ONCE
MARECK
Nunca he sido una persona que este a favor de las infidelidades o mentiras, después de la noche de año nuevo y ver el beso de Ayla y Cole, el me pidió que me alejara de ella porque iban a intentar algo, pero querían conocerse bien primero, al principio no lo creí pero luego Cole llegaba con nosotros a contarnos las citas que había tenido con ella, lo feliz que estaba y que quería ir muy lento porque no quería regarla, pero hay algo en la mirada de Ayla que me hace pensar lo contrario, no lo mira con el cariño de dos personas que están saliendo, pero que voy a saber yo de eso, tal vez Ayla también lo está tomando todo con calma. Después de lo que tuvimos aquella noche me limite a hablar de cualquier cosa que no fueran temas de la auditoría, se lo que se siente que un amigo te traicione y es exactamente lo que acabo de hacerle a Cole, porque sé que no hice lo que hice con Ayla viéndola como una amiga más y tampoco fue algo casual, dejé que mis emociones me controlaran, sé que esa noche lo que hice con Ayla involucro sentimientos y no puedo sacarme la escena de mi cabeza, es algo con lo que sueño constantemente, y me duele porque se lo enamorado que está Cole de Ayla y sé que están saliendo juntos incluso podría apostar que ya han tenido algo más por llamadas que han tenido y que Cole cree que nadie escucha.
Hoy es el cumpleaños de Ayla, le mande a hacer un pastelillo con un dibujo de un mensaje de texto, espero que le cause gracia como a mí y también espero que Cole no lo mal entienda, es mi manera de decirle que todo sigue como antes, que no se sienta culpable por haber traicionado a Cole también, por que sé que muy en el fondo se siente culpable, pero estoy seguro de que no volveremos a hacerlo.
Cerraron por dos semanas el restaurante y eso me ayudo a no verla y que dejara de sentirme incomodo cuando estamos cerca, pero ya volvió a abrir y tenemos que regresar a ensayar y tocar; la noticia salió en todos lados, parece ser que el contador no solo le robo a Ayla, fueron muchas personas las que salieron después de esto. Llegué al restaurante pero no vi a nadie, pensé que al menos Ayla ya estaría aquí, me dijo que llegaría temprano, fuí a acomodar mis baquetas cuando escuché un ruido, viene de la oficina de Ayla, caminé hacia allí, probablemente este ordenando todos los papeles, es mi momento para darle el pastelillo sin que Cole o alguien más lo vea, agarré la manija y cuando estaba por abrir escuche los gemidos de Cole «Rayos, están teniendo sexo.» Salí corriendo de ahí y tiré el pastelillo a la basura igual fue una estupidez desde el principio, no debí hacerlo si se supone que solo quiero su amistad.
Han pasado varias semanas desde que escuche a Ayla y Cole en su oficina, no he podido voltear a ver a ninguno de los dos a los ojos, llegan a mi cabeza imágenes que no quiero que estén ahí, pero es difícil controlarlo, llegan sin avisar. Según Cole ya le iba a pedir a Ayla que fueran novios hace unas semanas pero no siente que ella este lista, según las cuentas de Cole, llevan meses de estar saliendo y no sabe si es muy pronto o si aun necesitan más tiempo, yo no puedo aconsejarlo así que solo me limito a escucharlo y asentir o negar con la cabeza ocasionalmente, Ayla también se ha limitado a solo saludarme de lejos y una que otra vez compartir algún chiste, no sé si tenga miedo de que yo le cuente a Cole lo que paso, pero jamás lo haría y no solo porque no quiero lastimar a Cole, sino porque tampoco quiero lastimar a Ayla, sé que no está bien esto que voy a decir pero creo que me he enamorado de ella, me gusta escuchar su risa a lo lejos, es de esas personas que tiene diferentes risas y sonrisas y he aprendido a reconocer cada una de ellas, la que más me gusta es cuando algo la hace reír de verdad, es una risa tan genuina y contagiosa, sus ojos se hacen tan chiquitos que apenas y puedes notarlos, siempre le salen lágrimas, una o dos a lo máximo, se toma el tiempo de respirar porque le duele el abdomen, toma una pausa de dos o tres segundos y vuelve a reír, esa risa me vuelve loco, otra de las cosas que me encantan de ella es cuando está un poco triste, es muy despistada, pregunta las cosas dos veces o se queda parada en medio de la nada tratando de recordar que es lo que tiene que hacer y sacude la cabeza como si así aterrizara su mente a donde tiene que estar. Y sé que está mal, no puedo enamorarme de la misma mujer de la que mi mejor amigo está enamorado y quién lo ha cambiado tanto. Hoy me toca cubrir a Cole, dijo que tenía algo muy importante en su trabajo y no va a poder venir y fielmente creo que es una oportunidad del destino para poder hablar con Ayla y hacerle entender que nunca le diré a Cole lo que paso, está encerrada en su oficina, quiero esperar a que salga para hablar con ella porque si entro a esa oficina solo pensare en ella y Cole y no podré decir ni una palabra, estoy sentado arriba de una de las mesas esperando a que salga de su oficina, pero se me está haciendo eterna la espera, cada segundo que volteó a ver el reloj siento que no avanza nada, asi que mejor me agarro de valor y entro en su oficina, toqué tres veces la puerta antes de entrar.