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TW: Leves descripciones de violencia.

***

Tienes que decir la verdad, eso fue lo primero que le dijo Sapo Peta cuando se volvieron a ver, Quackity escondido bajo la máscara luchando en vano por algo que le sabía injusto. Tal vez no podía decirle la verdad a los rebeldes, pero mientras más se enamoraba de Luzu y cada que este lo miraba como si fuera lo único en el mundo la idea de su traición le revolvía el estómago.

Le dijo que lo haría, pero tal vez lo pospuso un tiempo. Dos semanas, en realidad, mientras el alcalde se curaba y el pueblo buscaba la sangre del tirano. El pueblo estaba en ruinas, y aquello volvía la vista aterrorizante.

—Quiero ver a Staxx de nuevo —mencionó Luzu, sentado en el piso de la bodega a un lado de Willy.

Con ayuda de Sapo Peta y en medio de toda la destrucción, Quackity había encontrado a Willy. Fingió que era una milagrosa coincidencia y reunió al alcalde con su amigo. Esa compañía había aliviado infinitamente a Luzu y, por debajo de lo que se podía ver, había ayudado a que Quackity pudiera seguir con esa doble vida.

Willy suspiró sonoramente.

—Se suponía que iba a visitarlo esta semana —se lamentó en voz baja—. No sé qué tan sano pueda mantenerse hasta que todo esto termine.

Luzu cerró los ojos, como si no quisiera pensar en ello en absoluto. Extrañaba su libertad, pero no podía soltar la alcaldía por más que Quackity se lo suplicara.

—Pronto terminaremos con esto, estoy seguro —murmuró.

—¿Tienes un plan'

El alcalde levantó su mirada y asintió suavemente.

—Sí, supongo que sí —se encogió de hombros—, pero...cada día pienso más en renunciar. Cómo Quackity dijo.

Willy soltó una suave risa. Luzu, realmente confundido, solo ladeó su cabeza.

—¿Qué es gracioso?

—Nada, nada, solo... —negó con la cabeza—. Staxx y yo te rogamos que dejaras el puesto por años, y ahora, con Quackity aquí...

Luzu sonrió y bajó la cabeza con algo de vergüenza.

—Estás muy enamorado de él, ¿no es cierto? —preguntó sin un rastro de reproche en su voz. En su tono, había más que nada diversión.

Guardó silencio solo por un momento, pero eventualmente asintió.

—Creo que es muy obvio que lo estoy —volvió a cerrar sus ojos, una suave sonrisa posándose en sus labios—. De verdad lo estoy.

Willy cruzó los brazos y sonrió, mirando a su amigo casi con orgullo.

—Me alegra. Y siento que deberías escucharlo —sugirió finalmente—. No debes morir por esto, Luzu. El pueblo no debería tener la satisfacción de tener tu muerte.

Luzu asintió, sin embargo no dijo nada. No le encontraba sentido al hacer promesas vacías, aún si estaba casi seguro de que Quackity fácilmente lo podría hacer cambiar de opinión.

Quackity lo tenía envuelto alrededor de su dedo, y aquello ya no le parecía tan aterrorizante.

***

El dolor en sus articulaciones lo estaba matando, pues intentar zafarse de los ataques y defenderse como podía le estaba cobrando factura. Sapo Peta y él ya tenían un modo de protegerse mutuamente, sin embargo, Quackity seguía encontrándose en una desventaja impresionante.

A Sus Pies {Luckity}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora