Miedo

4.4K 281 6
                                    

Narra Lorenzo.

Todo pasó tan rápido.

Silbato.

Un grito.

La tribuna gritando.

Ambulancias.

Mi entrenador gritándome para que reaccione.

Mike...

Minutos antes

—¡Así se hace Jaden! —Gritó.

Íbamos cinco entradas, cuatro más y ganábamos... el problema era que el equipo contrario, o sea el de Isaías "los lobos", nos empataron.

Básicamente a los dos equipos nos faltaban cuatro entradas para ganar.

Los lobos estaban muy brutos. Demasiado. Desde que entramos a la cancha tuve el presentimiento de que nada de esto iba a terminar bien. Pero no podía decírselo a nadie, pensarían que les tengo miedo y eso jamás.

Además no les iba a meter miedo a mis amigos. Ellos deseaban ir a Italia mucho más de lo que yo lo hacía.

Le tocaba batear a Mike, él era realmente bueno en eso.

Apenas se le acerca la pelota él la golpea con el bate y sale corriendo hacia la primera base.

Ahora me tocaba a mi, y en mi cabeza solo podía repetir "no lo arruines Lorenzo, no quieres hacerlo"

Bateó, suelto el bate, estaba listo para correr...  se oye un grito el cual me deja en el shock.

Silbato.

En la actualidad.

—¡MIKE! —Gritó.

—¡Lorenzo ven aquí! ¡Rápido! — Me grita Caleb desesperado.

Corro hacia ellos.

Caleb estaba llorando agarrando de la mano a Mike, el cual se estaba retorciendo  del dolor por su pierna obviamente quebrada.

—¿¡COMO PASÓ ESTO!? —Nos pregunta el entrenador.

—¡No sabemos pero no es momento de preguntas! —respondo yo.

—¡Llamen a la puta ambulancia! —Grita Caleb.

—¡Tranquilo Caleb! ¡Pones nervioso a Mike! —Le grita Clarence.

Llega la ambulancia rápidamente y en cuestión de segundos se llevan a Mike al hospital. Nos avisan que arriba del camión solo pueden ir dos personas, las cuales fueron el entrenador y Caleb.

Entre el momento de desesperación busco a Jaden con la mirada teníamos que ir rápido hacia donde estaba Mike, que raro que no esté aquí.

No tardo mucho en encontrarlo. Lo veo a lo lejos, enfrentado a Isaías. Mierda.

No puedo dejar a Mike pero no hay nadie con Jaden.
Ethan ve mi momento de confusión  por que hacer y me asiente para que vaya con Jaden.

—Nosotros iremos  con él. Ve antes de que haga algo de lo cual se arrepienta. Los esperamos allí. —Me dice en voz baja.

Corro hasta ellos, agarro a Jaden del brazo sin siquiera mirar a Isaías, solo jaló a mi compañero en dirección contraria del oponente.

Mi compañero me mira con condición pero yo solo le hago una seña indicando que tenemos que ir con Mike.

Jaden enseguida entendió y ya no ponía resistencia contra mi.

—¡Así es, hazle caso a tu amo y vete! ¡Miedoso!  —Ríe Isaías.

Jaden y yo nos damos la vuelta al mismo tiempo y nos lo quedamos mirando.

A mi amigo no le había gustado el comentario, pero me adelanto a decir algo.

—Tranquilo Isaías, Jaden y yo ya sabemos quien es el que tiene miedo aquí. Si no lo tuvieran estarían seguros de que ganarían pero no lo estuvieron, por eso quebraron a un chico que claramente es mejor que ustedes. Todo para estar seguros de que serían ustedes los que estarían en un hotel en Italia, pero déjame decirte que no va a ser así.  —Digo acercándome cada vez más a él.

—¿ Y quien decide eso? ¿Tu? —Pregunta riéndose.

Me rio con él. 

—No seas estúpido, no seré yo el que lo decida... Por ahora nadie sabe lo que realmente le pasó  a Mike, pero... ¿Te piensas que ninguno de los que está ahí lo saben? —Pregunto señalando a la tribuna.
—Créeme que si. Y no sé ven muy contentos así que dime tú Isaías... ¿en serio crees que el partido terminará con ustedes a la cabeza? Porque yo no lo creo... —Ahora si me voy con Jaden en dirección al choche.

Ya en el auto yo estaba con Jaden, yendo hacia donde el entrenador nos había indicado. El hospital de la ciudad.

Jaden iba a decirme algo pero le gano de ante mano.

—No todo se soluciona con violencia Jaden. Tienes que aprender a controlarte, y más si hay algún compañero herido, primero la compañía, luego la justicia. No eres Batman amigo. —Le sonrió.

—Lo siento, pensé que podía contra él.

—Eso no lo sabemos, pero igual es mejor quedarnos con la duda.

—Bien, ahora ¿Ya llegamos? Me siento  como un hijo al cual lo están regañando porque se porto mal.

—Si claro, vamos hijo.

Yo sonrío con pocos ánimos  y Jaden me empuja por el hombro.

Solo espero que Mike esté bien, no me perdonaría  nunca si algo grave le llevara a pasar, él es mi segundo hermano.

Aunque estoy agradecido porque mi hermana no haya estado viendo esa escena, si no habría dos personas en el hospital ahora mismo.

𝘕𝘶𝘮𝘣𝘦𝘳 𝘧𝘪𝘷𝘦... 𝘊𝘶𝘵𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora