El tema es muy...
Si sirve para acompañar el cap..
*Sia - Angel by the Wings
Kate...
James estuvo con los niños un buen rato mientras preparaba su cena y Jay pedía algo para nosotros. Nuestra comida consto de pizza traída por delivery para los adultos y unas verduras con pescado para mis pequeños. Todos nos habíamos acomodado en la mesa de la sala y comimos entre tantas conversaciones sin sentidos que los gemelos tenían.
El padre de Dani no les quitaba los ojos de encima y estaba atento a cada cosa que ellos querían o necesitaban. Ofreciéndose también a llevarlos a lavarse las manos antes de que comiéramos. Lo escuche reír cuando Kyle le dijo algo sin sentido y mi corazón se apretó pensando en que podría haber sido Seb, quien estuviera ahí.
Pero ¿y si no quería? ¿y si me los quería quitar por haberlos ocultado?
—Kate —Jay toco el dorso de mi mano, trayéndome a la realidad de nuevo —¿Estas bien?
Asentí, evitando que los niños vieran esa lagrima fugitiva que había escapado de mis ojos
—Solo... un poco cansada —le sonreí, tranquilizándolo.
—No te creo, pero vamos a fingir que si —me sonrió.
Luego de acabar de comer, limpie los trastes mientras James, Jay, Dani y los niños jugaban en su cuarto. Desde la sala pude oír sus risas y no pude evitar reírme con ellos.
Estaba acabando cuando escuche el timbre de casa y me acerque a la puerta a abrir, mis manos aún seguían mojadas por lo que las seque rápidamente en mi pantalón y jale el picaporte, creyendo que se trataba del helado que habíamos pedido, pero en su lugar la figura de Sebastian Egorov apareció.
—Hola, esto me lo dio el delivery —me sonrió —Ya lo pagué.
Mi voz no salió, solo pude ver hacia atrás, rogando que uno de los niños no apareciera.
—Kate, ¿estás bien? —estiro su mano, queriendo tocar mi rostro —Te ves pálida —retrocedí un paso, con el corazón latiendo a mil.
—¿Qué haces aquí?
—Yo... vine por James, no es bueno que conduzca.
—Lo llamare por ti, espera aquí —quise cerrar la puerta, pero puso su pie.
—¿Puedo entrar?
—No —conteste rápidamente.
—Kate... sé que no terminamos bien. Si pudiéramos hablar...
Lo corté —Espera aquí, iré por James —cerré como pude y corrí al cuarto.
Al entrar, todos me vieron con una sonrisa, pero pronto los adultos se preocuparon por mi estado. Me llevaron al pasillo alejándome de los niños y James pregunto. —¿Estas bien? ¿Te sientes mal?
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Mafias y verdades- Bilogía "Secretos Asesinos"
Ficțiune adolescențiLIBRO #2 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS" Que tanto debes sufrir para remediar los pecados ¿Cuántas cosas debemos sacrificar para mantener ocultos esos secretos? ¿La verdad remediara todas esas mentiras del pasado? A veces, solo queda esperar a que...