ISABELLA

Háblame.

Camila entro y su pecho se encogió al verla, su carita de ángel ya no era la misma, ya esa sonrisa que amaba y esos ojitos verdes no estaban, le tomo la mano mientras una lágrima caía, se quedó con ella un rato y se fue....

Sara: Ve a descansar Cami, aquí nada podemos hacer ahora, yo me quedo con ella.

Camila: Quiero quedarme un rato más  y que me cuenten la vida de Isabella, tu Sara sabes de ella de su niñez y todo lo que pasó y tú Karina de su vida ahí adentro.

Sara: Está bien, que les parece si voy por café y hablamos.

Camila: Mhm.

  Se quedaron las 3, entre cafés ellas iban contando la historia de Isabella...

Al día siguiente

Elena: Hija que bueno vienes, tu papá está en su siesta.

Camila: No te preocupes mamá, mientras esperamos que se levante tomamos un té juntas.

Elena: Me encanta que vengas a pasar el rato con nosotros hija.

Camila: Es que soy feliz de tenerlos y quiero aprovechar cada día con ustedes, no todos pueden tener ese privilegio de sus papás (con lágrimas en los ojos).

Elena: Tienes toda la razón mi niña, pero estás bien?

Camila: Si, estoy bien (la abrazó).

Elena: Te quiero hija y voy a preparar el té y unas galletas que tengo.

Camila: Voy al baño, enseguida regreso.

Elena: Ve.

Camila entró a la habitación que era suya de niña pero la que primero fue se Isabella, que sin saberlo era y siempre fue su Isabella...

Camila: Las casualidades de la vida (con la medalla en la mano) está Isabella que tanto imaginé como sería eras tú, imaginaba una niña alegre, que se la pasaba corriendo por la casa y llena de amor y así fue, tu eras feliz aquí mi amor pero te arrebataron esa felicidad (mientras una lágrima caía) tanto pensar en esta niña de mi habitación y eras tú, nunca imagine que así como fuiste feliz aquí en esta casa también viviste el terror, que desde ahí ya no fuiste feliz de verdad, yo aquí viví feliz mi adolescencia mientras tú estabas en ese lugar, lo único que quiero es que logres ser feliz un día, mereces serlo de una ves Isa (apretando la medalla en sus manos).

Dos días después Isabella ya estaba mejorando, por fin despertó pero las cosas se complicarían más aún....

Isabella: Ca-mi...

Camila: Despertaste, Isa como te sientes?

Isabella: Perdón, por fa-vor per...(una lágrima caía).

Camila: Ssshh, cálmate que te hará daño.

Isabella: Mi bebé.

Camila: Él está bien, no te preocupes.

Isabella: Me lo juras?

Camila: Si, de verdad pero tienes que recuperarte.

Isabella: Me duele mucho la cabeza, Camí.

Camila: Voy a llamar al doctor.

Isabella: Me duele, me duele (comenzó a gritar).

Camila: Isa que pasa, mi amor me asustas.

Doctor: Que pasa?

Camila: No lo se empezó asi.

Isabella: Aaaa me duele!!!! Llama a mi mamá, quiero ver a mi mamá (llorando)...noooo no los maten nooo!!!

Camila: Isabella, mi amor que pasa?

Isabella: Porque hay mucha sangre, mami, mami levántate!!! Estoy encerrada, está muy oscuro me quiero ir, papáaaa!!!

Doctor: Un sedante por favor.

Enfermera: Si doctor.

Isabella: No quiero que me toquen, dije que nooo!! No voy a hacerlo, nooooo....ma...má (mientras se iba quedando dormida) pa...pá, no me...lle...ven.

Camila: Que le pasó, porque esta así?

Doctor: Es una crisis o una manera de sacar todo lo que tiene dentro, jamás se trató con un profesional y sus traumas comienzan a salir.

Camila: Pero...

Doctor: Es mejor que sea así, ya con quererse matar es un llamado de auxilio, por lo que me contaba su amiga fue un trauma muy díficil y si es en la niñez eso queda más dentro de nosotros.

Camila: Y que pasará ahora?

Doctor: Esperar a que despierte y por supuesto tratarla con un psicólogo, iré viendo eso por ahora dejemosla descansar.

Sala de espera

Sara: No puede ser, pero estaba bien.

Camila: Si la vieras, estaba tan mal.

Sara: Pobre mi niña, aún sufre todo eso pero tiene que estar bien, ahora tiene una vida dentro suyo.

Camila: Y Franco?

Sara: No se, desapareció pero quiza es mejor así.

Rato después

Camila: Isa, amor cómo te sientes? (Isabella le sonrió) que pasa? Háblame mi vida.

Isabella asintió, Camila tomó su mano y ella la apretó, la depresión estaba al borde y no podía pronunciar ni una palabra, solo estaba perdida en ella...

Sara: Dice el doctor que es un mecanismo de defensa, quizá necesitaba esto.

Camila: Pero mirala, no puedo verla así.

Sara: Tenemos que ayudarla, por ella y por ese bebé.

Camila: Es mi culpa, la trate horrible.

Sara: No es tu culpa Cami, esto tenía que pasar.

Camila: No se si estaremos juntas, eso es muy díficil pero voy a cuidarla, no la voy a dejar sola y voy a seguir con lo que ella empezó, la venganza a ese mal nacido seguirá, lo juro...