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𝕄𝕠𝕣𝕒𝕕𝕠

Morita: ¡un dos tres por tí, ya te vi! -anuncio animada apenas se aparecio frente a mi, corriendo como loca hasta llegar a la columna que usabamos como referencia- ¡un dos tres por Morado!

Reí y salí de mi escondite, sentandome cerca del portal en lo que Morita salía a buscar a las Spinel.

No paso mucho para que Petalo y Morita corrieran a la columna, siendo superadas por Mini, quien estirando su brazo toco la columna.

Mini: ¡paz por mi y por mis amigas! -gritó sonriendo, para luego estirarse hasta llegar a mi- ¡ganamos! -su estirado cuerpo cayó sobre mis piernas, para despues removerse como lombris, volviendo a su tamaño normal-

Morita: ay, no es justo, ustedes se estiran sin hacer un esfuerzo verdadero, es trampa.

Petalo: parece que alguien de aquí es mala perdedoooraaaaa~ -canturreteo-

Mi perla rodo los ojos, negando ante las burlas del ambas Spinel.

- bueno, ya jugamos por dos días seguidos, es tiempo de volver.

Petalo/ Mini: ¡owww! ¡Uno más!- -dijeron a coro ambas gemas fiesteras, pero negue-

- no puedo, tengo responsabilidades y lo saben, vamos petalo, despidete de Mini, tú también tienes algunas cosas pendientes.

Ambas gemas se miraron con pucheros, se abrazaron estirando sus brazos para embolverse por completo, como un resorte y luego se soltaron.

Mini: ¡bay, vuelvan pronto! ¡Tendre un nuevo juego! -grito animada mientras el portal nos envolvos- ¡las quieroooooo..!

El portal se apago, aviamos llegado al planeta madre.

Petalo: bay Mi morado, nos vemos. -se fue por el portal, haciendo una mueca exagerada-

Morita: bueno, a trabajar.

Cerre mis ojos con pesades, acababa de llegar y ya me queria ir.

Pasamos días enteros haciendo informes, revisando planetas y mirando las nuevas tropas de gemas emergidas, estaba realmente aburrida.

¡𝐷𝑖𝑔!

Sonrie al escuchar mi tiara tintinar, eso significaba un mensaje de Rose, con una gran sonrisa proyecte la imagen desde mi tiara.

- ¡hola mi querida floresita! -saludé alegre, mirando con entusiasmo su imagen-

Rose: a llegado el día...

Deje de sonreir al escuchar aquello, y de forma lenta, mis lagrimas se empesaban a acumular.

- ¿q-que...? N-no, eso no... No pudieron aver pasado ya nueve meces humanos... ¿O si?

Rose: Morado... Ya es hora, estoy a unas horas de engendrar vida, y-yo... Lo siento, estuve tan entusiasmada con todo esto, tan emocionada con dar vida que... Simplemente el tiempo paso.. ¿Cómo dicen los humanos? Jeje.. Volando...

- ya veo. En cambio yo, con la noticia de tu embarazo no pude estar tranquila, trate de distraerme con cualquier cosa y... Simplemente no pense en eso, tanto así que el tiempo paso y ni lo note.... Yo... Te amo Rosa... Estoy segura de que tú bebé sera muy hermoso...

Rose: gracias Morado, ¿sabes? Me voy tranquila sabiendo que tú cuidaras de él, gracias en verdad. Quisiera poder verlo, verlo crecer y cambiar como cualquier humano... Pero es imposible... -sonrió de forma triste, posando su mano en su vientre inchado- pero me bastó con este tiempo que estuve con él, de poderlo sentir, de sentir que algo crecia en mi, fue una experiencia marabillosa y no me arrepiento. Te amo Morado. Adios...

lo frágil de un diamante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora