cap.5

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Pov. Alexia

Los días pasaron y por desgracia tenía de volver a Barcelona. Nos prometimos hacerlo mucho mejor, hablaríamos cada día ni aun qué fuera un minuto, y al saber que cada lunes Paula bajaría y podríamos pasar el día juntas aún lo hacía mejor.

Cuando aterrizé en Barcelona todo era sol y buen tiempo pero en mi interior el día era más nublado que los días vividos en Londres. Llamé a Mapi y a Jana ellas conseguían distraerme con facilidad, su sentido del humos siempre me hacia reír y ahora era lo que más necesitaba.
-Que tal tu escapada romántica?- pregunto Mapi levantando las cejas varias veces sin pausa-.
-Ale!!- dijo Jana saltando encima de mí-. Espero que te haya tratado bien- dijo cruzando la puerta de mi casa-.
-claro que me ha tratado bien! Y mi escapada fue increíble.
-Así sigue todo adelante? Te nos casas en nada.
-En cuatro meses seré una mujer casada- dije con una gran sonrisa-. Y si todo va bien en poco más seremos madres...
-madre mía, Ale!. Que hace nada estabas apunto de separarte..
-por que somos tontas, Jana.
-bueno!!- dijo Mapi al ver la desaprobación de Jana y que por aquí podiamos empezar a discutir- lo habéis hablado- yo afirme-. Solucionado y os queréis y queréis lo mismo...Si lo tienes claro yo me alegro mucho por tí.
-que yo también me alegro-aportó Jana-.solo no quiero que sufras.
-y que tal con tu chica?- pregunté a Jana-. Tengo unas ganas de tenerla aquí..
-jajajaja si tu tienes ganas ya no te cuento yo.
-mira la peque, que espabilada- rio Mapi-.
-después de tantos años y tantos rumores que por fin venga- dijo feliz-. Tengo ganas de hacer vida de pareja como tú y tu princes.- se refirió a Mapi-.

Pasamos todo el día juntas, hablando un poco de todo, salimos a pasear por un parque cercano a mi casa y cuando me di cuenta Paula ya me estaba haciendo una videollamada. Me separé un poco de las chicas que seguían jugando con Nala en el parque y contesté.
-Hola amor, que tal tu día?
Fue lo primero que dije al descolgar.
-Que te pasa?- pregunté al verla con cara triste-.
-Que te hecho mucho de menos, me gusto mucho tenerte aquí.
-A mi también me gusto estar a tu lado.
-donde estás? También echo de menos este solecito.
-en el parque del lado de casa.
Estaba en medio de la conversación cuando la pelota de ropa de Nala impacto en mi cara.
-jajajajaja- se reía Mapi, tirándose encima de mí para ver con quien hablaba, aunque lo sabía de sobras-.
-mira que empanada la tienes que ni reaccionó con la pelota-.Le dijo a Paula quitándome el móvil de la mano-.
-pero como se te ocurre hacerle eso, que le podías haber hecho daño?!
-ala, que exagerada! Qué es de ropa!!
-mira que si le haces daño cuando venga te machaco, eh! Maria Pilar
-jajajajaja que te ha dicho tu nombre completo- se reía Jana-.
-devuelvame el teléfono!-dije seria-.
-toma, fiera, toma
-adiós Paula. Vamos a entretener a Nala que no quiero que se traumatice si escucha a sus madres decir guarradas-. Dijo Mapi haciendo reír a Jana, mientras yo negaba divertidas-.

Esa primera semana cumplimos en todo lo que nos prometimos. Nos llamábamos cada día, teniendo de colgar al ver que ya llevábamos horas enganchadas al teléfono y se nos hacia tarde.

Me pasaba el día entrenando, quería colgar las botas por todo lo alto y eso pasaba por estar mucho tiempo en el gimnasio, las jóvenes venían muy fuertes y aun que es difícil competir físicamente con alguien diez años menor yo haría lo que fuera para estar allí. A las ocho de la noche llegaba a casa y me ponía a buscar los artículos que escribía Paula, los leía esperando su llamada. Me enganchaba leyendo sus artículos, me imaginaba a ella en su escritorio lleno de documentos con rumores y soplos que muchas veces provenían de los mismos deportistas, con su café en mano y frotándose los ojos ya cansados de tantas horas delante de la pantalla.

Llegaba el lunes y con él en el primer vuelo también llegaba Paula. Y allí estaba yo, en las llegadas del aeropuerto de Barcelona a las seis de la mañana a primera fila esperando impaciente a que se abrieran esas enormes puerta y apareciera detrás de ellas mi chica.
Allí estaba, desde lejos se veía cansada, conociéndola seguro que no había dormido nada, seguro trabajo hasta tarde y si tenia de estar a las tres en el aeropuerto...
-por fin estas aqui- dije después de darle un beso-.
-te he echado demasiado de menos- dijo tierna-. Vamos a casa?!
-vamos. Que tendrás de dormir un poco.
-no, vamos a aprovechar el tiempo que estemos juntas.
-y lo haremos, pero tienes una carita de sueño que no puedes con ella. Así que vamos.

Paula estuvo durmiendo hasta el mediodía que fui a despertarla. La llevé a comer cerca de la barceloneta en un restaurante a primera línea de mar, teníamos una vista increíble a la costa y nos guardaron la mesa más apartada que tenían, allí muy poca gente nos veía. Luego nos relajamos dando un paseo por la playa para luego volver a casa a seguir con la preparación de nuestra boda.
Ya casi lo teníamos todo arreglado. Conseguimos acortar la lista de invitados que por mucho que queríamos que fuera un evento más privado cuando nos dimos cuenta ya teníamos casi cien invitados. Al final reducimos a unos setenta. Mapi se ofreció en hacernos el diseño de las invitaciones y aun que tenía mis dudas todo y saber lo bien que dibuja, al final aceptamos al ver un par de propuestas que nos mostró. Mañana teníamos de ir a catar los platos del catering y así escoger por fin los definitivos. Iríamos solo nuestras madres y nosotras, ellas estaban encantadas y casi más ilusionadas que nosotras.

-uff! Que difícil es todo- me lamenté-.
-si, es agotador- se unió Alexia-.
-si dejarais que nosotras os ayudaramos, no estaríais así. - dijo mi madre.
-por algo dicen que es la primera prueba del matrimonio.-dijo Teresa riendo a lo que mi madre se unió-.
-pues si es así lo hemos superado bien, verdad amor?
-la verdad es que sí, ya solo nos falta el fotógrafo.
-pero las fotos no las hará Elena?- pregunto Teresa a su hija-.
-como quieres! Elena es invitada, no puede trabajar.- Paula se giro a mirarme-. Pero si le podemos pedir que las haga alguien de su equipo.
-si ella no coge una cámara, por mi bien.
-mañana la llamo, y mamá no le digas nada.

Hace dos años que Marc el hermano de Paula había empezado a salir con Elena, ella es una gran fotógrafa y muy amiga de Paula, de hecho fue ella quien los presentó. Fue una semana que viajaron desde París para cubrir un artículo, Elena fue invitada para quedarse en nuestra casa y como era costumbre su familia venía a comer cada vez que ella se quedaba en Barcelona.

Cuando llegamos a casa, nos sentamos delante del televisor, acurrucadas mientras nos acariciabamos despacio como si quisiéramos parar el tiempo. Hacia demasiado tiempo que que no disfrutábamos de ese rato a solas, sin decir nada, sólo teniendo la compañía de la una para la otra. Estaba tan a gusto, que aún que me moría de sueño, no gozaba moverme y romper el momento. Hasta que no pude más mi brazo empezaba a dormirse por la mala postura.
-Amor- le susurré-. Se me duerme el brazo
-perdona, así mejor
-mucho mejor- moví mi cabeza lo justo para depositar un beso en su cabeza.
-por fin lo tenemos todo!- dijo feliz de la nada-.
-si, es un gran alivio. Ya solo nos falta que llegue el día y serás solo mía- le dije abrazandola-.
-ya soy solo tuya.

SOLO SI ES CONTIGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora