Belaya Luna | Lumity | •Adaptación•

capitulo 12

—16 días después de navidad—

La maravilla de esa boca, ilumina todo como el sol.

Mmta, ¿pues qué hora es o qué que ya le están arruinando el día a una?

Una cosa lleva a otra, y la vida pinta mucho mejor. —Luz...Es tuyo. —Si wey, ya sé que es mío, no te quejes. Ya, perdón por hacer que te tuvieras que levantar a revisar si era el tuyo, perdón por tener a alguien tan pendejo como para llamarme a esta hora, perdón por existir.

No paro de hablar, buscando aparentar que no muero de nervios...Estiro la mano a la mesa a un lado de la cama y cuelgo. ¿Quién era? No sé. ¿Qué quería? No sé. ¿Hiciste la tarea? No me acuerdo.

Ni siquiera fui a clases ayer.

De seguro eran los de Telcel con sus promociones perronas de datos ilimitados que luego terminan siendo limitados y te cobran todos esos minutos que no pagaste por creer que era un plan ilimitado. En fin, el marketing y sus estafas.

La maravilla de esa boca. Chingada madre. Ilumina todo como el sol. ¡Qué no quiero un plan de datos!

Una cosa lleva a otr— ¿Bueno?

—Buenos días, somos de Telcel, le queremos hacer una promoción— sE LOS DIJE, ¡ME LLEVA LA PITUFICHINGADA!

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—Anoten todo esto porque lo voy a tomar como trabajo. — No manche profe, es un montón y yo ni había sacado el lápiz.

Pero, pues ya ni modo. Voy a usar las plumas rosas que me regaló Vee, pero que debieron ser rojas, pero ni pedo. Todavía no se terminan, ni siquiera porque pierdo una en cada salón, o sea, me volteó y alguna rata me la piratea.

Pinches batos.

—Mira, Hooty. — Le digo, porque siempre sospeché de él, desde el semestre pasado. Porque la neta, siempre se ríe cuando se me desaparece una pluma. —Como te cache usando mis plumitas, te-

— ¿Me qué? ¿Me qué? ¿Me vas a qué? — Incita sin dejar de reírse, armándose la cola de caballo con la liga que me robó. ¡Si les estoy diciendo que es bien rata! ¡Si ando bien greñas por su culpa! —Si quieres ahorita nos vamos allá afuera y nos damos un tiro. — De repente, los que están alrededor de nosotros empiezan a apoyar la idea. Lanzando gritos y silbidos.

Me fijo hacia un lado, donde está sentada Willow(que ni nos pela). Quiero que me apoye, y me salvé, porque la verdad no tengo ganas de agarrarme a trancazos con Hooty. Es bien tranza, siempre pierdo. —Ahorita no joven. —Respondo, sacando otra pluma de mi mochila. Porque como les dije, todavía no se me acaban.

—Bueno, la próxima que me acuses de algo, que sea allá en el estacionamiento. —Dice. —Y trae tu mantita de Frozen.

— ¿Para qué quieres mi mantita de Fro-?

— ¿Qué en el estacionamiento qué, Hooty? — Nos volteamos a la profe allá al frente, viéndonos con sus ojos de víbora y cuello estirado como jirafa.

—Nada profe.

— ¿Qué va a pasar en el estacionamiento? —Insiste.

—Nada. —Insiste Hooty también, golpeando su rodilla contra la mía mientras nos aguantamos la risa. —Era broma.

— ¿Qué le va a hacer a Luz?

— ¡Nada!

— ¡Me quiere pegar! — Exclamo porque echarle leña el fuego es algo que traigo en las venas.

— ¡Hey! ¡No es cierto! ¡Es mentira, profe! —Se extendió hacia mí para taparme la boca cuando quise agregar algo más. Desmentir sus palabras.

— ¡Vayan afuera! — Vociferó. —Hablaré con ustedes más tarde, vayan afuera. —Es la segunda vez que me vuelo química. Ni modo, a veces la vida no es como queremos. F