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Al llegar al césped del instituto, Jimin cayó desplomado al piso por el gran dolor que sentía en ambas piernas,
Tenía lágrimas cayendo por su rostro y sus ojos estaban rojos, incluso sus manos estaban llenas de sangre al tratar de detener la herida abierta.

Quería gritar tan fuerte, pero no quería asustar a nadie, entonces para evitar gritar, puso una de sus mangas en su boca ya bastaría con eso.

Se recostó en el césped esperando a que alguien viniera y lo ayudara, fueron pocos minutos que para Jimin fueron una eternidad.

Al moverse un poco a la derecha sintió un objeto en su pierna, resulta que era la navaja de Jeon se había quedado incrustada en su piel, Jimin decidió dejarla en ese mismo lugar ya que sabía que sí lo quitaba, perdería más sangre de la que ya había perdido.

Estaba a punto de quedarse dormido, cuando escucho, pasos apresurados, parecía que se dirigían a él.

Miró a su derecha y sus mejillas se llenaron de un rojo inocente, resulta que Yoongi había venido a su rescate, ya que el era líder de grupo y por lo tanto tenía que llegar antes que los demás.

Yoongi estaba alarmado, mientras que Jimin estaba tan rojo como un tomate sin cáscara, incluso aún con heridas abiertas seguía tranquilo, como si nada malo le hubiese pasado y su única reacción fue saludarlo amablemente como si de una cita se tratara. 

"Yoongi vino por mi" fue el primer pensamiento que pasó por su mente, pero no, no vino por el, sólo se encontraron de casualidad o por el echo de que ambos llegaran temprano. Mientras Jimin estaba con la cabeza por las nubes, Yoongi se acercó a ver sus heridas, como todo oficial tiene que saber de primeros auxilios aunque sólo sea un pequeño fragmento.

Para romper el silencio incómodo, Yoongi hizo la siguiente pregunta:

—Jimin, ¿como te sientes?—hablo con un tono de voz tranquilo y lo más sereno posible.

—Me siento bien Yoongi—fue su repuesta.

Yoongi lo miró con una cara de confusión y al mismo tiempo de sorpresa, no se supone que debería estar bien, pero cuando estaba cerca de él, se olvidaba de todo, hasta de la hora.

—No creo que estés bien, ¡mirate! estás herido y necesitas mi ayuda—finalizo.

—Supongo que tienes razón, no debería estar bien, pero con tu presencia, me siento tranquilo— termino cubriéndose la cara por la vergüenza.

Yoongi se sonrojó, pero no se atrevió a preguntarle de nuevo sobre lo dicho, ya que sabía que no lo volvería a repetir.

—Bueno...supongo que necesitas cerrar esa herida ¿verdad? —

—Si, pero necesito de tu ayuda—al final dejo escapar un pequeño chillido por la pena.

—Bueno... entonces te ayudare—

Yoongi lo tomo en brazos, ya que sabía que no podía estar de pie mucho tiempo, mientras tanto Jimin estaba muy rojo y con el rostro escondido en el cuello de Yoongi.
Jimin podía escuchar sus latidos, incluso podía percibir su perfume con más intensidad, mientas tanto Yoongi podía sentir su respiración y esas manos tan suaves y pequeñas envueltas alrededor de su cuello, ambos se sentían en paz, como si estuvieran solos en el mundo. Se sentía tan bien, ambos cuerpos sentían una vibra hermosa al estar uno tan cerca del otro, como si el destino ya hubiera elegido un camino para ellos dos.

Al estar dentro del instituto, Yoongi lo llevó a la enfermería e hizo que se sentará en una camilla, mientras intentaba averiguar cómo quitar el arma punzo cortante de la pierna de Jimin, este no dejaba de mirar cada movimiento que hacía incluso si llegaba a parpadear estaba atento, amaba cada maldito fragmento de su ser, quería tenerlo para sí mismo, ya no podía más tenía que decirle de una vez, pero pensó que ese no era el momento adecuado para confesar sus sentimientos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Yoongi habló.

—Ya encontré la solución para quitarte ese objeto— hizo una pausa casi al final de la oración.

— ¿Y cuál sería?— preguntó Jimin algo nervioso.

— Debería quitartelo rápido, pero no quiero lastimarte—

—Pero entonces ¿cuál sería la mejor opción?—

Yoongi no respondió a esa pregunta y sólo se acercó a Jimin con esa mirada que tanto le encantaba y de un momento a otro sintió como sus manos sujetaban sus muñecas y las ponia alrededor de su cuello, mientras Yoongi se acercaba y lo tomaba de la cintura, como si quisiera abrazarlo. Antes de preguntar que era lo que pensaba hacer escucho un susurro: "cuando sientas dolor abrázame tan fuerte como puedas, no tengas miedo a morderme te comprenderé".
Jimin solo pudo quedarse mudo ante esas palabras pero decidió hacer caso, si quería recuperarse debía hacer lo que pedía.

Jimin sintió como Yoongi, ponía una de sus manos cerca de su muslo justo donde estaba la herida, solo se puso a pensar el gran dolor que sentiría, pero antes de hablar pudo sentir un dolor intenso que parecía como si estuvieran arrancando un pedazo de piel, abrazo a Yoongi tan fuerte que incluso sentía que lo estaba asfixiando, quería soltarlo pero el dolor era inmenso, Yoongi le pidió perdón si lo estaba lastimando, deseaba no sentir nada en ese momento, parecía una eternidad aquel dolor.

Una vez más, se sintió tranquilo, pero cuando se dio cuenta que Yoongi aún no terminaba de quitar el objeto incrustado en su pierna, se puso nervioso, resulta que había parado para evitar que el dolor se hiciera agudo.

Yoongi sintió como unos labios carnosos suaves, mordian su cuello, no se sentía extraño, ni incómodo, al contrario se sentía muy comodo con aquella pequeña reacción de su "ángel" quería que no se detenga o al menos hasta que termine de curarlo.

Jimin se sentía apenado, mientras  mordía y abrazaba a su amado con más fuerza, el dolor se hacía igual de fuerte, parecía que no tenía fin, de un momento a otro dejó de sentir aquel dolor.

Escucho un susurro:

"Puedes soltarme ya terminamos"

Jimin obedeció al instante, miró a Yoongi a los ojos y ambas miradas se encontraron, como en aquel sueño, Yoongi lo tomó de la barbilla, parecía que quería besarlo hasta quedar sin aliento, Jimin deseaba que haci fuera, pero quería que sucediera bajo el árbol de cerezo. Interrumpió el momento fingiendo un dolor en la pierna.

—Me había olvidado de esto, lo
siento— insinuó Yoongi

—No te preocupes, todos nos olvidamos de algo alguna vez—recalcó Jimin

Yoongi solo pensó en morder esos labios y también escuchar súplicas  para dejarlo respirar, pero no podía dejar que esos sentimientos lo ganen, además tenía que ayudarlo con un problema.

AgriDulce //Yoonmin\\ (en desarrollo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora