Capítulo 23

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La lluvia que se convirtió
en tormenta.

Camille.

La nueva colección de Parisi's estaba entrando al mercado de manera exitosa. No puedo decir que es un rotundo éxito o que hemos superado a otras marcas, pero para empezar, está bien. Ya tendremos muchas más oportunidades de lograr una visibilidad mayor.

Con el desfile hecho, se respira tranquilidad por los pasillos. Angelo decidió irse de vacaciones por incentivo de Adele y yo no podría estar más que contenta con eso.

Luca y su esposa han ido por la mañana a la empresa y aseguramos un traslado de las prendas a España. Eso es mucho más de lo que podría haber esperado. También he aceptado la invitación de Hana al concurso de moda en Japón, ahora me siento un poco más segura y con Alex más entusiasmado de lo normal, presiento cosas buenas.

Lamentablemente, no todo es bueno para mí. La boda se llevara a cabo en una semana y mi cabeza simplemente ya no podía aceptar esa idea. Estar casada con un hombre que no me ama no es lo que espero de la vida y tendre que hacer algo para evitarlo.

Sé perfectamente lo que conlleva cancelar la boda a tan solo una semana, pero hablare con Connor, al fin y al cabo, a veces muestra signos de raciocinio. Él lo entenderá, casarnos es un error y estamos mejor cada quien por su lado. Yo con mi empresa y él con su trabajo y sus mujeres.

-Mi jefe ha estado ausente estos días, pero los demás empleados hablan muy bien de él. Debe ser una buena persona -habla Astrid.

La escucho, pero mi mente está divagando. ¿Cómo se sentiría ser amada por Célian Fox? ¿Sería cursi o demasiado reservado? Me había invitado a salir muchas veces, pero había sido como amigos y si me trataba así de bien siendo amigos, tal vez si fuéramos algo más...

-¿Me estás escuchando? -reprocha As.

-Lo hago.

-Mentirosa, ¿estás nerviosa por tu boda?

Rasco mi nuca.

-Un poco -Si es que había boda.

-No te preocupes, todo saldrá bien.

Le da un trago a su capuchino. Estamos en su cafetería favorita, cerca de la empresa en donde había empezado a trabajar como secretaria ejecutiva del presidente de una constructora. Al principio, mi madre le pidió que buscara un trabajo dentro de Parisi's, pero Astrid se negó, ella quiere crecer por sus propios medios y, además, dice que la moda la tiene harta.

¿Qué pasaría si le dijera que ya no quería casarme? Es mi hermana, probablemente me apoyaría, aunque esa espinita de desconfianza, me obliga a quedarme callada. Astrid aprecia a Connor, se la había ganado a través de manipulaciones, regalos caros y definitivamente muchos pasteles de chocolate.

Deseo que Connor cometa un error, que salga en una revista de chismes besando a una mujer que, en definitiva, no era yo, y me viera obligada a dejarlo por mi dignidad. Es la única forma que tenía para no salir mal parada en todo esto.

Pero en el fondo sé que eso no sucederá o al menos no antes de la boda, así que solo me queda terminar yo con todo esto y afrontar lo que sea que venga después de ello.

-Te parece si hablamos luego -Me levanto y tomo mi bolso. Astrid se me queda mirando. Saco unos dólares y los dejo sobre la mesa -. ¡Ten un buen día!

Me monto en mi auto y conduzco hasta el departamento de Connor. Es seguro que estará ahí. Sé que ha tomado un nuevo caso, aunque ya no somos lo suficientemente habladores como para que me diga de qué se trata. Sin embargo, cuando tiene mucho trabajo se encierra en su departamento, solo espero que no me corra como siempre lo hace cuando esta ocupado.

God of deception [Libro#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora