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enzo me había convencido que vaya a verlo el día que permitían visitas por parte de los familiares de los jugadores

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enzo me había convencido que vaya a verlo el día que permitían visitas por parte de los familiares de los jugadores. al comienzo obvio me negué porque prefería que vea a su hija y yo no estar en el medio pero después de que no parara de insistirme en la llamada que estábamos haciendo acepte, otro facto que influyó fue que me dio un horario en el que no estarían la hija ni la madre.

no era por mala, ambas me habían caído muy bien y como dije anteriormente olivia me parecía una nena muy dulce pero no me sentía cómoda para mezclar todo todavía. podíamos ver partidos juntas, obvio, pero pasar una tarde como si fuéramos familiares no. más cuando todavía no estaba en nada concreto con enzo.

él me comprendía y esperaba todo lo que necesario, me lo había dejado en claro muchísimas veces. obviamente me chamuyaba y endulzaba el oído como siempre lo hizo desde que tenemos catorce años pero no intentaba ir más allá, esperaba siempre a que yo diera el paso a estar más cerca. lo adoraba por eso.

llegué al hotel y al entrar al lugar donde estaban todos los futbolistas con los familiares recibí varias miradas, algunas porque obviamente no sabían ni quien era y otras porque habían escuchado de mi trabajo. últimamente mi fama estaba despegando bastante rápido.

de lejos observé como miranda y lisandro estaban hablando junto a cristian y otra mujer que no conocía. ahora que la volvía a ver me había quedado con las ganas de conocerla a fondo, deseaba cruzarmela otra vez para poder charlar un poco más.

intente que las miradas no me intimidaran y me acerque directamente hacia julian y enzo. no me sorprendió que estén juntos.

- ¿cómo esta mi futbolista favorito? - pregunté dejando mi cartera a un lado y saludando con un beso en la mejilla a ambos, la mano de enzo se situó en mi cintura dándome un apretón, lo mire sonriendo

antes de que el futbolista del benfica pudiera responder se le adelantó julian.

- bien, negrita, contento con el resultado de ayer - respondió para luego reírse de la cara que enzo había hecho, imite su acto - los dejo solos antes de que enzo me mate, siempre es lindo verte, leo

lo saludé devuelta y mire a enzo reprimiendo la sonrisa. seguía con cara de culo.

- cambia esa cara, sabes que lo dijo jodiendo - le dije mirando su rostro, él bajo la mirada. todavía seguía a su lado con su mano en mi cintura

- es un gil, yo solo puedo ser tu futbolista favorito - respondió todavía ofendido, era un nene chiquito cuando se lo proponía

- no podes competir con messi

con esa respuesta logré que una sonrisa se dibujarse en su rostro y negara. me tomó de la mano y comenzó a llevarme hacia las habitación, especialmente la suya y la de julian.

cuando entramos él se lanzó a la que supuse que era su cama y abrió sus brazos indicándome que quería que me acostase a su lado. sonreí y me saque las zapatillas para poder acostarme con él.

se sentía extraño pero a la vez demasiado bien volver a tener mi cabeza sobre su pecho, no me había dado cuento lo mucho que extrañaba estar así hasta ese momento.

comenzó a hacerle caricias en el brazo descubierto y justo cuando pensé que me iba a quedar dormida, porque amaba demasiado los mimos, él me habló. podía sentir su pecho vibrar.

- ¿cómo te sentiste ayer? ¿con valen y mi hija? - me preguntó, me tomó un poco desprevenida por lo que tardé en responder

me gustaba que se preocupase por mi, por lo que me pasaba y sentía. que intentara hacer que este cómoda en todo momento, me estaba ganando otra vez.

- no te voy a mentir, es un poco raro y me hizo sentir incomoda. no por algo de ellas, pienso que las dos son un amor y oli se parece muchísimo a vos pero siento que es mucho de golpe, necesito acomodar todavía muchas cosas en mi cabeza - respondi acomodandome mejor sobre su pecho

lo que menos quería era incomodarlo a él con esta situación, sabía que su hija era muy importante para él y que mal o bien valentina también formaba parte de su vida. era cuestión de adaptación, solo que todavía necesitaba tiempo para mi misma, para comprender y sanar.

- no sabes lo feliz que me hace que te lleves, aunque sea muy poco, con oli y obvio que entiendo que esto te cueste. tenes todo el tiempo del mundo, lola, primero quiero que estés bien vos y después vemos como sigue todo esto. solo te pido que no me alejes de tu lado, no podría soportar más tiempo separados

se acomodó mejor para que estemos frente a frente, ya mi cabeza no estaba sobre su pecho. le sonreí para calmar los nervios que se que estaba sintiendo.

- yo tampoco, en. es difícil pero estoy dispuesta a perdonarte y a volver a arriesgarme pero por favor no lo vuelvas a hacer, yo no soportaría que me lastimases otra vez, demostrame que esto vale la pena

acercó su rostro hacia el mio, nuestras frentes estaban pegadas. me sentía segura a su lado, todo parecía correcto, que por fin las piezas encajaban en mi vida.

- no me perdonaría a mi mismo lastimarte, lola. te prometo que te voy a hacer la mujer más feliz

nos quedamos así, un rato en silencio, los dos juntos. sintiendo y disfrutando solamente la compañía del otro, escuchando como nuestros corazones latían al mismo tiempo. no necesitábamos nada más.

yo era suya y él era mio. por más que intentaramos alejarnos era imposible separarnos, siempre volvíamos.

volverás | enzo fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora