²𝑪𝑶𝑵𝑭𝑼𝑺𝑬𝑫 | Krel Tarron

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Krel espera en el bosque, viendo hacia el cielo estrellado lleno de motas blancas para luego correr hacia su hermana. Han caminado por varios minutos mientras tratan de encontrar sin éxito la serreta de Aja.

Ni siquiera puede reclamarle o algo, el estuvo a punto de ser un tipo de papilla si Anne no hubiera actuado en consecuencia.

Esa es otra cosa que su mente parece no dejar; la magia que Anne había mostrado. Pequeña, casi tonta como si con suerte pusiera levantar pequeñas rocas y moverlas a voluntad. Aunque Krel veía esto más de una manera maravillosa y curiosa, nunca se hubiera imaginado que su amiga de la Tierra podría poseer tales habilidades.

Sus pensamientos son interrumpidos por un grito de frustración de Aja, y aunque ama a su hermana, tampoco puede decir que quiere ayudarla y meterse en líos solo porque ella fue la causante de su propia desgracia. Siente pisar algo blando, un olor fétido sale de él antes de que identifique que es, salta de horror mientras hace una mueca de asco.

Se queja, y antes de que pueda gritar más fuerte a la frustración de su propia desgracia, se escuchan sonidos que no deberían estar en un bosque en la noche, para luego identificar el sonido de voces humanas.

Rápidamente se dirigen al sonido de las voces, cuatro humanos en medio del bosque están ahí, como si hubieran salido de la completa nada. Porque Krel está seguro de que antes no estaban ahí.

Está el que les dijo que era un extraño tipo de duque junto con otro chico más alto, junto a una chica de cabello rojizo oscuro tirando a un castaño que se apoya en él. Y al final hay otra chica de cabello castaño con varios broches en el cabello.

—Encontramos la tumba de Merlín y a Merlín.— dice uno de ellos, caminando hacia lo que el supone, su hogar.

Y luego Aja le agarra el hombro mientras sacude el mismo, captando su atención al instante. El chico alto tiene un objeto que tiene un brillo azul como una... ¡Serreta!

Krel sonríe al encontrar finalmente el objeto que había hecho que salieran a hurtadillas. Aunque está claro que en ese momento no pueden recuperarlo, no tienen su transformación humana y son cuatro contra dos, y aunque ellos tienen más brazos, no esta del mejor humor para lastimar a humanos.

Cuesta un poco convencer a su hermana, de dejarlos en paz. Si aún no han muerto teniendo la serreta desde el tiempo que Aja la perdió, hay una posibilidad de que tampoco mueran en el siguiente lapso de tiempo.

Empiezan a caminar hacia la nave, Krel con el cansancio lamiendo sus huesos antes de sentir pisar algo blando y asqueroso. Al instante sabe que es.

—¡Popo de mapache! Te lo dije.— grita de frustración, sabe que están en un bosque, pero eso no quita que le parezca asqueroso caminar y tener excremento en sus pies a cada paso. —¡Está en todas partes!