ISABELLA

Mi cadenita.

Días después

Isabella: Bueno en los análisis de sangre dice que tiene anemia, con medicamentos y dieta estará todo bien y la ecografía está perfecta, simplemente tienes que cuidarte.

Camila: Pero tengo que seguir con la dieta?

Isabella: Si por ahora pero tienes que cuidarte, puedes darte un gusto pero de ves en cuando, se que no es fácil pero es por tu bien, mira aquí tienes las recetas y quiero que vengas a verme en 1 mes.

Camila: Con gusto (sonrió).

Ambas se pararon y las recetas cayeron de las manos de Camila, las juntaron y al subir quedaron frente a frente...Camila estaba perdida en sus ojos y su belleza e Isabella paralizada viendo los labios de Camila sientiendo nuevas emociones, jamás había estado con una mujer pero Camila le produjo nervios en la panza...

Isabella: A-qui tie-nes (dándole los papeles).

Camila: Gracias (sonrió).

Isabella: Y esa cadena? Tiene mi nombre.

Camila: Te llamas Isabella? Es que solo te conozco por el apellido.

Isabella: Mhm me llamo así, que...que casualidad, donde la encontraste?

Camila: En la casa de mi familia.

Isabella: Si, mucha casualidad.

Camila: Mis papás aún viven en esa casa.

Isabella: Ellos aún viven?

Camila: Si, gracias a Dios los tengo.

Isabella: Tienes suerte.

Camila: Tu no? Pero a ninguno?

Isabella: No, desde niña no los tengo pero es una larga historia.

Camila: Quieres contarme?

Isabella: Quizá en otro momento, no lo tomes a mal pero no es fácil.

Camila: No te preocupes, siento haber preguntado así.

Isabella: No, no te pongas mal te prometo contarte un día, si seguimos viéndonos claro.

Camila: Me encantaría por supuesto, si quieres podemos ir a comer o algo así.

Isabella: Mhm, me encantaría.

Camila: Ya me voy, se que tienes que trabajar.

Isabella: Toma (dándole una tarjeta) ahí está mi número, llámame y quiza hasta nos hagamos amigas eh.

Camila: Si, si claro me encantaría.

Más tarde
Departamento de Isabella

Sara: En tu casa de niña? Y que sentiste?

Isabella: Muchas cosas, me encantaría ir a verla, la casa donde fui feliz pero también recuerdo escuchar a mi papá decirle a mi mamá que tenía unos papeles muy importantes, que Alberto no podía encontrar, en ese momento como niña no entendía pero sabes que creo?

Sara: Que?

Isabella: Que eran los papeles de la casa, Alberto la tomó como suya y la vendió pero esa casa era de mis papás.

Sara: O sea que ahora sería tuya.

Isabella: Exacto pero no puedo entrar a su casa así nada más y sacar esos papeles, tengo que tratar de que nadie sepa nada.

Sara: Sabes dónde los dejo?

Isabella: Le dijo algo de mi recámara pero no sé dónde.

Sara: Ay Isa porque no le dices la verdad y ya y le dices que esa cadenita es tuya.

Isabella: No, no puedo involucrarla en esto, si Alberto sabe sabes que es capas de lo que sea.

Sara: La vas a usar Isabella.

Isabella: Suena feo pero tengo que hacerlo.

Sara: Que harás?

Isabella: Ya verás.

Sara: Que sentiste al ver esa cadenita que te regalo tu papá.

Isabella: Nostalgia, ganas de tener a mi papá y abrazarlo, muchos recuerdos buenos y malos, se que tenemos que recordar lo bueno pero la imagen de ellos en el piso no me la puedo quitar de la cabeza.

Sara: Tu eres muy fuerte, desde niña pasaste por un trauma muy grande y sigues de pie.

Isabella: No niego que hay días que quiero desistir.

Sara: Pero estoy yo para levantarte y quien te dice que Camila pueda llegar a ser tu amiga.

Isabella: Si, quizá.