Capricho [+18]

✨Capitulo 3✨

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Damien Mckee

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Hace dos semanas nos enteramos de la muerte de nuestro padre, fue una sorpresa para todos nosotros, en especial para Nick, que era por así decirlo su favorito.

Decidimos que iríamos a los estados unidos para recibir la herencia porque nuestra presencia era obligatoria.

Hace un tiempo nos enteramos de que nuestro padre se caso nuevamente y fue una sorpresa muy sorprendente ya que el estaba casi a punto de morirse de la vejes.

Nunca nos interesamos por su esposa, no sabemos como es o como se ve, simplemente nunca nos intereso ya que debe ser como todas las mujeres que se casan con un hombre rico.

Ha pasado un tiempo desde que vinimos a los estados unidos, la ultima vez fue hace un año pero fuimos en secreto de la prensa porque teníamos cosas que resolver.

Recuerdo que yo y mis hermanos un día antes de irnos fuimos a una fiesta donde conocimos a una chica y pasamos la noche con ella.

Esa chica era muy hermosa, aunque mis recuerdos están borrosos ya que estaba borracho se que era hermosa.

- Hermanos. - Nos llama el mayor de todos. - Recuerden las reglas. - Nos recuerda y todos nos miramos y asentimos. - ¿Cómo creen que sea nuestra madrastra?

Pregunta Damián, una de mis copias.

- ¿A que viene esa pregunta? - Pregunta Nick el menor de todos. - Curiosidad. - Responde. - Yo sinceramente creo que es como todas las mujeres que se casan con un viejo multimillonario.

Responde Thomas.

- Mama no era diferente. - Responde el menor haciendo que todos, incluyéndome lo miren. - No metas a mama en esto. - Gruñe jaron. - Solo digo la verdad. - El menor se encoge de hombros.

- Llegamos. - Habla Kieth el mayor, refiriéndose a que ya llegamos a la fiesta de despedida. - Tch, recuerden que solo nos quedaremos hasta mañana en la tarde. - Nos recuerda jaron.

Todos asentimos y salimos de la limosina. Yo me arreglo mi traje color negro, todos llevamos un traje negro.

Suspiro y todos nos encaminamos hasta la entrada de la mansión de nuestro difunto padre. Cuando subiendo las escaleras vemos a un chico que al parecer es de la seguridad.

- Buenas noches caballeros, Necesito sus nombres para dejarlos pasar. - Va directo al grano. - Somos los hermanos Mckee, Kieth, jaron, Thomas, Mike, Alan, los cuatrillizos, damien, Damián, Demian, Dani y Nick. - Responde Kieth, diciendo todos nuestros nombres ordenadamente.

El chico parece estremecerse cuando escucha nuestros nombres, de inmediato traga saliva y nos deja pasar.

La mansión no se veía diferente, seguía completamente igual, decoraciones, colores, cuadros, todo seguía igual.

- Niños. - Nos saluda el mayordomo sorprendiéndome. - Sebastián, ya no somos niños. - Ríe Mike. - Pues para mi seguirán siendo esos niños que corrían como perros salvajes por la mansión.

Todos reímos por las palabras de Sebastián.

- Bueno no deberían hacer esperar a la señorita. - Dice confundiéndonos a todos. - ¿Señorita? - Habla mi hermano Alan. Sebastián pestañea un par de veces para luego sonreír. - Lo que quise decir es que no hagan esperar a la señora Mckee.