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𝕄𝕠𝕣𝕒𝕕𝕠

Ya han pasado un par de años desde el ultimo contacto que he tenido con Rosa, mi corazón llora al saber que ella no confia en mi, siento que se estruja con fuerza rompiendose en el proceso, ¿por que no confia en mi? ¿Acaso cree que yo hare algo en su contra? ¿Que la delatare? Oh Rosa, deja de evitarme y vuelve a mi, mi linda princesa.

Ultimamente ella a discutido con las otras Diamantes, ella ya se enamoro de la vida en la tierra y quiere protejerla, por supuesto que esto provoco problemas, aquella ves intente hablar con ella pero solo paso a mi lado sin hablarme, cuando la llame me ignoro y siguio derecho.

-Maldición... -golpee el recostabrazos de mi trono haciendo que se quebrara-

Estaba frustrada, ¿debia intervenir? ¿Debia quedarme al margen de todo? ¿Qué hago, qué hago?

Morita: M-Morado, ¿estas bien..? -baje mi mirada, ahí estaba ella, sus ojitos llenos de temor y preocupación, el golpe que di fue muy fuerte, seguro la asuste-

-si, disculpa si te asuste con aquel golpe... Es solo que... -mire mi monitor, un suspiro salio de mis labios- no se que hacer la respecto de Rosa...

Morita: entiendo Morado, ella... Se a alejado de ti, sinceramente no la entiendo -miro la puerta que daba al balcon- ella solo se alejo... ¿Por que se alejaria de ti? Has sido muy buena con ella. En verdad quisiera poder darte palabras de animo -me miro con ojitos tristes- pero.. No se que decir en esta ocación, lo lamento...

-esta bien... De todas formas, tampoco creo que algo de lo que dijeras hubiera funcionado, esto es algo que directamente tengo que resolver con Rosa o no estare en paz nunca.

Con des animo mire otra ves a mi pantalla, en ella, en la parte baja en una esquina estaba el simbolo Diamante, con mi pulgar toque con delicadeza el simbolo que representaba a Rosa, mirandolo con tristeza.

ℝ𝕠𝕤𝕒

Estadon frente de ellas volvia a suplicar, no queria acabar con la vida de ese mundo, no queria dañar esa belleza, ¿acaso solo las gemas tiene derecho a vivir? No, ni eso.. ¿Acaso solo las Diamantes tienen derecho a una vida? Si es que a esto se le puede llamar vida.

Amarillo: ya te lo dijimos Rosa, ¡pediste un planeta y por las estrellas que te dimos un planeta, ahora haste cargo! ¡Se una Diamante y has que la colonia y tus tropas sigan su curso como debe ser! -me miro con su expreción dura, esa mirada que te hacia sentir inferior al instante, como si te odiara y odiara tu simple existencia-

-p-pero... Amarillo... -baje mi cabeza mirando al suelo, sentia que mis lagrimas salian de apoco- ¿Azul..? -la mire con un poco de esperanza, esperando que ella si lograra recapasitar las cosas, ¡esto estaba mal! ¡Acabar con la vida de todos esos seres tan curiosos e increibles era una abominación!-

Azul: ay Rosa, te estas comportando como una insensata, ¿sabes cuanto nos esmeramos en conseguir ese planeta para ti? ¿En buscar uno apropiado para ti, para tu primera colonia? Pediste por un planeta, rogaste por una colonia, hiciste muchos berrinches, Rosa, ¿y ahora quires dejar todo atras? Lo lamento por ti Rosa, no se que te llevo a comportarte de esta manera tan grocera y atrevida, desagradecida; si no puedes cumplir con tus obligaciones entonses te encerrare por los siguientes mil años, yo misma me encargare de que esa colonia se lleve acabo. encargate de ella sin más quejas o esto dejara de ser solo una simple advertencia, ¿Entendido? -ella siempre hablando con su voz delicada y hasta dulce, pero sus palabras son crueles y sin tacto, ¿acaso para ellas en verdad no puede existir algo mas que esto? La mire con decepción-

lo frágil de un diamante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora