LIBRO #2 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
Que tanto debes sufrir para remediar los pecados
¿Cuántas cosas debemos sacrificar para mantener ocultos esos secretos?
¿La verdad remediara todas esas mentiras del pasado?
A veces, solo queda esperar a que...
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Sebastian...
Mientras conducía hacia casa, recibí una llamada de Chris quien al contestar me hablo muy preocupado.
—¿Dónde estás?
—Volviendo a casa ¿Qué paso?
—Seb hay un problema, uno jodido
Suspire, cansado de los problemas. —¿Qué es ahora?
—El cargamento que iba a llegar en la mañana, se adelantó. Nuestros hombres abrieron los contenedores para revisar las cargas pero la mercancía no estaba. —tomó un respiro. —Seb, el contenedor traía algo más, encontraron los cuerpos de nuestros socios dentro. Había una nota.
—¿Qué decía? —mi cabeza estaba matándome nuevamente.
—El confidente, solo había una firma con ese nombre.
—¿El confidente? —traté de recordar ese nombre, pero no me sonaba —No se quien jodida mierda es, averigua. Donde sea.
Como si no tuviera suficientes problemas, ahora aparecía un tipo idiota queriéndome joder los negocios.
Tenía pensado entrar al edificio por ella y los niños, pero para mi sorpresa cuando estaba estacionado frente a los apartamentos vi a Kate junto con los gemelos esperándome. Detrás de ella divise al jodido Jay quien tenía en brazos a Kyle mientras Tyler sostenía su mano libre.
Mi esposa llevaba un par de regalos en las suyas lo que impedía que pudiera sostener a los niños. Me apresure a parar frente a ellos y bajar para ayudarlos. Mi coche ya había sido preparado con las sillas de los niños por lo que solo debía colocarlos allí y asegurar sus cinturones.
La camioneta de escolta paro detrás de mí y bajaron los guardaespaldas que llevaba a todos lados. Camine hasta ella, sonriendo levemente —Hacia frio, pudieron esperar dentro.
—Los niños querían bajar —se limitó a decir.
Suspire —Kate, sé que no estas acostumbrada a esto, pero. La gente que me rodea es peligrosa y estarían más que encantados de atacar mi punto vulnerable.
—Jay estaba con nosotros.
—Un solo escolta no puede proteger a tres personas —le quite de los brazos a mi hijo, mis ojos analizaron al sujeto quien solo sonrió levemente a modo de saludo. —¿Esperaste mucho? Bebé.
—No —negó rápidamente. Me incline un poco cogiendo a Tyler también para llevarlos al interior del automóvil. Ella tomo el asiento de copiloto y nos pusimos en marcha para ir la cena en casa de James.
Trataba de estar en esa situación, pero lo que me había contado Chris estaba ocupando parte de mi mente. Haciendo que las punzadas cada vez fueran más fuertes.
—SEBASTIAN —escuche el grito de Kate, el cual me hizo frenar de golpe. Mire al frente notando que iba a cruzar en rojo por una avenida que estaba llena de carros en ese horario, haciendo que los conductores fueran un poco imprudentes a veces —¿Qué te pasa? —me observo confundida y agitada por el miedo.
