𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍
Keisuke Tomioka tiene
una pequeña obsesión
con la muerte de la cual
no puede escapar, mientras
que Rengoku Kyojuro quiere
y desea salvarle de ese vacío
mundo en el que vive.
...
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Soltó todo el aire que antes había acumulado en sus pulmones para recrear ese único y talvez último ataque en dirección a la luna inferior, usaría cada una de sus fuerzas y energías en esa postura y rogaba por salir victorioso a pesar de que su cuerpo no podría soportar un ataque como el que tenía pensado hacer.
Quería aprovechar al máximo el simple hecho de que el demonio estuviera distraído con el Kamado mayor, mientras que a él lo había dejado en el olvido tras ver como el peli Burdeos recreaba la respiración del dios del fuego y acababa con sus hilos en un dos por tres. Keisuke tenía que intentar acercarse lo más que pudiera, con las energías que tenía sólo podía hacer dos posturas más y si las fallaba sería el fin tanto para el como para los hermanos Kamado.
Suspiró cansado y corrió a gran velocidad al ver como Tanjiro se había acercado lo suficiente al demonio, el plan que tenía era simple; atacar al mismo tiempo que el peli Burdeos. Podría ser un ataque letal hasta para el mismo, pero valdría toda la maldita pena en esos momentos, sin importar el riesgo, sin importar si en esos momentos tendría que morir, lo haría sin miedo a nada de lo que el destino le tuviera guardado. Después de todo, a él nunca le importo nada de eso.
❝ Respiración de las Almas, Décima Postura; Inframundo ❞
Ambas respiraciones se habían mezclado al intentar cortar la cabeza del demonio, el choque entre ellas había sido tan fuerte que había enviado a ambos cazadores lejos gracias a las ondas creadas por la fuerza ejercidas justo cuando las Nichirin de ambos hicieron un contacto. Los cuerpos fueron enviados hacia el grueso tronco de un árbol, dando de lleno en este y causando gritos y quejidos de dolor por parte de ambos usuario, los cuales habían caído al suelo y se intentaban arrastras hacia la pequeña demonio que descansaba a unos cuantos metros de ellos.
Tanjiro parecía estar menos herido de lo que estaba el azabache, quien poseía heridas profundas en diferentes partes de su cuerpo junto a un par de costillas rotas a cada costado, parecía moribundo a pesar de si seguir consiente y aferrarse a la vida con todas su fuerzas.
No supo cuando pero después de algunos segundos había escuchado la voz del demonio al que pensaba que había matado segundos atrás, parecía seguir con vida pero el siquiera podía mantenerse consiente y por ello eligió la muerte en ese instante, sabía que Tanjiro peleaba por levantarse y dar batalla y se sintió patético al darse cuenta de él solo se había rendido y había aceptado la muerte sin importarle mucho lo que pudiera sucederle.
Figuro unos hilos rojos aparecer alrededor suyo y de Tanjiro, sabía perfectamente que aquello se trataba de la técnica de sangre del demonio y que no podía escapar por su cuenta aunque quisiese hacerlo. Simplemente cerró los ojos y espero el impacto que nunca llegó, supuso que había sido una muerte rápida y sin dolor pero tras escuchar cierta voz que reconoció casi al instante abrió sus ojos y aprecio todo a su alrededor.
Lo primero que vio fue aquella vacía mirada oceánica que el único sentimiento que expresaba era decepción hacia su persona, la mirada de su hermano estaba puesta sobre el por lo que supo de inmediato que estaba bastante decepcionado de el. Lo odiaba, odiaba aquella mirada llena de decepción cuando él se esforzaba por ser perfecto para que su hermano le tome en cuenta.
