El olor del salmón ahumado llegó a sus fosas nasales haciéndole agua la boca, esperando pacientemente el alimento movía con ansias sus dedos entre la madera de caoba oscura que poseía la mesa en la que se encontraba sentado en aquella fresca mañana.
El aire recorría su piel expuesta junto a los largos y azabaches mechones de su cabello alborotado, su mirada oceánica se mantenía puesta en el cielo, apreciando las nubes opacas que adornaban el bello celeste y amenazaban con dejar caer una fuerte lluvia en cualquier momento dado. Entre sus manos reposaba una taza de té de manzanilla, el vapor mezclado al a penas notable aroma que brotaba de este era relajante, tanto así que le hacía olvidar la verdadera razón por la cual se encontraba en aquel pueblo de mala fe.
━━Aquí está su orden, Joven. ━una ancianita había hecho acto de aparición llamando su atención, la mujer que parecía de unos setenta a ochenta años de edad le había sonreído calmadamente mientras dejaba el plato con el salmón ahumado junto a algunas bolas de arroz que anteriormente había pedido.
━━Gracias. ━su tono había sido calmado pero a la vez serio y sin tacto alguno, su voz había salido bastante ronca gracias al mal uso que le daba a sus cuerdas vocales al no hablar mucho. Vio la mujer desaparecer de su campo de visión y suspiró profundamente antes de empezar a comer con rapidez para así poder darse aunque sea algunas vueltas por el pueblo para buscar información de lo que necesitaba.
Había sido guiado aquel pueblo por su cuervo, por lo poco que sabía, un demonio había estado secuestrando jovencitas de bello rostro y se las había estado llevando durante las noches donde la niebla era más espesa, que para ser exactos eran entre la media noche. Para su mala suerte tendría que pasar más tiempo en aquel lugar puesto que había llegado ayer pero no había encontrado más que dos simples demonios a los cuales había asesinado sin la necesidad de siquiera usar sus respiraciones, pero el demonio al que buscaba no daba señales de querer aparecer por ninguna circunstancia.
Termino su desayuno y con desgano se levantó dejando el dinero junto a un poco de propina antes de marcharse de la posada y comenzar a divagar entre las largas y pobladas calles de aquel pueblo. Su mirada viajaba de puesto en puesto, habían muchas tiendas tanto de ropa como de comida, había un herrero junto a una pequeña tienda de artesanía antigua, también juraba haber visto un prostíbulo cuando ingreso al pueblo la noche anterior.
━━¡Oh, lo siento! ━un niño de aproximadamente ocho años de edad había chocado con el mientras jugaba con sus amigos a la pelota, el pequeño se había disculpado pero aún así no se había apartado de su camino y simplemente se le había quedado mirando con curiosidad y se podría decir que hasta lo miraba con fascinación, como si el fuera la cosa más increíble del mundo. ━━¿Eres un cazador de demonio? ━sonrió el niño señalando su Nichirin y su uniforme mientras daba leves saltitos, causando que sus amigos que también se encontraban cerca, se acercarán.
Rodo los ojos y bufó disimuladamente, no había nada que odiara más que los niños, nunca le había gustado estar rodeado de mocosos que lo único que hacían era retrasar su labor como Cazador. Recordaba muchas veces en las cuales niños se habían metido en medio mientras batallaba contra algún demonio, odiaba con toda su alma eso puesto que había salido muy herido en muchas misiones arriesgando su propia vida para salvar la del mocoso entrometido.
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𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 ━━━━Kimetsu No Yaiba
Fanfic𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 Keisuke Tomioka tiene una pequeña obsesión con la muerte de la cual no puede escapar, mientras que Rengoku Kyojuro quiere y desea salvarle de ese vacío mundo en el que vive. ...