volverás | enzo fernández

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baje del avión un poco desorientada, era mi primera vez en estados unidos y no tenía idea de absolutamente nada, aparte de que estaba sola. por suerte me sabía manejar con el idioma, agradecía a mi madre por haberme obligado a estudiar inglés tantos años de mi vida.

luego de agarrar mi pequeña valija me dirigí hacia afuera del aeropuerto para tomar un taxi y finalmente instalarme en el hotel.

enzo había llegado dos días antes, me había llenado de mensajes contándome todo lo que sucedia. parecía un nene con un nuevo juguete, estaba muy ilusionado.

me alegraba por él, le respondía absolutamente todo con la misma intensidad. conocía lo horrible que era que la gente no te prestara la suficiente atención.

igualmente mantenía distancia. cada vez que me tiraba un palo, porque obviamente lo hacía, enzo no es enzo sin algún intento de chamuyo, yo lo ignoraba. no me sentía cómoda del todo, dentro mio seguía herida.

una vez llegue al hotel me tire directamente a la cama y le avise a enzo que ya estaba en el país. apenas leyó el mensaje me comenzó a llamar.

- hola, lola, que hermosa que estas - me dijo cuando atendí la llamada, él también estaba tirado en la cama y me brindó una de sus hermosas sonrisas

por dentro estaba que me moría, sabía que mis mejillas se habían vuelto rojas. rodee los ojos intentando no prestarle atención e ignore su piropo.

- ¿cómo estas, enzo? ¿como es entrenar con messi? - pregunte acomodandome mejor en la cama, los vuelos siempre me cansaban demasiado

- que hija de puta que sos, yo sabía que me habías atendido solamente por messi. ahora no te cuento más nada - contestó haciéndose el ofendido, escuche otra risa masculina de fondo pero no le presté mucha atención

- dale, gil. si te moris de ganas de contarme todo lo que hace

él me dio la razón y me contó absolutamente todo lo que él diez de la selección argentina hacia, como lo había tratado apenas llegó a la concentración y lo fácil que era jugar a su lado. le brillaban los ojos como nunca antes, estaba cumpliendo uno de sus más grandes sueños y yo me sentía muy bien por estar a su lado.

sentía esa calidez que solo él me brindaba, tal cual como era cuando estábamos juntos. me daba muchísimo miedo mandarme otra vez pero ahí estaba arriesgandome, solo porque lo amaba.

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pasaron los días y llegó el primer amistoso de la gira en estados unidos, la selección se enfrentaba a honduras y enzo comenzaba de suplente.