9⭐️ NAMI

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Luffy sabía que había subestimado a la fauna ajena a su isla.

Sin embargo, llegar a la siguiente ciudad en barco, habría sido mucho más tardado. Así que viajar en un ave gigante sería mucho mejor... sabía también que podía ser una oportunidad para Zoro. Decidir, estando completamente solo y con un bote, con el que podía ir a cualquier parte... Si quedarse a su lado o irse.

No obligaría al peliverde a nada, pero no olvidaría si lo dejaba solo. Y no era bonito hacerle enfadar, a demás de que sería considerado traición... Y el destino de un traidor era únicamente uno.

Luffy llegó a tierra sin ningún problema. Comenzó a observar su alrededor cuando se dió cuenta de que había caido entre una chica pelinaranja y un trio de... ¿aquello eran piratas?

— ¿Q-qué?– la pelinaranja estaba confundida.

— Alguien cayó del cielo...– comentó uno de los piratas.

Luffy los miró detenidamente, esperando a ver qué harían. Y sorpresivamente, fue la chica quien dió el primer paso.

El pelinegro la observó, viendo como juntaba sus manos, mirándolo con una falsa sensación de inocencia y gratitud... parecía ser una buena mentirosa, ¿qué sería lo que iba a hacer?

— Jefe. Vino a salvarme ¿verdad?– Luffy solo arqueó una ceja.

— ¿Quién eres tú?– Aunque lo que siguió, no le sorprendía para nada. La chica salió corriendo, dejándolo con los supuestos piratas.

— ¡Lo siento, dejo el resto en tus manos!

— ¡Hey, está huyendo!– Luffy se crispó ante las palabras del hombre, ¿era necesario decir lo obvio?

— ¡No hay problema, su jefe está aquí!

Uno de los tipos golpeó a Luffy, haciendo que su sombrero se volara... no había tenido intención de meterse en un asunto que no le incumbía, menos proteger a una chica que ni conocía. Pero se habían metido con SU sombrero.

El pueñetazo fue reconfortante, pero no mucho. Aunque se calmó una vez tuvo el sombrero entre sus manos de nuevo.

— No toques mi tesoro.

Vencer a los otros dos no fue problema tampoco. Eran débiles y él aún estaba molesto con ellos.

— Eres fuerte ¿¡ verdad !?

La chica pelinaranja, la cual Luffy había seguido con su Haki cuando se fue corriendo, bajó de un salto desde uno de los tejados cercanos.

— Derrotaste a los piratas con tus manos.

— Y tú eres...

— Soy una especialista en robarle a piratas.– declaró orgullosa.– Mi nombre es Nami.

Así que Luffy no se confudió. Era una mentirosa y una ladrona... le recordaba un poco a él y sus hermanos. Incluso, a pesar de la actitud positiva de la fémina, Luffy podía notar algunos rastros de... como si tuviera una deuda con el mundo.

— Hey, ¿quieres unirte a mi?– la chica parecía emocionada por eso.

— No, no tengo ningún interés en unirme a ti.– y comenzó a alejarse. Tenía hambre y debía buscar a Zoro, si es que no se había ido. También, debía encontrar un barco más grande y de paso, debería conseguir algo de información de Nuevo Mundo. Ace estaba allí después de todo, debía estar a la altura.

— E-espera. . . ¡Espera!– Nami no podía negar que estaba algo confundida, poco acostumbrada a que le negaran algo. Sobretodo los hombres no perdían una oportunidad para estar con ella. ¿Qué le pasaba a ese tipo?

¿El bueno? ¿Cuándo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora