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Era una nueva mañana en Arcadia, un nuevo día para tener una y mil aventuras que no podían realizarse debido a la escuela

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Era una nueva mañana en Arcadia, un nuevo día para tener una y mil aventuras que no podían realizarse debido a la escuela.

El tedioso despertador sonó, haciendo que Anne, que estaba en su cama, soñando que era la protagonista de un show, se despertó, con su cara somnolienta y dándole un golpe a el despertador, que inmediatamente dejo de reproducir aquel sonido. Tenía ojeras un poco profundas que se notaban en su piel, que usualmente no se molestaba en cubrir.

Estaba mintiendo si decía que quería pararse de una vez, lo que quería era en realidad dormir aunque sea cinco minutos más, solo eso. Aunque por supuesto no se podía. No solo el hecho de que pues, era su obligación asistir a; sino que también recibiría un regaño por parte de su abuela si eso seguía así.

Solo suspiro, caminando hacia el baño, para que después de hacer sus necesidades, se metiera en su ducha, colocando agua helada para al fin despertar. Gritando al repentino frío que sintió su cuerpo aún cálido recién salido de la cama, modifico la temperatura del agua para que sea aceptable antes de bañarse.

Poniéndose uno de sus atuendos que más se colocaba, un suéter con cuello y una falda, que debajo llevaba una simple blusa sin mangas. Sus zapatillas grisáceas, para al fin cepillarse un poco el pelo y bajar de su habitación.

Y como era de esperarse, sus padres no estaban, solo una nota reciclada, con la frase de "volvemos en la noche", siendo esto una mentira, no volviendo como lo prometían. Y entendía, de verdad lo hacía. Aunque a veces era frustrante.

— ¡Bizcocho, tu desayuno está listo! —gritó su abuela desde la cocina, poniendo un plato en su barra para colocar unos hot-cakes con mermelada de zarzamora. Un platillo absolutamente delicioso y pegajoso.

Torres no dudó ni un segundo, cuando ya estaba sentada frente a su barra, con la vista fija entre aquel desayuno tan apetitoso.

¡Que aproveché!

— Never eat your brain, i… —detuvó aquel canto que hacía para distraerse de camino a la escuela, dejando la bicicleta retenida para observar una casa que sinceramente no había visto antes, y eso que pasaba por ahí varias veces— ¿Hay nuevos residen...

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— Never eat your brain, i… —detuvó aquel canto que hacía para distraerse de camino a la escuela, dejando la bicicleta retenida para observar una casa que sinceramente no había visto antes, y eso que pasaba por ahí varias veces— ¿Hay nuevos residentes? ¿Cuándo llegaron? Estaba segura de que aquí no había nadie anteayer.

²𝑪𝑶𝑵𝑭𝑼𝑺𝑬𝑫 | Krel TarronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora