LIBRO #2 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
Que tanto debes sufrir para remediar los pecados
¿Cuántas cosas debemos sacrificar para mantener ocultos esos secretos?
¿La verdad remediara todas esas mentiras del pasado?
A veces, solo queda esperar a que...
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Kate...
Ninguno de los tres sabía que el otro estaba citado, aunque suponía que entre Will y Sebastian había una comunicación por lo que esos dos iban conscientes de la presencia del otro, pero con Cameron era diferente ya que él no tenía idea de que los otros dos iban a estar allí.
Antes de destapar el infierno que se iba a dar exactamente a las 4 p.m, en una cafetería de mi preferencia, decidí llamar a James y pedirle que llevara a los niños a mi casa para poder almorzar con ellos. Acepto con la condición de qué él y Dani también nos acompañaran ya que mi sobrino quería pasar tiempo conmigo.
Llegaron al edificio cerca de las 12 p.m., cuando llamaron desde recepción. —¿Si? —conteste el intercomunicador.
—Señora, tiene visitas ¿los dejo pasar?
—Claro, son mis hijos.
—Está bien señora, que tenga buen día.
—Gracias e igualmente.
Me fui a la cocina para comenzar a preparar la comida, en cuestión de minutos los niños estaban entrando al apartamento mientras me llamaban —MAMI —escuché sus dos voces al unísono lo que provoco que riera mientras lavaba las verduras de la preparación.
—Estoy aquí —busque algo con lo que secarme las manos antes de rodear la isla e ir a su encuentro. Ambos, al verme, corrieron hacia mí para abrazarme ycuando los tuve pegados a mí me sentí por fin en paz. Los apreté contra mi cuerpo, aspirando el aroma que aun yo lo asimilaba a cuando eran bebés. —Mis niños.
Ellos se frotaron contra mi cuerpo riendo —Mami ¿nos extrañaste?
—Claro que sí, los extrañe demasiado.
Dani estaba un poco inquieto como si se sintiera conflictuado en venir a abrazarme o no. Estiré una mano y él finalmente vino a mí para unirse con mis niños menores —te extrañe mi niño mayor.
—¿Estas bien? Quise venir, pero papá no me dejo —hizo un puchero —¿has comido bien? ¿has estado durmiendo mami?
Sonreí escuchando que aún me llamaba mamá —Si si —vi cómo se sonrojaba —soy una mamá muy suertuda ya que mis niños se preocupan mucho por mi. —los tres rieron y volvieron a abrazarme.
James en una esquina solo se dedicó a observarnos mientras sonreía.
Acabamos el saludo y los niños corrieron a su cuarto para jugar con su hermano quien estuvo más que gustoso en seguirlos. A pesar de la diferencia de edad que había entre ellos tres, Dani se acoplaba a los gemelos y disfrutaba de los juegos, aunque fueran un poco "infantiles" para él.
Volví a mi lugar en la cocina comenzando por fin la preparación del almuerzo, el menú era pasta con albóndigas. James se había sentado en uno de los taburetes de la isla mirando su móvil hablando con alguien, al parecer.
