¿Una Simple Empleada? | Yami / Atem y Tú

VI

>>Chapter Six<<

>>Sin Rencores<<

<<Te Ví Una Vez Más A Los Ojos, Buscando A La Persona Que Creeía Conocer, Pero Solo Encontré Vacío>>

    Abrí los ojos. Pude ver que había amanecido. ¿Realmente había dormido tanto? Parecía que sí. Me levanté, me ví en el espejo, arreglé mi cabello y mi uniforme, suspiré mientras me veía y veía la hora del reloj. Parecía que los minutos eran segundos. Cuando reaccioné había pasado de ser las 5:28am a ser las 5:58am

    Suspiré dirigiéndome a la puerta, la abrí con pesadez. Entré al cuarto de Atem que estaba frente al mío, al igual que siempre, estaba dormido con el pecho descubierto, esta vez, solamente podía sentir asco por él, o al menos eso es lo que quería. Pensé en despertarlo igual que la vez pasada, pero ya no sería tan divertido.

    Me acerqué a él, tomé su brazo con delicadeza, después lo jalé con toda mi fuerza consiguiendo que cayera de esta. Se levantó viéndome fijamente a los ojos, parecía molesto, pero esta vez eso no me inquietaba ni molestaba, simplemente ya no sentía nada al verlo así, él había terminado con todo eso.

    ---¿Qué te pasa?

    ---Eso debería preguntárselo yo a ustéd señor Atem, parece algo agitado, ¿se siente mal?

    ---Por favor, no vengas a hacerte la inoncente conmigo, porqué sé que no lo eres ---noté como formaba una sonrisa burlona---, ¿o sí?

    ---Lo lamento señor, pero si no es de su agrado cómo lo despierto siempre puede cambiarme por alguien más ---lo ví fijamente a los ojos, retándolo---, con su permiso.

    Me dispuse a irme de aquel lugar, pero fui detenida cuando tomó mi brazo, me jaló hacia él, apegándonos, mis manos se apoyaron en su torso desnudo, pude notar que realmente era fuerte. Nuestras respiraciones se combinaron, lo ví a los ojos, mi corazón se aceleró. Sus manos me rodearon sosteniéndome de la cadera, así fue como reaccioné, sentí como si un balde de agua helada me cayera encima.

    Me alegré de que mis manos estuvieran en su pecho, pues fue más sencillo separarlo de mí, en un principio puso resistencia en su agarre logrando que no consiguiera alejarme, pero con una pequeña pisada y un empujón fue suficiente para quitármelo de encima. Después de hacer eso fui a la puerta para irme de aquel lugar.

    ---No lo creo ---cerró la puerta frente a mí, me dió media vuelta y se acercó a mí haciendo que quedara pegada contra la puerta---, vamos cariño, sé que tú también quieres esto.

    Se acercó, sus labios iban directamente hacia los míos, pero me atreví a hacer aquello que no quería, lo hice por instinto, y cuando quise detenerlo ya era demasiado tarde, mi mano ya se había estrellado contra su mejilla. Su mano fue directamente hacia este lugar, parecía sorprendido de mi acción, y sinceramente, yo también lo estaba.

    Conseguí salir de la habitación con la respiración algo acelerada. Si Atem así lo deseaba, yo estaría en la calle en un par de horas como mucho. Fui directamente a la cocina mientras pensaba en eso, ¿en qué pensaba al golpearlo? Tampoco entendía porqué me preocupaba más el haberle golpeado que haberlo tirado de la cama, pero algo me decía que esto era más "grave".

(...)

    El tiempo pasó, Atem y Yugi se fueron a clases, al salir Atem ni siquiera me había dirigido la mirada, algo que realmente no sabía si agradecer. Cuando ví la hora pude ver que ellos también ya habían llegado, eso significaba que estaba demasiado distraída, lo suficiente para hacer que 10 horas se me pasaran en tan solo 5 minutos.

    ---_________ ---la ví---, lleva esto al jardín, por favor ---puso la charola con comida y algunas bebidas en mis manos---, por favor, atiéndelos, debo retirarme, es urgente.

    ---Por supuesto ---ella sonrió agradecida y se fue de la mansión.

    Tal y como me lo habían pedido, llevé la comida al jardín. Pude ver a Yugi, y los que si no me equivocaba eran sus amigos hablando en el jardín. Algunas veces los había visto a la distancia, y por las historias de Yugi sabía quiénes eran: Joey, Tristán y Tea. Me acerqué con una gran sonrisa, que casi se desvanece al ver a Atem, pero logré mantener la compostura. Terminé de darles la comida y me dispuse a irme.

    ---Espera ---me detuve y me giré con una sonrisa viéndolos a ambos parados frente a mí---, yo... bueno nosotros... ---sonreí al notar su nerviosismo---, tan solo queríamos saber cómo te llamas.

    ---Oh ---eso me hizo darme cuenta de que Atem ni siquiera se había molestado en preguntarme mi nombre---, claro, pero acérquense, sólo ustédes pueden saberlo ---ambos se acercaron---, soy _______.

    ---Que lindo nombre igual que tú claro, soy Joey.

    ---Y yo Tristán ---ambos sonrieron ampliamente mientras se rascaban la nuca---, un gusto.

    ---Lo mismo digo chicos, con su permiso debo retirarme, y les pido que no le digan a nadie mi nombre, por favor.

    ---Cuenta con eso.

    Ambos volvieron a sentarse, conseguí ver a Atem, quien lucía mmolesto. No sabía porqué lo estaba, pero en realidad no me importaba, lo que hiciera o le pasara ya no era mi problema, jamás lo había sido, pero por lo menos ahora ya no me interesaría. Volví a la casa, toda la limpieza ya estaba hecha, tenía el poco tiempo de tarde libre, pero aún tenía que atender a los amigos de Yugi.

    Me senté cerca del jardín para poder observar cuando terminaran. La mansión igual que siempre estaba en silencio. El sueño comenzó a apoderarse de mí por lo que me levanté del sillón y comencé a dar vueltas en círculos, por lo menos al estar levantada no podría ganarme el sueño.

    ---Si necesitas entretenerte tal vez yo pueda ayudarte ---me sobresalté dando un pequeño salto, giré para verlo, tenía una sonrisa burlona---, lo lamento señorita, no era mi intención asustarla.

    ---N-no, t-tranquilo, no l-lo hizo ---a pesar de que hice todo lo posible por evitarlo mis palabras salieron entre cortadas, su mirada tan penetrante me hacía sentirme extraña.

    ---¿Qué pasa aquí? ---ví la puerta, Atem estaba entrando y veía con desagrado al chico que acababa de entrar.