𝘕𝘶𝘮𝘣𝘦𝘳 𝘧𝘪𝘷𝘦... 𝘊𝘶𝘵𝘦

Mi chica

—¡REMATA! —Me grita mi compañera.

—¡Voy! —Aviso llegando a la pelota.

Justo cuando le pegó y vuelvo a caer en el suelo siento como mi tobillo se dobla y caigo.

—¡Auch! —Me quejó agarrándome el pie.

—¡Por Dios Isabella! ¿Estas bien? —Me pregunta mí entrenadora entrando a la cancha.

—No. —Casi no podía hablar del dolor. —No no no, esto no me puede estar pasando a mi. —Me lamentó apoyando mi espalda en el suelo.

Jayla quien estaba jugando en el equipo contrario a mi, viene corriendo apenas me ve.

—Solo respira Bella. —Me dice agarrandome de la mano.

—Me duele demasiado Jay. —Me quejó.

—Lo se lo se. Caíste muy mal.

Uno de los partidos más importantes para clasificar en el mundial de voleibol y Justo me tiene que pasar esto a mi.

—Tienes que salir Bella. —Me informa mi entrenadora.

—¿Es muy grave? —Le preguntó.

Ella me  dedica una sonrisa triste y me ayuda a pararme.

Como duele pisar.

—¿Que hice? —Le preguntó a uno de los doctores cuando ya estoy sentada en el banquillo y el partido remoto otra vez.

—Cuando caíste pisaste mal y te doblaste el tobillo, puede ser que te lo hayas hecho un esguince. Dime, ¿te duele aquí?

Asentí con la cabeza, me dolía en todos lados.

Cuando miro para delante veo a Jaden y a Lorenzo mirándome muy serios.

Que graciosos se ven con esas caras.

—¡Auch! —Me quejó otra vez.

—Lo siento. —Se disculpa el doctor. —Pues tendremos que llevarte al hospital para hacerte una radiografía.

—¿Tiene que ser ahora? ¿No puedo terminar de ver el partido?

—Eso depende de ti. ¿Te duele mucho?

—Si, pero ya casi termina, puedo aguantar.

—No es lo que más le recomiendo, pero si es lo que desea no puedo hacer nada para impedírselo. —Me sonríe sentándose a mi lado.

...............

Narra Jaden.

—¿Que le pasó? —Pregunta Lorenzo cuando su hermana se acuesta en el piso.

Miro a Jayla en busca de alguna respuesta pero ella solo se alza de hombros y va hacia mi novia.

—¿La están sacando? —Pregunta Mike.

—¿No puede seguir? —Pregunta ahora Naya.

Cuando Lorenzo hace un amague de bajar las escaleras para dirigirse a ella Amara lo detiene por el brazo.

—No puedes entrar Loren, mejor espera a que los doctores terminen y ella te llame.

—No puedo dejarla ahí sola. —Lorenzo le frunce el ceño a Amara.

—Yo voy a ir, no me importa. —Digo parándome.

—Vamos. —Dice Lorenzo soltándose del agarre de la pelirroja.

—Ni crean que me voy a quedar acá sin hacer nada cuando mi mejor amiga puede estar muriendo. —Naya nos sigue.

—¿Y qué hay de mi? —Grita Mike pero todos lo ignoramos y seguimos nuestro camino.