Sebastian...
Recibí la llamada de Will temprano en la mañana, diciendo que había encontrado un rastro en Alemania y quería que viajara para poder hablarlo en persona. Lo iba a hacer, pero antes quería pasar por la casa de Kate a saludar y despedirme por unos días de Dani. Me encontraba bajando del coche cuando vi salir a mi hijo con su padre de la mano, luego se subieron a un coche y se marcharon.
Estaba a punto de irme, pero las ganas de verla a ella eran mayores. Entre al edificio y vi que estaba el portero, a quien conocía. Se acercó a saludarme con una gran sonrisa —Buenos días señor Egorov, Dani ya partió al colegio.
—Oh —me quité las gafas, fingiendo que no lo sabía —pensé que me tocaba a mí. —mire hacia el elevador —Bueno, tengo que hablar algo con Kate, ¿puedo subir?
—Señor... —dudo.
Del bolsillo de mi traje saqué un fajo de billetes y lo extendí —Solo serán unos minutos.
—Yo... —el dinero finalmente lo tentó y me dejo pasar.
Entre al ascensor contento, sabiendo que podía tener una conversación con mi mujer, una en qué iba a tratar de explicarle algo. Para poder solucionar nuestra relación. Las puertas se abrieron en su piso y salí al pasillo, caminando hasta su puerta.
Golpee y escuche ruidos dentro, seguidos de risas. —Ya voooy —grito —¿Qué olvidaste Dan... —abrió la puerta, deteniendo su discurso al verme —¿Qué haces aquí? —dio un paso atrás.
Tome esa oportunidad para entrar y cerrar detrás de mi. —Hola, buenos días Kate —sonreí guardando las gafas en mi bolsillo. —¿Ya desayunaste?
—¿Qué haces aquí? —su mirada iba de mi hacia el pasillo. —Tú.. tú no...
Se quedó a la mitad cuando dos niños pequeños, que reconocí como los de las fotos que Dani me había mostrado, aparecieron desde una habitación y vinieron corriendo a donde la castaña temblaba.
Ambos me vieron y luego a ella. —Mami —dijo uno de ellos.
El silencio reino en el apartamento y solo pude verlos a ellos, y luego a ella, quien solo miraba a los niños. —Kate ¿quiénes...
Ella instintivamente los coloco detrás suyo y me vio con temor —¿qué haces aquí?
—¿Quiénes son? —pregunte, confundido y asombrado. —¿Quién es su padre? —no era idiota, podía notar el parecido entre esas dos pequeñas cosas y yo, pero quería oírlo de su boca.
—¿Qué haces aquí? —volvió a preguntar —Tú no debías estar aquí. ¿Quién te dejo entrar?
Reí, irónico. —¿Quién crees que un simple portero, puede detenerme? Responde, ¿Quién es su padre?
Escuché las llaves de la casa, y al instante vi a Chris y James entrando con unos regalos. Los dos venían conversando muy amigables, pero al verme y a la situación se quedaron quietos. —Seb, ¿Por qué estás aquí? —mi amigo murmuró.
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Mafias y verdades- Bilogía "Secretos Asesinos"
Teen FictionLIBRO #2 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS" Que tanto debes sufrir para remediar los pecados ¿Cuántas cosas debemos sacrificar para mantener ocultos esos secretos? ¿La verdad remediara todas esas mentiras del pasado? A veces, solo queda esperar a que...