>>Chapter Twenty One<<
>>Mi Pequeño Tormento<<
<<En El Momento En El Que Deseas Que Todo Mejore El Destino Termina De Arruinar Tu Vida>>
¿Mi futuro esposo? De verdad esta era la manera en que menos imaginaría que conocería a esa persona. Estaba parada frente a una gran ventana en el segundo piso de la mansión, detrás de la casa había un hermoso bosque y sabía que había un lago aunque nunca había podido ir. Deseaba hacer cualquier locura para salir corriendo de este lugar, quería irme de aquí y la verdad es que quería irme con Atem. Dentro de todo lo malo que sucedía al menos pude sonreír un poco, si de algo estaba segura era de que quería estar al lado de Atem, sabía muy bien que el también quería estar conmigo lo cuál me hizo sonreír aún más.
Puse mi mano sobre la manija de la ventana que abría a un balcón. Quería abrir, no sería muy fácil pero sabía que conseguiría bajar. Retrocedí sentándome en la cama a la vez que suspiraba, aunque lograra salir de esta casa la madre de Atem me inculparía por robo o algo peor, en este lugar no podría esconderme y tenía prohibido abandonar la ciudad después del accidente. En cuanto tratara poner un pie afuera toda mi vida se iría a la basura. Aún suponiendo que consiguiera huir seguramente jamás volvería saber de Atem.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos que a penas logré darme cuenta que alguien tocaba mi puerta. Dije un pequeño "pase", tras decirlo ví al pequeño Yugi, me sorprendió como era posible que a pesar de ser casi idéntico a su hermano mis sentimientos por ambos eran sumamente diferentes; con Yugi me sentía feliz, me provocaba ternura e incluso ganas de cuidarlo; al contrario a Atem con quien me sentía protegida, la forma en que Atem me miraba me hacía sentir única y deseada.
-Lamento lo que está pasando, todo esto es mi culpa.
-Claro que no Yugi -dije dándole una sonrisa comprensible y a la vez con ternura-, nada de esto es tu culpa, no podría ser tu culpa.
-Claro que sí, yo jamás debí hablarle a Yami de ti, nunca debí meterle esa idea a la cabeza.
-¿Por qué lo dices? -pregunté algo confundida- ¿de que idea hablas?
-De porque él y Seto decidieron acercarse a ti.
-Yugi, necesito que me digas a que te refieres -dije tratando de parecer serena aunque la verdad era que mi corazón latía rápidamente-, ¿por qué sería tu culpa que ellos se acercaran a mí?
-Yo le hable a Yami de ti, si nunca lo hubiera hecho él jamás te habría buscado y no pasarías por esto.
-¿Tú le hablaste a Atem de mí?
Esperé a que dijera algo más aunque en mi mente ya pasaba lo peor, a pesar de todo entonces realmente Atem se había acercado a mí por otras intenciones, y si así era tal vez incluso ahora no tenía ningún interés real por mí. Traté de tranquilizarme para enfocarme en lo siguiente que el pequeño Yugi me diría. En el momento que empezaría a hablar una vez más la puerta de mi habitación se abrió, mostrando detrás a la madre de Atem, todo esto me demostró que nunca tendría privacidad de ahora en adelante.
-Yugi -dijo su nombre con cierto aire de asombro y pesadez-, tu no tendrías que estar aquí, retírate ahora mismo.
Yugi me vió una vez más, parecía pedirme perdón con la mirada; salió cabizbajo de la habitación. Su madre volvió a mirarme aparentemente con ganas de asesinarme. Caminó hasta pararse frente a mí, me observó de arriba a abajo analizándome, o mejor dicho, juzgándome.
-No sé que es lo que hayas hecho para que mis hijos tengan tanto interés en ti -dijo a la vez que acomodaba mi cabello, permaneció en silencio unos segundos mientras acercaba una bolsa con maquillaje, no sabía si decir algo o permanecer callada-, y no me interesa -continuó diciendo mientras me maquillaba-, pero debe terminar ahora, por el bien de mis hijos y el tuyo propio.
-Yo no soy quien los busca, si me permite decirlo.
Su mirada se clavó en mi con tanta ira que logró que se me erizara la piel. Caminó alrededor de mi observándome. Preferí quedarme viendo el espejo antes de chocar mi mirada con esa mujer. Conforme caminaba se encargaba de acomodar mi vestido o peinado. Sabía que continuaba juzgándome; ne preguntaba la razón por la cual esta mujer aceptaba que yo fuera su "hija", sabía que mayormente era para alejarme de sus hijos, pero sabiendo el poder que tenía había maneras más sencillas de lograrlo.
-Cállate -reafirmo con dureza colocándose frente a mi-. Tu, jovencita, no tienes ni idea de lo que son los modales, no sabes como comportarte, y mucho menos sabes nada acerca de ser una dama. Lamentablemente no tengo tiempo para mostrarte todo lo que se supone deberías saber. En unos minutos conocerás a tu futuro esposo, y si bien sé que no podrás ser una dama, debes fingir serlo lo más posible.
-Creo que se bastante bien como comportarme.
-No me hagas reír. Tu postura, tu forma de hablarme, tus modales, incluso como te arreglas, todo es un detonante, y cualquier persona que te viera sabría que no perteneces a este mundo. -Suspiró sujetándose la cabeza, todo este asunto era una molestía tanto para ella como para mí-. Debes aprender a quedarte callada, solo debes hablar cuando se requiere, siempre debes de ser elegante, mantenerte con una sonrisa, tener cultura general lara hablar de los temas que se presenten, modales, y sobre todo, no debes pelear por nada.
-Puedo asegurarle que Seline no es nada de eso.
-Tal vez esa señorita no sea la cúspide de la fineza, sin embargo sabe comportarse como debe en los momentos más oportunos, quiero que seas perfecta, pero con que lo seas en el momento correcto y con las personas correctas me basta, solo se complicaciente, ¿crees poder hacerlo?
-Por supuesto.
Asentí ligeramente con la cabeza provocando una gran sonrisa en el rostro de aquella mujer. Abrió la puerta a la vez que se hacía a un lado para dejarme pasar. Ya era hora. Caminé manteniendome lo más firme y recta posible. Al cruzar el umbral de la puerta sentí que la madre de Atem me tomaba del brazo con fuerza y tiraba de el; me acercó lo suficiente a ella para decirme para poder hablarme al oído.
-Y que quede claro que si por esa linda cabecita pasa alguna idea loca de huír o decirles a todos la verdad, me encargaré de refundirte en lo más profundo de la cárcel por el resto de tu vida, no olvides el poder que tengo. -Me soltó dirigiéndome una gran sonrisa, claramente era fingida-. Quita esa cara querida, vamos directo a tu fiesta de bienvenida.
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¿Una Simple Empleada? | Yami / Atem y Tú
Fanfiction_________, ella siempre ha creeído ser una simple empleada de la gran mansión donde trabaja, pero todo cambia cuando conoce finalmente a Yami, el hijo mayor de la familia, entonces, después de todo lo que pasa, ella se pregunta si realmente sigue si...