Capítulo - 29

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El Sapo Rosa


La primera semana de inicio de clases fue muy agotadora para Elizabeth ya que los estudiantes no paraban de cuchichear sobre Harry por los pasillos y la pelirroja tenía que hacer de tripas corazón para no hacer una locura ya que nadie en el colegio creía en Albus y mucho menos en Harry.

Elizabeth se sentía desesperada ya que en toda la semana no habría logrado hablar con su primo lo único que supo por boca de Minerva fue que Harry exploto en clases de defensa contra la profesora Umbridge y que ese horrible sapo rosa como Lizzy le dice castigo a su cachorro todos los días a las cinco de la tarde.

La noche del viernes Lizzy se fue a casa con un mal presentimiento, tenía ganas de ver a su niño de hablar con él para que no se sintiera solo, quería hacerle saber que ella, James y Sirius creen en él y que pasara lo que pasara Él contaba con todo su amor por eso el lunes en la mañana lo mando a llamar a su despacho, pero su primo no llego nunca y casi toda la semana la estuvo evitando probando que la pelirroja se preocupara por su extraña actitud.

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Harry se sentía enojado y lleno de frustración desde que las clases comenzaron, nadie creía en el, todos sus compañero creían que era un mentiroso y todos en Hogwarts cuchicheaban a su paso y para terminar su desgracia se enfrentó a la profesora Umbridge provocando que esta lo castigara con un castigo tan cruel pues aquello consistía en escribir en un pergamino las palabras no debo decir mentiras, pero lo cruel no era eso claro que no, lo perverso de ese castigo era que cada palabra que escribía lo hacía con su propia sangre provocando que se abriera una herida en su mano.

Harry paso toda la primera semana y mitad de la siguiente tratando de no encontrarse con su primas pues si Lizzy se daba cuenta de lo que Umbridge le hacia se lo diría a su padre o mucho peor ella la enfrentaría y no quería que su prima tuviera problemas por eso ignoró su petición de ir a su despacho el lunes y se saltó su clase, no quería verla se sentía de mal humor y no quería lastimarla ya que estaba a punto de explotar, desde hace tiempo su humor había cambiado, se sentía lleno de ira, todo le molestaba y de vez en cuando les respondía mal a Ron o Hermione.

Harry caminaba por el pasillo del cuarto piso, iba hacia su sala comun cuando escucho la voz de su prima que lo llamaba. — Harry lo volvió a llamar Elizabeth por lo que el azabache suspiro y empezó a caminar hacia donde ella estaba, no podía seguir huyendo de ella. — Hola hermosa ¿Cómo estás? saluda dándole un abrazo.

— Algo enojada contigo señorito, ¿por qué no has entrado a clases y no fuiste a verme? Pregunta con seriedad y observándolo con los ojos entreabiertos. — No te enojes hermosa es solo que estuve ocupado y no entre a clases porque fui a la enfermería dice tan rápido para que Lizzy se diera cuenta que estaba mintiendo.

— Harry debes tener cuidado, Minerva me conto lo del castigo con Umbridge dice Lizzy. — No te preocupes si dice pasándose la mano por el cabello dejando ver la cicatriz. — ¿Qué tiene en la mano? Pregunta Lizzy tomándola para ver el corte.

— Nada dice Harry soltándose de ella rápidamente. — ¿Cómo que nada? Dice Lizzy con desespero. — Ya Elizabeth déjame en paz dice groseramente y alejándose de ella. — Harry solo quiero saber lo que te pasa todos estos días no he sabido nada de ti dice la pelirroja con angustia.

— Pues no tienes que saberlo todo o como eres profesora debes saber que nadie me cree grita Harry sin saber por qué se volvía a sentir furioso sin razón. — Tu padre y yo si te creemos, y debes decirme lo que te pasa Harry. — Pues no porque tu no eres mi mama soltó sin darse cuenta y cuando lo hiso abrió sus ojos como platos y salió corriendo dejando a Lizzy a mitad del pasillo con el corazón roto.

Otra Evans para JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora