Después de que los enemigos de su padre la secuestran y la venden al jefe guerrero Naruto, la princesa Hinata descubre que la vida como esposa de un bárbaro es bastante diferente a la que estaba acostumbrada anteriormente.
Sus días son ciertamente...
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Regresaron al ring, donde Tsunade ya no estaba sola. Tenía sus brazos envueltos alrededor de alguien, una mujer con cabello oscuro muy corto que vestía el mismo tipo de cuero que un hombre. La mujer de cabello corto no era tan alta como Tsunade, pero tenía una cara redonda bonita y bondadosa cubierta por una sonrisa.
"¿Quién es esa?" preguntó cuando todavía estaban a una distancia suficiente para no ser escuchados, y para que Tsunade no se diera cuenta de que se acercaban.
"Esa es Shizune. La esposa de Tsunade."
"Pero Shizune es una mujer."
"Claro que lo es".
Hinata ladeó la cabeza hacia un lado y miró a Naruto. "¿Una mujer puede casarse con una mujer?"
"Yo no interfiero en el amor. Si dos mujeres o dos hombres desean unirse, es asunto de ellos."
"No me dijiste que Tsunade era una amante de las mujeres."
"No se me ocurrió, ya que ella no será tu amante, sino tu tutora. No te preocupes. A diferencia de Sakura, Tsunade tiene la disciplina para mantener su lengua alejada de tu dulce tarro de miel."
Hinata se sonrojó. "Eso no es lo que quise decir…"
"¿A no?" Naruto estaba bromeando. Una amplia sonrisa se extendía por su hermoso rostro. Hinata prefería eso a su ceño fruncido. Deseaba que él la besara, pero no era el momento de besar. Era el momento de disculparse y sentirse tonta.
"¡Tsunade!" Naruto la llamó por su nombre, lo que provocó que se apartara de su compañera y lanzara una mirada en su dirección. "Tengo a tu estudiante."
"Ella no deseaba ser mi alumna", dijo Tsunade, girándose con su brazo todavía alrededor de los hombros de Shizune. "Fue muy clara al respecto."
Hinata trató de no retorcerse visiblemente cuando las miradas de Naruto, Shizune y Tsunade se posaron sobre ella. Se suponía que una princesa debía ser elegante y distante dondequiera que fuera, pero Hinata se sentía más como una campesina traviesa atrapada robando manzanas.
"Ella se equivocó cuando te dijo eso", dijo Naruto arrastrando las palabras, poniendo su mano en la parte baja de la espalda de Hinata y empujándola hacia adelante para que pudiera enfrentar a Tsunade más directamente. "Y le gustaría disculparse."
"Lo siento", dijo Hinata, sintiendo la escasez de su disculpa, pero sin saber qué más decir.
"¿Por?" Naruto la empujó un poco más.
"Por ser irrespetuosa y grosera", dijo deseando que la tierra se la tragara. Podía sentir la mirada curiosa de Shizune también.
En la vida anterior de Hinata nunca habría tenido que disculparse con personas de menor rango. Ser humillada de esa manera fue bastante desagradable.
"Extiende tu mano."
Tsunade repitió su pedido anterior y el corazón de Hinata dio un vuelco. Ahora Naruto vería lo mala que era la mujer. Decidiendo obedecer, extendió su mano y fue sorprendida cuando Tsunade tomó su mano y presionó un beso en la parte posterior de sus nudillos enrojecidos.
