capitulo 7

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—5 días para navidad—

Adivinen quien tiene dos novios y un pulgar arriba...No, esperen.

Así no era.

¡Otra vez!

Adivinen quien tiene dos pulgares arriba y se consiguió un novio... ¡Gus!

Ya sé. Tienen cara de ¿qué pedo? Sí, yo también, o sea, no mamen. Hasta me olvide de mis problemas. Cuando me dijo que tenía novio, le dije: "¿Neta? ... ¿Neta? ¿Me lo juras?" Y me lo juro, pero no le creí. Hasta que lo vi.

El pendejo de Matt.

Bueno, ¿qué ahora todos se pusieron de acuerdo para volverse jotos o que chingados? ¿Y el contrato que firmamos donde dice que íbamos a llevar a nuestros hijos a hacer carreras de bebés en una cochera cuando nuestras esposas se fueran a hacer las compras con el dinero que ganamos en las apuestas que hacemos a sus espaldas?

Yo ya me había ilusionado. Pero si, aquí me tienen de su pendeja. Siempre yo, siempre yo. No sean culeros, no metan la comida a calentar y luego no se la coman.

— ¿Y ahora por qué estás haciendo berrinche? — ¡Ay no que susto! ¡Que miedo! ¡Amity está aquí! ¡Literalmente a unos pasos de mí! ¡Pose de pelea defensiva de la serpiente aprendida de Karate Kid! Ahhh, perro. ¡Inténtame manosear ahora! —... ¿Qué estás haciendo? — Defendiéndome de tus manos y tu boca sucia y pervertida. A mí me criaron bien, ¡yo me vendo por amor, no por interés! ...Lo de ser stripper de hace unos días no cuenta...Y lo de vender mis órganos tampoco...Estaba molesta y desesperada, y suelo tomar malas decisiones en ese estado. — ¿Puedes pararte como la gente normal? ...Todos nos estás viendo. —Susurra.

— ¡Pues que vean! ¡Que vean cómo te doy una paliza con mi ataque de serpiente que aprendí en la tele! ¡Vi Karate Kid como veinte veces cuando era niña! ¡Me la sé de memoria, así que, cuidadito niña rica, no te vaya a despeinar con mis movimientos ninjas! — Lanzó unas patas de demostración. — ¡Za, za! ¡Waza, waza! — ¡Para que me tema!

—...— La veo pestañear, todavía parada ahí como mensa. Asustada, obvio, de mis movimientos de mostración e intimidación.

— ¡Pum, pum! ¡Waza, za, za, waza! — Y de repente se me acerca. Me mete el pie y azoto de espalda en el piso.

—...Yo también vi Karate Kid.

— ¡No cuenta! ¡No estaba lista! — Reclamé revolcándome en la nieve del suelo. Y Amity, toda pendeja ella, junto sus manos y cerró los ojos.

—Tú siemple debel estál lista. — Me dijo con acento de chino hablando español. —El podel está en la mente.

—...— Que pendejada...— ¡Oh, glan maestla! ¡Enséñeme lo que sabe! — Exclamé levantándome del suelo de un salto y sin sacudirme la nieve.

De repente siento una presencia. Esa sensación de que te estan viendo, digo, ya estoy acostumbrada a que todos me miren porque siempre hago algo estúpido, pero, era una mirada que estaba más cerca. Una presencia aterradora, inexplicablemente incomoda. Y no sólo la sentí yo, Amity también. Lo sé porque ambas nos volteamos al mismo tiempo hacia un lado. —...— Gus estaba ahí, viéndonos con una cara extraña que no sé cómo explicar. Pero, no sé, ¿ustedes que cara tendrían si hubieran encontrado a sus amigos fingiendo ser chinos karatekas frente a la escuela? —...No opines, no opines, no opines, no opines. — Se repitió una y otra vez mientras nos sacaba la vuelta y seguía su camino.

— ¡Hey! ¡¿Tienes novio?! — Le grité.

— ¡No me hables, me vas a hacer opinar sobre lo que acabo de ver y créeme que no te va a gustar lo que tengo para decir! — Me respondió desde lejos a punto de entrar al edificio.

Belaya Luna | Lumity | •Adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora