Pov. Alexia
Sali de casa de Paula más confundida que nunca. Le dije que no, pero ahora si que empezaba a odiarla, como se atrevió a volver a mi vida de esa forma. Como se atrevia a decirme que me queria despues de todo. La rabia me inundaba, despues de tanto tiempo deseando su regreso, deseando esa misma confesion, pero justo ahora que he encontrado a una mujer que me hace bien, que me quiere y adora, justo ahora me besa.
No podía llegar así al hotel, en el me esperaba Carmen. Fue ella que me convenció en venir, después de enterarse del embarazo de Paula y de todo lo que pasó en mi casa. Estuvo muy comprensiva, mucho más de la que hubiera estado yo si la situación hubiera sido a la inversa. Y más después de llevar más de una semana sin tener señales de vida por mi parte, ella me había llamado, me había mandando mensajes y la única respuesta que obtuvo fue un "estoy bien, ya te contaré. Pero ahora necesito digerir". Así que ella respeto, en un principio mis tiempos, hasta que al ver que se albergaba más de la cuenta apareció en mí casa dispuesta a no marchar hasta que le hubiera contado.
Me acompaño al psicólogo llegando a entrar en una sesión conmigo. Allí fue donde descubrí que quería formar parte, que siempre pensé en ese niño como mío y ahora no podía ser menos. Se que al oírme llegar a esa conclusión no era lo que quería, se que le llegó a molestar y sobretodo que le era muy difícil de entender. Aún así Carmen demostró una vez más, lo buena mujer que és y que lo único que le importa es mi felicidad, prometiendo ayudarme en todo lo que hiciera falta.-Ale?-escuché detrás de mí-.
-AnaMaria, Hola!- dije levantándome del columpio donde me senté intentando tranquilizarme-.
-qué haces aquí? Lo sabe Paula?-pregunto abrazandome-.
-si, he estado en su casa..
-vaya! Por lo que veo, no fue muy bien las cosas..-nos quedamos en silencio cada una sentada en un columpio, yo con la mirada perdida y ella observándome de vez en cuándo-.
-tu sabías?...-empecé a preguntar pero me callé-.
-lo siento, se que tenía de haberte dicho del embarazo pero era ella que tenía de contarte...
-ya...no me refería a eso...
-Ale, que pasa?! Quieres venir a mi casa y hablamos con calma? Sara no está y tranquila que Paula no vendrá.Entre en su casa y le conté todo lo sucedido, haciéndole prometer que la conversación no saldría de esas cuatro paredes. Cuando le dije que Paula se me declaró, AnaMaria abrió tanto sus ojos que casi le salen de las órbitas dejándome claro que nunca pensó en que Paula siguiera enamorada de mí. AnaMaria era muy buena dando consejos, y sobretodo quitando hierro a los problemas. Me dijo que podía llegar a ser normal, que cuando me beso yo siguiera ese beso, que al tener un pasado qué fue muy bonito, es muy fácil dejarse llevar, pero que eso no significaba nada y que si tenia claro que quería a Carmen no tenía de que preocuparme.
Sali de su casa ya tranquila dispuesta de ir a descansar y pasar la tarde con mi chica. A Carmen no le conté nada de los sucedido, solo que mañana iría otra vez y hablaríamos en como llevarlo. Yo estaba muy agradecida de como lo estaba llevando, porque sabía de sobras que no le era nada fácil y aun así intentaba entenderlo y sobretodo me daba todo su apoyo.Esa noche hicimos el amor, en mi interior necesitaba demostrarle o demostrarme que a la que yo quería era a ella, pero mi mente no estaba en el mismo lugar, mi mente seguía en la confesión de Paula y en ese beso que me gustó mucho más de lo qué queria aceptar.
Carmen no tenía ni un pelo de tonta, y noto perfectamente que algo estaba mal, no dijo nada, ni yo tampoco. Una lágrima recorrió su cara en mitad de nuestra sesión de sexo, en ese momento que la vi llorar me sentí muy culpable e intenté parar obteniendo una negativa por su lado y casi una súplicas para que siguiera. Cuando terminamos nos miramos en silencio, a ratos parecía que tuviéramos miedo a poder decir algo que llevara a tener una conversación que ni ella yo queríamos iniciar.
-te amo- me dijo mirándome fijamente a mis ojos-.
Le regalé una sonrisa, pero esa respuesta que esperaba no llegaba, ese te amo que tantas veces había salido de mi boca parecía haber desaparecido de mi vocabulario. Al darse cuenta que no iba a decir nada, se giró dándome la espalda, haciendo que yo la imitara, cada una mirando la pared más próxima, hundidas en nuestros pensamientos. Sabía de sobras que seguía llorando en silencio, pero que iba a decir? que podía hacer? La ignore, dejando que sacara todos sus pensamientos en forma de lágrimas hasta quedar dormida.
Nos desperto un trueno que parecía haver caído en nuestra habitación, un temporal de lluvia y viento caía encima de nosotras.Esa mañana tenía de volver a hablar con Paula. Carmen quiso acompañarme, no quería que fuera yo sola. Pero yo me negué, provocando su enfado y nuestra primera discusión. Cogí un paraguas y me fui dando un portazo en la habitación del hotel.
Cuando Paula me abrió la puerta de su casa estaba empapada, la lluvia no había cesado y el viento destruio mi paraguas nada más salir.
-madre mía, Alexia! Estas empapadisima. Ve a la habitación a cambiarte o vas a coger una pulmonía.
Me quedé mirándola empanadisima, no esperaba que su rostro mostrara esa preocupación por mi bienestar, tengo de confesar que verla preocuparse así por mí me gusto.
-venga! Sube a la habitación y coge lo que quieras, pero quítate de una vez esa ropa mojada que me estas dejando el suelo mojadisimo! Voy a prepararte un chocolate calentito que te irá de lujo.
Le agradecí, realmente estaba helada. Subí a la habitación, esa habitación que un día también fue mía, al entrar en ella una nostalgia desconocida hasta ahora se apoderó de mí. Respire hondo y abrí el armario, hecho un vistazo rápido y allí la vi, una sudadera que le había regalado años atrás. Mis manos fueron directa a ella, la desplegé y la miré, se veía que tenía sus años. No me preguntéis porque, como si fuera un impulso la olí, olía a ella. Como si fuera la droga más potente no podía dejar de olerla. Me la puse junto a un pantalón de chándal y antes de bajar me sorprendí a mi mismo volviendo a olerla y abrazandola como si fuer el tesoro más preciado.
-Aún la tienes!-dije al ver a Paula mirarme embobada-.
-ya sabes que siempre me ha gustado mucho. Además fue mi salvavidas cuando me fui a Francia. Olía demasiado a ti y así me sentía en casa.
-y ahora huele a ti- dije en un susurro-.Esta vez la conversación con Paula cogió otro rumbo, fue amena, sin discusiones. No solo hablamos del bebé sino también de nuestras vidas. Ella me contó que seguía en el mismo lugar pero ahora era directora de deportes de la cadena, y yo le conté que estaba entrenando a los cadetes del barça y que la próxima temporada entrenaría el barça B femenino.
Nuestros acuerdos fueron fáciles, el bebe viviría con ella como es lógico y yo tendría derecho a visitarlo siempre que quiera, los festivos más importantes serían repartidos a partes iguales. Le dije que quería formar parte desde ya, y que quería estar en el parto. A ella le pareció bien. Supongo que haberlo ablando mil veces antes de nuestra separación las dos sabíamos perfectamente como queríamos educarlo y como lo haríamos, así que todo fue muy fácil.-tu ropa sigue mojada- dijo cogiendo una bolsa-.
-no te preocupes voy directa al hotel...
-ni de coña, Ale! No te pondrás la ropa estando mojada. No te preocupes llévate la que te has puesto.
-Paula, no se...
-me la devuelves en un mes! Recuérdalo.
-la Eco, lo tengo todo apuntado en la agenda del movil.
![](https://img.wattpad.com/cover/331926839-288-k722432.jpg)
ESTÁS LEYENDO
SOLO SI ES CONTIGO
Hayran Kurgucontinuación de sólo si preguntas tú. Han pasado diez años desde la última vez que hablamos. en este tiempo Paula cumplió su sueño siendo actualmente una de las periodistas deportivas mas cotizadas del mundo.