Francia.

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Narra Jaden.

Lorenzo C.

Jaden: Hey Loren...

Él ve mi mensaje pero no contesta nada.

Narra Lorenzo.

Me siento mal por no responderle a Jaden.

No podía culparlo por algo que él no siente.

E Isabella tiene razón. Él se lo pierde.

Jaden

Lorenzo: Hola...

Jaden: pensé que no me responderías.

Lorenzo: dude en hacerlo.

Jaden: ¿por qué? ¿Estás enojado conmigo? ¿sabes por qué todos lo están?

Lorenzo: No estamos molestos contigo, solo que no nos cae muy bien Lila y ya sabes... tú estás todo el día con ella...

Era mentira pero a la vez no, no miento al decir eso, pero No es la razón por la cual estamos molestos con él.

Creo que no hay personas más bipolares que nosotros, decimos que no tiene la culpa de lo que siente pero igual estamos molestos con él.

¿Estamos siendo muy injustos?

Jaden: Oh... supongo que tengo que repartir más mis tiempos para estar con ustedes también.

Lorenzo: Eso creo...

Jaden: ¿Estás seguro que es solo eso?

Lorenzo: Me tengo que ir Jaden, nos vemos.

No quiero seguir mintiéndole.

Pero Naya, Amara, Mike, Isabella, Charles y un poco Jayla están un poco molestos con él.

Bien... si, estamos kendo muy injustos. Hablaría con ellos luego. Después de todo, Isabella ya había aceptado que Jaden estaba con Lila. Nosotros también deberíamos hacerlo.

Esperen... ¿Isabella en realidad lo había aceptado? ¿O solo aparenta que no le duele cuando verdaderamente no es así?
Conozco a mi hermana.

Mierda.

¿Como no me di cuenta antes?

—¡Isabella baja a mi oficina! —Grita mi padre.

Oh oh...

¿Que había hecho Isabella para que mi padre le grite y la llame a su oficina?

Tendría que descubrirlo.

—————

Bajo a toda velocidad de las escaleras pero Creo que llegue tarde porque veo a Bella salir de la oficina llorando.

¿Por qué últimamente lloraba tanto?

Mi hermana jamás había llorado por mas de dos días seguidos.

—Bella, ¿que sucede ahora? —Suelto un suspiro.

—Me voy Lorenzo. —Anuncia ella abrazándome.

—¿Que quieres decir? —Esto ya era más serio de lo que pensaba.

—Papá... él... él solo...

—Habla Isabella  ¿él solo que? —Digo impaciente.

—Me mandará a Francia.

¿Como?

—¿Que?

—A la escuela de señoritas... Lorenzo haz algo... no me quiero ir.

Siento una lagrima caer por mi mejilla cuando levanto la mirada y veo a mi padre saliendo de su oficina.
Pero se detiene cuando nos ve a los dos.

—¿Enserio harás esto? —Pregunto intentando no llorar. No delante de él.

—No hay nada que discutir. Así que por favor no empieces.  —Dice con su misma frialdad de siempre.

—¿Separaras a Isabella de todo lo que tiene aquí? ¿Harás que comience una vida desde cero a sus malditos quince años? ¿¡ESA ES TU PUTA IDEA!?

—Cuida tus palabras Lorenz- —Me niego a dejar que termine.

—¿O que? ¿Me mandaras a China? —Suelto una risa irónica.

—Tu hermana se va mañana por la tarde, despídete de ella apenas deje de llorar porque no la verás por cinco meses. —Dice mirando a Isabella con cara de asco.

¿Por qué la mira así?

Lo odio. LO ODIO.

—¿cinco meses? —Digo aliviado, sería mucho tiempo pero por lo menos no más de un año.

—Por sus vacaciones, Lorenzo. Luego volverá a irse. —Mi padre me devolvió a la realidad y retrocede sobre sus pasos para volver a encerarse en la oficina. 

Quiero proteger a Isabella, pero no tengo idea como.

Tal vez lo mejor sería... hacerle caso a mi estúpido padre por una sola vez en mi vida.

𝘕𝘶𝘮𝘣𝘦𝘳 𝘧𝘪𝘷𝘦... 𝘊𝘶𝘵𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora