⭐Capitulo 30⭐

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Judith Anderson

Veía como una gran pelea se desataba entre la tal Jade y su ¿Madre? No se.

- ¡No merezco esto! - Grita entre Sollozos Jade y su madre la vuelve a abofetear por cuarta vez.

- ¡Cállate! Solo eres una put que salta de polla en polla. - Tapo los oídos de Kristal.

Esto se pondrá potente.

- No soy una puta. - Jade tiene los ojos abiertos y suadre solo bufa.

- Lárgate. - Le dice.

- ¡No! - Grita Jade exaltada.

- Vete, Jade no lo volveré a repetir. Si no quieres tener una bala en el vientre. - Abro los ojos con sorpresa.

Jade al parecer se enojo porque se alejó del lugar con enojó, sus prometidos fueron detrás de ella.

Parecen perros.

Suspiro dejando de apretar los oídos de Kristal y le sonrió acariciando su cabello.

- Por cierto.. ¿Quienes son ustedes dos? - Miro a la mujer que inicialmente le habló mal a Jade.

Me levanté del asiento pegado a la pared y la mire, todos me estaban mirando.

- Soy Judith Anderson... Nuestra madre es la mujer que está ahí adentro. - Señalo una de las puertas.

- ¿No que la tal Vanessa tiene 26 años? Tu pareces mayor también. - Dice La madre de Jade.

- De echo soy adoctada. Vanessa me adocto cuando tenía 18 años. - Digo moviendo un mechón de mi pelo.

- Okey... Entonces ella si es su hija ¿Cierto? - Asiento mirando a Kristal.

- Mucho gusto, soy Kristal. - Ella se baja del asiento y hace una mini reverencia.

- Oww, que niña tan educada. - Dice la mamá de Jade.

Después de un rato charlamos por un largo tiempo y me enteré que una de ellas era la madre de los gemelos con los que Vanessa iba a salir.

- ¿Porque mis sobrinos? - Pregunta uno de los hombres.

Era la primera vez que lo escuchaba hablár..

- Mamá nos dijo que iba a tener una cita con ellos o algo así. - Responde Kristal.

- Se están tardando mucho.. - Dice Aniva

- ¿Y si algo malo paso? - Dice Miranda preocupada.

- Solo nos queda esperar. - Suspiro.

Solo espero que Vanessa esté bien..

No sé cuánto tiempo ha pasado pero ya me estoy preocupando, se están tardando mucho ahí adentro, tanto en la sala donde está Vanessa como en la de los gemelos.

Me estoy empezando a comer las uñas debido a la tensión en el ambiente. ¿Y si algo le pasó?

Me levanto de la silla al ver cómo un doctor sale de la habitación de Vanessa.

- Doctor, ¿ella está bien? - Fue lo primero que pude pensar.

- Bueno, la señora Anderson tuvo un grave golpe en su nuca al momento de la caída y eso nos causo dificultad al momento de la operación. - Tragó en seco.

- Pero no sé preocupe, la señora está en un coma temporal y muy posiblemente despierte hoy o mañana. - Sonrió.

- Gracias doctor. - Suspiro aliviada.

- Trasladaremos a la señora a otra habitación, Si quieren pueden venir. - Asiento tomando la mano de Kristal.

- Fue un placer conocerlos... Y espero que los gemelos estén bien. - Les doy mi sonrisa más sincera.

- Gracias querida... - Dice Amanda perdida en sus pensamientos.

Yo asiento y sigo al doctor.

Después de haber mover a Vanessa en otra habitación me sorprendo al verla pegada a tantos aparatos.

- Bueno, las dejo. - Asiento y agradezco al doctor.

- ¿Mamá estará bien? - Pregunta Kristal mirándola.

- Si, si, ella estará bien. - Acaricio sus mejillas.

Está asiente y se sienta en el sofá mientras aún observaba a Vanessa.
Suspiro y me acerco a Vanessa, agarro una de sus manos aún mirándola fijamente.

Despierta pronto... Por favor.

- ¿Quieres algo de cenar? - Le pregunto a Kristal.

Kristal no se quería separar de Vanessa y decidimos quedarnos aquí.

- Si.. - Responde desanimada.

- Está bien... Ya vuelvo. - Beso su frente saliendo de la habitación.

Camine hasta una cafetería cerca del hospital y me adentre a esta sintiendo un leve escalofrío sobre mi piel

Ignore eso y me acerque a un chico que estaba atendiendo.

No soy de alagar pero era muy lindo, es pelirrojo de ojos azules y tienen pecas por todo su rostro, media al parecer dos metros y medio... No se.

- ¿Te puedo ayudar en algo? - Su voz era totalmente hermosa.. Mierda.

- Si, dame el menú. - Le pedí y este me lo paso, sus dedos rozaron los míos por instantes haciendo que una electricidad me recorra todo el cuerpo.

Suspire agarrando el menú y busque algo que le guste a Kristal y algo para mí.

- Bien, dame un capuchino, una malteada de fresa y una hamburguesa mixta. - Le tendí el menú.

- ¿Para llevar? - Me mira fijamente.

- Si. - Asiento.

- Puede esperar sentada su desea. - Asiento y en voy a sentar en una de las mesas pegadas a la ventana.

Después de algunas horas ya era hora de pagar todo, me levanté de la mesa y me fui a donde estaba el chico, este coloco lo que le pedí encima de la mesa.

- Serían 30 dólares. - Dice, saco mi monedero y le pago.

- Gracias por su compra.. Por cierto, ¿como se llama? - Lo miro.

- Judith.. - Respondo agarrando la funda y solo sacando mi capuchino, me lo iba a bebér en el camino.

Este asiente y se despide con una sonrisa, yo salgo de la cafetería y empiezo a caminar hacia el hospital.

Al entrar de nuevo camine hasta la habitación, abrí la puerta y me quedo boquiabierta al ver a Jade...

- ¿Que diablos estás haciendo aquí? - Pregunto sería.

Capricho [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora