cap.8

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Pov. Paula

Se me hace tan raro hablar de la retirada de Alexia. Nunca pensé que la viviría así, en su día le prometí que estaría allí, a primera fila al lado de su familia.
-así irás a Barcelona?- me pregunto Ana-.
-Claro, será la noticia del año. Tengo de ir.
-sabes que lo más seguro es que este Carmen , verdad?-dijo Sara-.
-normal, es su pareja- dije en voz alta aún el daño que me hacía escucharlo-.
-Le dirás que vas? Tienes de hablar con ella, Pau.-decía Sara molesta-.

Hacia unos meses atrás recibí una llamada de la clínica de fertilidad de Manchester, esa clínica donde Alexia y yo rellenamos en su día un formulario en mi nombre, esa donde escogimos el que sería nuestro donante. Me llamaron diciéndome con muy buenas palabras que me hacía vieja y que si quería ser madre tenía de ser ahora o ya tendría nulas opciones de serlo.
Estuve pensando unos días, yo quería ser madre y si este ya era mi último tren lo iba a coger. Llamé y empecé el tratamiento, aún que Sara y Ana no les gustó nada mi decisión pues opte por todo lo que habiamos escogido Alexia y yo en su dia, me apoyaron. Pero eso no quería decir que no desperdiciada oportunidad para decirme que le tenía de contárselo a Alexia. Y más cuando hace una semana me confirmaron que estaba embarazada.

Llego el día donde Alexia colgaría las botas, ese mismo día viajábamos James, Harry nuestro becario y yo. El viaje me sento fatal, estuve con unas náuseas tremendas, les dije que no se preocuparan que me habría sentado mal el desayuno pues los dos me querían llevar al médico y yo me negaba.
Cuando llegamos a la sala de prensa lo primero que hice fue ir directa a Eli y a Alba que estaban allí de pie ablando con la gente. Las abrace tan fuerte, las había echado demasiado de menos, las abrace hasta escuchar un hola tímido a mi espalda. Me giré, no hacia falta que nadie nos presentará las dos sabíamos perfectamente quienes éramos.
-Hola Carmen- dije amistosa-.
-no sabíamos que vendrías- se le notaba que estaba nerviosa en la voz-. Si quieres puedes sentarte en mi sitio yo me sentaré más atrás- comento por sorpresa de todas-.
-Claro que no, te lo agradezco Carmen. Yo tengo sitio allí- dije señalando a James-al lado de mi compañero. Tu tienes de estar aquí, este es tu sitio. Tengo de ir ya con el, en nada empezará.- dije despidiéndome de ellas-.
-Carmen perdona
-dime
-nada dejalo-me arrepentí-.
-Paula, no te preocupes se quien eres.
-ja...no era eso! Es solo que... estoy feliz de que tu estés con Alexia se que cuidas muy bien de ella y que es feliz a tu lado.
-gracias por decirlo
-cuida de ella, se merece ser feliz.
Me fui tan rápido como pude, aún que lo decía con el alma abierta un pinchazo me atravesó el corazón. Sentí una náuseas que pensé que sacaría hasta las tripas, corrí al lavabo viendo como Harry me miraba con cara de preocupación.
-seguro que estás bien Paula- me dijo Harry susurrando así que entre de nuevo en la sala-.
-estoy bien, si no te importa te cambio el sitio creo que tendré de correr alguna vez más hacía el lavabo.
Se levantó con precaución de no hacer mucho ruido y se fue al lado de James, Alexia ya estaba sentada en el atril esperando la señal para empezar con su despedida.
No se si su discurso fue muy emotivo o era yo que tenía las hormonas revolucionaras, así que empezó mis náuseas desaparecieron pero en su lugar las lágrimas y la tristeza se apoderó de mí. Cuando terminó todos de pusieron de pie y la aplaudían la mayoría de ellos con lágrimas en el rostro. Sonreí al verla correr hacia su madre y su hermana dándose uno de esos abrazos a tres que tanto había visto y sentido. Se separó para abrazar a Carmen, se veían tan bien juntas transmitían tanta paz, noté que seguía llorando pero ahora no era por la emoción del discurso era por nostalgia. Me quedé mirandolas desde el final de la sala, la gente las rodeaba esperando su turno para abrazar o hablar con Alexia. Volví a correr hacia el lavabo, realmente el viaje y la emoción me sento mal, no decían que las náuseas eran matutinas- maldecia en pensamiento-. Por suerte el lavabo estaba vacío entre en el primer cubículo y vomite lo poco que me quedaba en el estómago.
-hola?! Estas bien?
Escuche desde el otro lado de la puerta.
-si, estoy bien. Un segundo ya salgo.
-Paula?
-si, soy yo!-Contestaba entre arcadas-.
-que te pasa?!- se notaba en su voz la preocupacion-.
Sali del cubículo y fui directa en el lavamanos a pasarme un poco de agua en la boca y a repasar mi maquillaje.
-si, tranquila. No es nada grave- dije sonriendola para que dejara de mirarme con preocupación-. Puedes decirles a mis compañeros que vayan tirando y yo ya los alcanzaré en el hotel? Por favor, Alba. Que si me ven así se preocuparan más y ya me quieren llevar al hospital.
-puede que no sea mala idea, mírate- decía preocupada-.
-no hace falta Alba, ya se que me pasa y no te preocupes que no es malo. Porfavor diles que me quedo un rato contigo para que se vayan tranquilos.-accedió y volvió dispuesta a que le contará-.
-me vas a contar?
-aquí no.
-te encuentras mejor?- asentí-. Vamos a mi casa y me cuentas, te parece?
-Y Alexia?
-que le pasa?
-tendrás de ir con ella.
-que dices?! Esta Carmen con ella-se calló de golpe al darse cuenta de que me lo decía a mí-.
-vale! Pues vamos
-voy a despedirme, vienes?
- te espero fuera, creo que necesito algo de aire
-esta bien, no tardó nada
-despídeme de tu madre
-quieres que le diga algo a Alexia?
-no por favor, ya la llamaré yo. Creo que no sabe que estoy aquí.
-esta bien. Enseguida estoy contigo.

Vino corriendo a mí, se la veía preocupada, le volví a insistir en que estaba bien pero creo que no me creía. En un momento llegamos a su casa, milagrosamente no me sentía mareada y en mi rostro había vuelto el color. La vi aliviada cuando se percató de mí mejora. Aún así quería saber lo que me pasaba, advirtiéndole que si me volvía a ver mal por mucho que yo dijera me llevaría al médico. Ya en su casa me preparo una infusión decía que su madre siempre les obligaba a beberla cuando se encontraban mal, sabía que era una manzanilla así que sin discutir le agradecí y si un sorbo.
-vas a contarme que te dijo el médico? Seguro que no es nada malo? Tenias una cara horrible
-uff, a ver como te lo explico- dije más para mi que para ella-. Antes prometame que no saldrá de aquí, no lo habalaras con nadie, ni con tu madre-su cara cambió de la preocupación a la seriedad más absoluta-. Prometamenlo!
-lo juró! Pero habla ya porque me estas preocupando.
-estoy embarazada- dije directa sin más-.
-perdona, qué?
-estoy embarazada, Alba
-pero como es possible? Nunca pensé que volverías estar con un chico
-no estoy con ningún chico
-mierda! Fue un rollo?!
-No, Alba.
-no entiendo...
-por favor, no le digas nada a Alexia
-que tiene de ver Alexia con esto?
Le conté todo desde que Alexia y yo miramos sobre la clínica, que escogimos un donante, ella me miraba incrédula, nunca le dijimos a nadie de la familia nuestra intención de ser madres, si lo comentamos pero unos comentarios sin intenciones de nada, por eso la veía como intentaba procesar toda la información. Le conté que me llamaron y que mis ganas de ser madre aumentaron así que tiré adelante e inicié el tratamiento que escogimos con Alexia junto con el mismo donante.
-pero no sabe nada?
-no. No he vuelto a hablar con ella desde que rompimos.
-se va a cabrear- decía incómoda- pero como se te ocurre utilizar el semen? No podías escoger otro?
-tu también lo ves mal? Sara y Ana también me han dicho de todo
-lo que me extraña es que tú lo veas normal.
No podías escoger cualquier otro?
-no pense que fuera un problema, tenía este al abasto que se iba a desperdiciar.
-pero no te das cuenta que este tenía de ser su hijo?-decia indignada-. Habla con ella.
-antes de irme hablaré con ella, te lo prometo. Solo necesito un poco más de fuerza para afrontarla.

SOLO SI ES CONTIGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora