡nunca habían visto a un personaje de manga y anime! Bueno continuando con mi relato, caminaba tranquilamente por las calles de Tokio, estaba buscando a alguien entre las decenas y decenas de personas que transitan esta gran ciudad día a día, el día anterior estaba en Konoha como Hokage y al despertar el día de hoy me encuentro en un callejón, sucio y lo más raro, en la vida real, si no en mi manga pues ya se dejo de publicar. Continúe mi trayecto hasta llegar a una librería, por casualidad mientras deambulaba por las calles mire un anuncio que ponía que hoy el ¡gran creador de Naruto! estaría dando autógrafos en la librería en donde estaba parado, con paso firme y airoso pase las puertas de cristal de manera directa e inmediata. Mire hacia delante, a un lado y al otro pero no mire nada más que una escandalosa fila de fans saliendo después de que les firmaran sus volúmenes de manga favorito, es cuando pensé que tal vez la sesión había terminado pero una mujer muy guapa se me acerco.
-Disculpe ¿que desea?- me pregunto amable la chica que se miraba era empleada del lugar.
-Nada... Solo busco a alguien- respondí sin interés y siguiendo en mi búsqueda con la vista.
-¿Y a quien busca si se puede saber?- me volvió a preguntar la muchacha.
-Bueno... Etto... Busco al mangaka creador de Naruto- respondí con nerviosismo.
La chica se me quedo viendo raro, por un momento creí que me había reconocido pero gracias a Kami no fue así, de una manera muy amigable la mujer me sonrió y comenzó a tomas aire para poder hablar.
-Masashi-sama está en una de las habitaciones del fondo-
Enserio, el sujeto no se me había escapado... Era mi día de suerte.
-Gracias señorita... No sabe si recibe visitas- pregunte cauto.
-Déjeme preguntar a los encargados del evento si Masashi-sama le puede recibir- respondió la chica con una sonrisa mientras se retiraba buscando a esos mentados encargados, yo por mi parte me puse a ver las estanterías con libros como distracción en lo que la chica esa volvía, después de un rato de eterna espera y aburrimiento la mujer castaña volvía hacia mí que estaba sentado en un sillón del lugar. Me levante y me guie a la chica.
-¿Y bien? ¿Si me puede recibir?- pregunte un poco desesperado por la espera.
-Primero debe darme su nombre, señor- me dijo aquella mujer, haciendo que me pusiera nervioso por algo tan fácil como dar mi nombre.
-¿Mi... Nombre?- estaba nervioso, en esos momentos no tenia cabeza para pensar en un nombre inventado. Soy un desastre
-Sí señor, su nombre... ¿Como se llama?-
-Me llamo... "piensa en algo, maldita sea" Me... Me... ¡Menma!- fue lo primer que se me vino la cabeza en ese momento.
-¿A dicho Menma?- no me digan que la regué.
-S-siii...- respondí nervioso por la forma en que me miraba esa mujer.
-¡Kyaaaaa...! Se llama igual que la versión mala de Naruto en la película "El camino ninja..." No sabe lo bello que se me hizo esa película, la parte cuando Naruto llega a salvar a Sakura... ¡OOOOH! no sabe que emoción, y luego los Akatsuki llegan para ayudar a Naruto y después como pelea este contra su yo malo, por Saku... ¡Kyaaaaa! que emoción... Pero mi parte favorita sin duda, es cuando Naruto atrapa entre sus brazos a Sakura que estaba cayendo... Se notaba el amor que se tenían... - bla bla bla, la mujer se volvió loca no sabía de qué maldita película me estaba hablado solo escuche las partes en las que me nombraba a mí y a Sakura-chan.
-Lástima que Masashi-sama no allá hecho que esos dos quedaran juntos... Eran tal para cual, Naruto siempre amo a Sakurita y esta de tonta se queda con el Uchiha que ni si quiera la ama y Naruto fuuu... Fingiendo de lo lindo junto a su "hime", fingiendo ser feliz, cosa que se nota a leguas no lo es. Esa chica sumisa y tonta obsesiva... Mejor me calmo por que después no quiero arrepentirme de lo que mi boca diga-
Estaba atónito, no podía articular palabra alguna una sensación de vacío que me golpeo seguida de una de impotencia, coraje, rabia, ira, rencor... No sabía qué hacer o decir, esa chica estaba diciendo justo lo que mi corazón me decía, en mi cabeza se reproducían las palabras de esta "fingiendo ser feliz" "fingiendo ser feliz", una y otra vez las escuchaba. Hasta que lentamente fue volviendo a recobrar la cordura que comenzaba a perder.
-Muy bien tiene 5 minutos, Masashi-sama le recibirá encantado... Siga recto por aquí después gire a la derecha y suba por unas escaleras una vez en el segundo piso toque la tercer puerta a la derecha hay encontrara a Masashi-sama- dijo la mujer alejándose.
No sabía cómo iba a reaccionar mi "padre" al ver a su tan "querido" hijo, es decir, yo. Sin dudarlo mas comencé a caminar hacia las escaleras que estaban en frente de mi, una vez subir estas me tope con otras que estaban justo a la derecha tal y como me había indicado esa chica de antes, al terminar de subir hasta el segundo piso pude ver un pasillo largo con varias puertas en cada lado de este, con lentitud camine hasta la tercer puerta a la derecha del pasillo y con nerviosismo y un poco de miedo toque la puerta. Nadie me respondía, me comenzaba a impacientar pero fue cuando escuche como la cerradura de la puerta se habría para posteriormente observar como esta misma se comenzaba a separar de la pared indicando que se estaba abriendo.
-Buenas tardes, sea rápido tengo una reunión con TV Tokyo en una hora- respondió un hombre mediano de pelo escuro y peinado relamido, pareciese que un perro o una vaca le había dado un lengüetazo jajaja.
-"Así que él es mi padre, como así decirlo"- pensé sin quitarle mi vista de encima.
Masashi voltio a verme y se quedo un poco confundido sobre mi vestimenta, con el ya no hacía falta fingir pero aun así antes de que dirigiese algo el comenzó a aplaudir sacándome de mi serenidad.
-*aplauso*-Vaya, un gran cosplay de Naruto Hokage, tienes talento hijo incluso tu rostro se asemeja mucho al del Naruto verdadero, te felicito-
Me quede de piedra pensaba que yo era un hombre con un disfraz de mi mismo, esto tenía que ser una jodida broma ¿verdad?. Lo que pensase se lo tenía que aclarar pero ya.
-Vera yo no soy un hombre disfrazado- dije con una voz seria que hizo exaltar un poco al hombre que se encontraba en frente de mi.
-¿No me digas que esta es tu ropa real? Es bueno ver que eres fan de mi manga "Naruto" pero creo que esto ya es otro nivel de fanatismo- Masashi me dijo retirando su mirada de mi, mientras yo no sabía cómo decirle que era yo su "manga Naruto".
-Se equivoca, yo... Yo...- No sabía que decir fue cuando mire que el hombre tomo un pequeño portafolios con una de su mano y se comenzó a encaminar a la puerta que estaba justo detrás de mí.
-Bueno creo que ya he visto demasiado, buena tarde tengas- el mangaka tomo le pomo de la puerta para abrirla pero yo detuve esta para que no pudiese salir cosa que provoco que mi "padre" se sorprendiera.
-Lo siento que pero, no permitiré que te vayas hasta que me escuches- respondí con molestia viendo la indiferencia de aquel hombre que me continuaba mirando confundido.
-¿Quieres que llame a los guardias? Soy algún importante en el mundo del manga, no te aconsejo que me provoques-
-No me importa que seas el mismísimo Kami-sama, para mí solo eres un mangaka que vendió su manga al fanservice- mi respuesta sorprendió aun mas a Masashi que no retiraba su mano del pomo de aquella puerta.
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo te atreves a decirme eso?!- el hombre respondió un poco alterado retirándose un poco de mi -AH ya sé, lo que pasa es que tu eres uno de esos fans que no aprueban el final de mi manga, solo porque al final no deje a Naruto con Sakura ¡no seas tan infantil!-
En ese momento, al escuchar esas últimas palabras "no seas tan infantil" me decidí, tome valor y le mire a la cara con mis característicos ojos rojos al dominar el chakra de Kurama, cosa que sorprendió mucho al hombre que no entendía lo que pasaba.
-¡¿Qué?! Es... Es... ¡Es imposible! ¿Cuándo te cambio el color de los ojos?- mi creador pregunto anonadado al ver que mis ojos se tornaron azules al rojo de la sangre.
-No te debería sorprender Masashi, al fin de cuentas soy una creación tuya- respondí con prepotencia cosa que aumento la sorpresa de mi "padre" al ver a su creación viva, en el mundo real.
-Na... Naruto... Tu... ¡Tu eres el verdadero... Naruto!- no podía articular palabra alguna, tenía su mente en blanco cosa que hizo que tomara un poco más de confianza en mí mismo.
-...- solo me limite a sonreír y asentir a la afirmación que el hombre peli negro había hecho, el cual dio varios pasos hacia atrás mientras pequeñas gotas de sudor se hacían presentes en su frente por la conmoción que en esos momentos sentía.
-¡¡Es imposible!! ¡¡¡Tú eres irreal!!! ¡¡¡SEGURIDAD!!!- Masashi grito, haciendo que acto seguido comenzara a escuchar a los guardias dirigirse hacia la habitación en donde estábamos -¡Esto es un sueño, tiene que serlo! ¡Despierta! ¡Despierta!- el hombre se daba pequeñas cachetadas en el rostro intentando despertar de lo que él decía era un sueño, pero no lo era, era algo tan real como el miedo que podía sentir en esos momentos.
Los guardias llegaron a la puerta de la habitación pero al intentar haberla, se toparon con algo más que la puerta.
-¡Estilo de tierra: muro de roca!- pose mis manos enfrente de la puerta en la cual se formo un pequeño pero duro y resistente muro de rocas que impedía que los guardias de afuera entraran. Masashi por su parte cayó al suelo sobre su trasero al ver el jutsu que acababa de hacer, con esto no había duda de que yo si era real.
-¡¿Eres real?!- Masashi pregunto incrédulo al ver lo que acababa de hacer.
-Solo viene para decirte algo- mirándole a los ojos dije aquellas palabras.
-¿Que, qué cosa?- el hombre que me miraba a los ojos sin ceder su mirada pregunto.
-¿Acaso crees que yo no tengo sentimientos? ¿Crees que me es divertido saber que soy infeliz y que mi propio creador, mi padre me acarreo a esto?- pregunte conteniendo mi ira, mientras acallaba lo que más podía mis gritos.
-¿Es sobre el final del manga?- Masashi volvió a preguntar levantándose del piso y mirándome expectante.
-No solo es sobre eso, sobre ¡MI VIDA, MI VI-DA!- comencé a derramar un poco de lagrimas al decir aquello, de verdad me dolía ver que no le importaba en lo más absoluto a mi propio creador, que aun que fuese ficticio el mismo me había dotado de una personalidad y sentimientos los cuales cambio cuando menos me di cuenta y solo para satisfacer a unos cuantos, eso era injusto, era por lo que lo quería ver y gritarle en la cara.
-Tu vida es el culmen de tu sueño, es decir, el ser Hokage-
-¡Pero no como yo quería! Es tan difícil comprender que yo no soy el que esta dibujado en esos últimos pedazos de papel del manga- mi frustración era tal que no sabía que más decir o por el contrario callar, solo callar.
Masashi por su parte me miraba como continuaba conteniendo las lágrimas mientras fuera aun continuaban los guardias gritando para asegurarse que el mangaka estuviese bien.
-Bueno, la vida no siempre nos da lo que queremos, solo lo que deseamos- mi creador respondió un poco seguro cuando comenzó a perder el miedo que sentía.
-Siempre cuando te puedas llenar el bolsillo con ello ¿no?- dije mirándole con una clara molestia.
-Son negocios, solo eso, negocios, si tu quedabas con Sakura, el final del manga no se hubiese vendido y publicitado tan bien como lo hizo-
-¡El dinero te importa más que tu propia satisfacción como artista!- hable muy molesto por lo que me acababa de decir mi padre.
-Te equivocas, Naruto... De hecho- Masashi tomo su maletín y lo abrió cosa que me parecía curiosa, pues comenzó a buscar algo entre sus papeles, hasta que saco de este un tomo de manga, era una copia del manga 700 cuando mi historia había llegado a su fin.
-¿Qué es esto?- pregunte mirando lo obvio.
-Toma, míralo- respondió el hombre con una leve sonrisa.
Con cuidado tome el pequeño librillo para comenzarlo a ojear, fue cuando le lleve una gran sorpresa pues era el mismo final que yo había vivido, solo que en este estaba una gran diferencia.
En uno de los cuadros miraba al alguien conocido tapándose el rostro por acción del viento en contra de su cara, era una mujer de pelo rosa mientras miraba a alguien que jugaba cerca de ella, inconscientemente dije su nombre "Sakura-chan" me réferi a aquel dibujo en voz baja, en el cuadro siguiente pude ver a una niña pequeña rubia con los ojos verdes, era tan idéntica a mí y a Sakura-chan, acaso ella era...
-Si Naruto tu hija, la hija que tendrías con Sakura- Masashi me quito las palabras de la boca.
-Mi hija... ¡Nuestra hija Sakura-chan!- dije feliz al ver a tan bella niña -Kasumi- volví a decir mirando que en uno de los globos de dialogo Sakura-chan llamaba a nuestra hija.
Unas hojas antes a esto, me podía ver a mi mismo en la torre Hokage, todo estaba exactamente igual que el manga originalmente publicado hasta que en otro cuadro por debajo del mío a hora se miraba la academia ninja donde se encontraban todos los hijos de mis amigos, pero en el lugar de Boruto, no estaba este, en lugar de él había un niño igualmente rubio y con un curita en la nariz, aun lado se encontraban Sarada y otro chico al cual no reconocí de forma instantánea.
-¿El es también mi hijo?- pregunte inseguro señalando con el dedo al chico rubio con el curita en su nariz.
-Sí, el es tu hijo mayor- mi creador respondió sonriéndome -Su nombre es Shinachiku-
-¿Cómo es posible que tengas esta historia?- pregunte incrédulo al ver que mis sueños si se habían cumplido solo que a mí me había tocado vivir algo distinto.
-Este capítulo ya lo había dibujado y coloreado, pero justo cuando se los mostré a los creativos de la revista en donde estaba publicando tus capítulos me lo rechazaron, me dijeron que este no era el final que querían así que tuve que rehacer el final dando como resultado la historia que ya conoces-
Volvía a ver el manga que tenia entre mis manos, casi todo era igual al original solo que había cambiado varias cosas entre las cuales se encontraban las anteriores, fue hasta que llegue a las paginas finales en donde encontré una última imagen donde todos mis amigos y conocidos estaban sonrientes, como si estuvieran posando para una cámara, en el centro se encontraban Sakura-chan y mis dos nuevos hijos: Kasumi y Shinachiku sonrientes y radiantes, pero algo me pareció raro, pues a un lado de Sakura-chan no estaba nadie, es decir, había un espacio vacío a su lado.
-¿Por qué no me dibujaste en esta imagen?- pregunte curioso a mi creador que me miro esbozando una sonrisa.
Masashi miro el dibujo que le indicaba con uno de mis dedos después de unos pocos instantes callado volvio hablar.
-Mmm... Algo me decía que aun no debía dibujarte-
-Por...- no pude terminar la pregunta pues una extraña luz comenzó a rodearme, estaba nervioso y un poco asustado por lo que repentinamente comenzaba a pasarme.
El manga se me callo de las manos que también brillaba intensamente mientras la luz me cubría por completo con Masashi mirándome sonriente.
-Creo que ya es hora de que vuelvas Naruto... Se feliz, a hora si se feliz- fue lo último que escuche mientras me desvanecía del lugar.
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De repente volví a sentir la luz de sol golpearme en la cara, no entendía nada así que lo único a lo que opte fue a abrir los ojos de forma pausada, fue cuando una voz conocida me hablo haciendo que abriera los ojos de golpe.
-¿Naruto-san estas bien?- Sakura-chan me miro confundida mientras me tomaba de la mano, no entendía nada hasta que mire que detrás de ella se encontraban todos mis amigos en las mismas posees que tenían en aquel dibujo del manga aun lado de nosotros se encontraba Kakashi-sensei preparando lo que parecía era una cámara... ¿Acaso había entrado en el manga?
-Sí, estoy bien Sakura-chan- dije apenado mirando los bellos ojos verdes de mi amada peli rosa.
-Ok entonces vamos a sacarnos esta foto- Sakura-chan me arrastro hasta quedar en medio de los presentes que me sonreía contentos fue cuando note como dos niños estaban en frente de nosotros, eran mis hijos los mismos que había visto en los cuadros dibujados en las páginas de manga que había visto.
-¿Papá estas bien, te vez raro?- mi pequeña Kasumi pregunto mirándome girando su cuello hacia arriba.
-Si hija, si...-
Comencé a sonreír y a reír contento mientras los demás me miraron sin entender mi conducta hasta que de repente sentí un gran golpe en la cabeza cortesía de la mujer peli rosa que estaba a mi lado -!Baka cállate que no vez lo que estamos haciendo!-
-Perdóname Sakura-chan... ¡Dattebayo!- dije con una gran sonrisa y sobándome el punto de mi cabeza en donde Sakura-chan me había pegado, fue cuando Kakashi-sensei hablo.
-Listos, aquí va... Diga: ¡BAKA!- Kakashi-sensei grito mientras corría para salir en la foto, en eso todos sonreímos y miramos justo al lente de la cámara que solo emitió un pequeño *Flash* anunciando que la foto estaba lista.
-Naruto-baka ahora ya puedes hacer todo el alboroto que quieras- Sakura-chan me decía mientras me abrazaba, sinceramente no me pude contener y le di un beso en los labios el cual ella correspondió con afecto causando que todos los presentes nos miraran mientras reían.
-"No sé qué paso pero..."- pensé mientras me alejaba de los labios de Sakura-chan que me miro sonrojada -¡GRACIAS MI QUERIDO CREADOR!- grite feliz por ver que mi verdadero lugar ya estaba definido con Sakura-chan y nuestros hijos a mi lado.
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De nuevo en el mundo real, el muro de piedra que Naruto había creado se comenzó a desmoronar haciendo que los guardias por fin entraran al cuarto de Masashi Kishimoto que en esos momentos levantaba el manga que estaba tirado en el suelo.
-¿Se encuentra bien, Masashi-sama?-
-Si- fue lo único que respondió el mangaka observando la imagen de todas sus creaciones sonriendo, pero principalmente había visto la imagen de un Naruto sonriente abrazando a Sakura y posando una de sus manos en el cabello alborotado de su hijo Shinachiku.
-¿Dónde está ese tipo raro disfrazado de Naruto?- pregunto otro guardia mirando por la ventana en un afán de ver algo sospechoso.
-Se fue... Para ser feliz- Masashi dijo observando el pequeño librito que ya había cerrado y tenía entre sus manos mientras sonreía de forma sincera.
FIN