✨Capitulo 15✨

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Haley / Vanessa

Abrí mis ojos con delicadeza he inmediatamente sentí un puntazo de dolor por todo mi cuerpo.

No recordaba casi nada.. Solo se que estaba varada frente a una cafetería y... Y apareció un camión..

Mire a mi alrededor tratando de mover la cabeza con suma delicadeza. Estaba en un hospital.. Mis manos y creo que mis piernas estaban vendadas, solo espero que mi rostro no haya sufrido daño alguno.

Intenté sentarme sobre la camilla pero no lo logré porque el dolor regresaba. Solté un suspiro rindiendome.

Mejor me quedo así hasta que venga alguien.

Después de casi ¿dos horas? Alguien entro a la habitación.

Creo que eran dos personas las que entraron.

- Buenas tardes señora Anderson. - Mire confundida al doctor que me llamo por mi anterior apellido.

- ¿Anderson? - Frunzo el ceño y este me mira con confusión.

- Ehh si, usted es la señora Anderson ¿No? - Me mira con el ceño fruncido.

- ¿Mami? - Escucho hablar a alguien con un tono infantil.

Bajo mi mirada encontrándome con una niña de al menos cuatro años.

Me sorprendo al encontrarle un parecido con Kristal..

- Vanessa... ¿Estás bien? - Miro a la chica al lado de la niña.

- ¿Q-que es esto? - Miro al doctor pero este me mira con aún más confusión antes de abrir los ojos como platos y acercarse a mi.

- Señora Anderson ¿Sabe quién es esa bebé? - Señala a la niña que me miraba con pena.

- N-no.. ¿O si? - De repente mi cabeza empezó a doler y los recuerdos entraban.

Flashback

Cuando vi a los hijos de el hombre con el que me case me sorprendí al ver que el menor de todos se parecía a mi hija. Lo peor de todo es que cuando hice una prueba de ADN sin que ellos supieran salió positiva.

No dije nada de mi hija, espere a que el funeral y el día de la entrega de la herencia se acabarán. Tenía que salir del país con mi hija y Judith.

No podía permitir que ellos se enteraran del nacimiento de mi hija. ¡Me la quitarían!

Y eso hice, después del día de la herencia ellos se decidieron quedar en la mansión y yo al día siguiente me fui con Judith y mi hija para el aeropuerto y nos largamos hasta México.

Pasaron muchas cosas, pero gracias a que tenía múltiples trabajos aquí pudimos sobrevivir y gracias a eso Judith se convirtió en modelo y yo trabajaba como empresaria.

También decidí cambiar "mi nombre" a mi nombre original y dejar en el pasado a Haley quien era mi hermana.

Pero ocurrió un accidente, un accidente que casi acabo con mi vida. Recuerdo que me detuve en una cafetería para desayunar pero... Un camión se interpuso en mi camino para luego aplastarme.

Fin del flashback.

Mi respiración estaba agitada y mi corazón no dejaba de latir, mire al doctor quien me miraba ya entendiendo la situación.

- Bien, mantenga la calma señora Anderson. Se lo que ocurre, usted mientras estaba en coma tuvo algo parecido a un sueño. - Explica el doctor.

- ¿Ósea que todo lo que pase y viví fue un maldito sueño? - Aprieto los puños mirando al doctor sin creerlo.

- Si.. - Me miraba con pena.

Solo pude asentir repetidas veces antes de que mis ojos se aguaran. Me tape la cara con ambas manos intentando ocultar mis sollozos.

- ¿Mi mamá está la bien? - Levanto la cabeza al escuchar las palabras de mi hija que ahora tiene cuatro años.

- Mm si.. - Judith la miraba con una ligera sonrisa para luego cargarla.

- Bueno yo iré a informar lo sucedido, permiso. - Dice el doctor para luego irse dejándonos a las tres solas.

- ¿Tienes cuatro años verdad? - Pregunto a Kristal y está asiente.
Asiento y miro a Judith.

- Se que tienes muchas preguntas.. Pero las contestaré cuando vayamos a casa y estés más tranquila. - Me sonríe con la boca cerrada.

- Bien.. - Bajo mi mirada nuevamente a Kristal.

- ¿Quieres cargarla? - Asiento.

Judith se acerca a mi, yo extiendo los brazos hacia Kristal quien sonrió al ver mi acción para luego extenderlos también. La sujete de ambos brazos y la pegue a mi cuerpo sumergiendo la en un abrazo afectuoso.

- Extrañe los abrazos de mamá.. - Me dice aún pegada a mi y yo no evito soltar algunas lágrimas.

- No llores mami. - Se separa de mi secando mis lágrimas con sus delicados dedos.

Las lágrimas no tardan en salir, tenía ganas de llorar y no se porque.
La volví a abrazar y está aceptaba el abrazo gustosa.

Después de un rato de haberme calmado, ya podía mirarla bien, sus preciosos ojos iguales a dos diamantes y su cabello rubio miel, sinceramente hermosa.

- Sos la niña mas hermosa. - Le beso la frente.

- Y la más inteligente. - Aclara con una sonrisa y yo rio.

- ¿Inteligente? - Asiente.

- Sip, en mi salón de clases soy la única que tiene cuatro años y sabe leer, escribir, decir el abecedario y contar. Además de que soy la única que habla bien- Dice orgullosa.

- Vaya.. Estoy orgullosa. - Digo y está se me queda viendo con sorpresa. - ¿Que?

- Es la primera vez que dices que estás orgullosa de mi.. - Sonríe emocionada.

Sonrió igual y no evito agarrar sus cachetes. Parecía un conejo.

- ¿Mami me prometes algo? - La miro.

- Mm si. - Asiento.

- ¿Prometes no irte de nuevo de mi lado? - Está juega con sus dedos.

- Lo prometo. - Le beso la frente.

Lo prometo..

Capricho [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora