Capítulo 16: Germinación

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Con frecuencia vemos el vino, aquella bebida morada, rosada o blanca, como el resultado final, pero lo cierto es que para poder perderse en la exquisitez afrutada, es necesaria de unas uvas en su punto. Y para que eso ocurra se necesita del proceso de la germinación. Este proceso puede tomar un buen tiempo, pero hace parte del buen vino. Lo mismo sucede con las personas, necesitan germinar para poder darle un toque de sentido a la vida. ¿Quizás un tanto dulce, quizás un poco amargo, o tal vez una combinación de ambos?

Cinco meses después

Desde aquel día en que Christian Lombardi y Raúl Genovesse se dieron un apretón de manos, formalizando su parentesco y en señal de bandera blanca, todos los miembros de ambas familias entraron en el terreno de tregua, una fase un tanto inusual. Ya no había límites que los separaran; ahora estaban enfocados en hacer germinar a "Navarro vinos", una propuesta que estaba empezando a resonar con mayor fuerza en los medios y a atraer a catadores muchos más especializados. Esto se debía a que se trataba de una marca con una identidad cautivadoramente propia. 

El terreno local o nacional les quedó en pañales; comenzaron a tantear un terreno ferozmente internacional. Y en menos de nada, todo el mundo estaría hablando y maravillándose de la deliciosa receta de las hermanas Navarro, Vera e Yvette.

Sofía Lombardi, como la felina que era en el mundo de los negocios, más contenta no podía sentirse. Navarro Vinos suponía una satisfacción especial para ella, era un elemento distinto y retador. Sin embargo, había varios detalles que no perdía de vista, además de afilar su gran instinto empresarial, había dejado germinar el amor en su pecho. Se estaba permitiendo posponer una que otra reunión laboral para compartir con su familia, se estaba permitiendo descansar junto al hombre que supo capturar su corazón y se estaba permitiendo delegar funciones a sus colaboradores, permitiéndose así destinar tiempo a su lucha para conseguir la adopción de Miguelito.

Finalmente, se estaba llevando a cabo un evento que haría parte de la germinación de Valentina Lombardi. Tendría que dejarlo todo junto a Fénix en las pistas del campeonato nacional, Valentina se preparó minutos antes de su llamado. Hizo una serie de respiraciones acentuadas y unas prolongadas exhalaciones a modo de relajamiento antes de montarse sobre su compañero equino. Quería lograr ser la dueña de una mente despejada y antes de subirse al lomo del caballo, recordó una que otra frase animosa que le habían otorgado cada extensión de su familia. 

Una vez fue su turno, Valentina salió a toda galopa, buscando obtener su mejor marca. A medida que hacía los saltos con una precisión fina, sus ojos destellaban de la adrenalina pura. El deseo de dejar atrás su orgullo la impulsaba. Necesitaba hacerlo de una vez por todas; se lo debía a si misma. Y lo hizo. Dominó el último salto con un pequeño truco que hizo levantar a todo los espectadores de sus asientos para vitorearle. Siendo la última concursante, generó una sensación de euforia en el ambiente. Consagrándose como la campeona nacional de salto ecuestre.

Una oleada de felicidad interna sobreabundo a Valentina, aunque no tanto por ser la campeona de aquel concurso, sino más bien por haber puesto fin a sus constantes luchas internas. Había decidido que el miedo ya no sería quien tomará las riendas de su vida ni mucho menos dejaría que la dominara el qué dirán. Por primera vez, sintió que al soltar el excesivo control sobre su corazón, este estaba respirando como debía. Los muros sobreprotectores se desvanecieron, develando un corazón agradecido.

La ceremonia de premiación tomaría unos minutos más mientras se organizaba el podio. Entretanto, Valentina quería aprovechar ese lapso para acercarse y celebrar junto a su familia.  No obstante, al desmontarse de Fénix siente que alguien la está observando. Para comprobarlo, decidió buscar esa mirada, en definitiva, la encontró. Era aquella mirada fascinada que había extrañado tanto.

Vino y amor desbordanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora