La amistad de amigos con derechos siempre suele causar problemas, por ejemplo, ¿qué opinarian sobre ti? por tu incorrecta incumbencia ante no tener una relación, más, ¿con alguien de tu mismo género? serias la burla de la ciudad. Lástima, dos person...
Este capítulo no será tan relacionado al Hyunlix, estará más Minho.
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-Ya te dije.. ellos están raros -Exclamaba Jeongin viéndolo de reojo a Seungmin.
-Son "amigos" -Resalta con sus dedos, Seungmin- -El tema es que no disimulan desde el cumpleaños de Hyunjin.
-La verdad, es que desde ahí se notaron raros.. -Menciono el más menor tomando un sorbo de su café. Mientras se levantaba de su sofá y veía por la ventana.
-¿Podés ir a ver a Minho? es que los gatos tienen hambre y no se donde está la comida. -Mencionaba Jeongin.
Seungmin dió un suspiro molesto y se levantó, para dirigirse a la habitación del mayor de ellos tres, tocando la puerta. Hasta que se escuchó un "pase" con voz ronca y agotada.
Era claro que era la voz de MinHo, a pesar de que sea suficientemente aguda, daba temor escucharlo así.
Seungmin paso a la zona, presenciando a Lino.
Estaba boca abajo y con la cabeza enterrada en su almohada. Para darse vuelta y ver quien es.
En los ojos gatunos se encontraban rojos, y unos ojos cristalizados. Notando su respiración agitada.
-¿Dónde está la comida de los gatos? -menciono el menor, para acercarse a él y acariciarle el pelo.
-Yo la busco por ustedes -menciono sin ganas, para pararse. Yendo a paso lento a la cocina.
Al momento de ingresar, se topo con dori. Los ojos de Minho brillaron al ver a su gato. Yendo hacia el, alimentado ya si, a sus tres gatos.
Lino se empezó a dar masajes en la frente. Oyendo como tocaban la puerta, quejándose un poco. No quería atender. Pero no quería que luego sus vecinos lo tomen como grosero.
No tuvo otra opción.
Lino fue a abrir, viendo a un Feix con marcas en el cuello que ni él reconocía. Junto a un Hyunjin en la misma posición.
-¿Qué hacen acá? ¿que tienen en el cuello? -Preguntaba un Lino confundido y con la cabeza recostada en su propio hombro.
-Vinimos a visitarte. Hablando del cuello, ni yo se.. desperté así, y ni Hyunjin se acuerda.
Cabe aclarar que, ellos no recordaron nada por sus cambios de consciencia. Una cosa llegó a la otra, terminando en una cosa ya subida de tono.
Lino tuvo que alzar la ceja y asentir confundido. Pero, no le había quedado de otra que asentir.
Se recosto sobre la puerta para que los menores pasarán.
Era raro decir que él era el mayor de los 5 que se encontraban ahí. Se hacía sentir viejo.
