La amistad de amigos con derechos siempre suele causar problemas, por ejemplo, ¿qué opinarian sobre ti? por tu incorrecta incumbencia ante no tener una relación, más, ¿con alguien de tu mismo género? serias la burla de la ciudad. Lástima, dos person...
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29 de marzo.
Era un día común, aburrido y una tontería como los días, pero nada nuevo.
Felix estaba acomodando su ropa de la escuela. Mientras miraba el techo, detestaba el cole, pero sino iba, volvía a perder el año. Eso es lo que menos quería, pero no podía negarse ante nada.
Pero ante sus notas contadas, sus padres siempre lo comparaban con sus hermanas; odiaba eso. Él daba su mayor esfuerzo, no era su problema que el profesor explique tan mal que hasta le daba vergüenza pedir que le explique, eran estrictos.
Su remera blanca, la campera negra. Pantalones con un tono de marrón claro, un cinturón negro, las zapatillas blancas y un pelo despeinado, café.
Felix colocó su mochila negra como el carbón en su hombro.
Bangchan no estaba en la casa. Viendo el lado positivo, de cierta parte; no tenía ganas de cocinarse algo. Se dirigió a la cocina, puso una expresión de disgusto al presenciar que no había comida en la sala, ¿tanta mala suerte iba a tener?
Le dio igual, tenía suficiente plata para comprarse algo en el camino a la estúpida escuela.
Hyunjin ya se encontraba, un pelo negro lacio, bien peinado y arreglado. La corriente de aire era pendiente de pasar, lograba pasar y el pelo movía a la velocidad del aire.
Hyunjin solo esperaba toparse con Felix. Pero no lo vería normal, luego de una noche de profundos gemidos y jadeos con Felix. Tantas escenas sexuales, pero todavía no eran pareja, ¿de verdad eran solo amigos?
Pues, sí.
Algunos de sus compañeros eran presentes de sus escenas, sólo de besos, pero no besos normales. Sino, que solían ser besos excitados.
Hyunjin reviso su celular mientras caminaba por la calle. Hasta que sintió que alguien le arrebató su móvil, provocó que levantara su mirada. Hasta que presenció que era Felix.
Se veía tan atractivo, su pelo desordenado y marrón. Con sus labios entreabiertos, esos lindos, jugosos labios rosados.
-¿Qué te pasa? ¡te pueden robar por distraído! ¡o incluso te pueden golpear! -Decía Felix, su tono de voz, era suave. Lo amaba, y adoraba.
-Pero es que le avisaba a mi mamá que llegue..
-¿Es enserio? ¿ya tenes 19 años y le seguís avisando a tu mamá sobre si llegaste? -Decía Lix con el ceño fruncido.
-Vos tienes 18 años y Bangchan todavía te tiene que gritar que te vayas a bañar..
-Es que yo no voy a saber, y tengo que esperar a que me avise alguien -Decía con el ceño fruncido por la tal respuesta. Provocando una mueca en su rostro.
