XVI

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El tiempo nunca se detiene, lo que significa que las estaciones cambian. Cuando menos nos damos cuenta estamos en Otoño, todo Japón se tiñe de rojo en los árboles. No hay un solo árbol que no tenga las hojas color rojo, con la entrada de Otoño empiezan los festivales de la temporada Otoñal. Dónde se celebran diversos acontecimientos y tradiciones Otoñales.

Entre ellos el Tsukimi, el festival de contemplar la luna. Con esto los templos estarían abiertos, dónde venden todo tipo de mercancía relacionado con el Tsukimi. Entre ellos los Tsukimi Dangos, unos Dangos color blanco puro, rellenitos y gordos. Por eso el Templo Zōjō-ji se sentía más animado que de costumbre, al ser el festival Tsukimi, el mismo templo estaba totalmente lleno de personas. La mayoría interesada en los puestos de comida, otras rezaban y casi todas veían la luna.

Entre tantas personas destacaban dos adolescentes, una chica de cabellos rosados con ojos azules vestida de un kimono rojo con decoraciones de hojas otoñales y su acompañante un joven de cabellos negros de mirada castaña vestido con un kimono simple color rojo. Ambos conversaban en armonía mientras caminaban por el templo,

—¿No es muy animado el templo Kazuki?—. Sonrió Otome, caminando junto a Kazuki, mientras veía con entusiasmo el lugar.

—lo es Otome—. Asintió de acuerdo con ella— hay muchas personas, y todos parecen disfrutar del festival—. Sonriendo observando su entusiasmo.

Le encantaba verla sonreír, sobre todo sentir que está relajada en un ambiente lleno de personas. Especialmente hombres, pudo ver que las constantes visitas al psicólogo le ayudaron. Eso le alivio mucho, ver que su tristeza, sufrimiento y dolor desaparecían lento pero constante para dar paso a un brillo mayor.

—¡Oh mira Tsukimi Dangos!—. Exclamó la joven de cabellos rosas, mientras tomaba la mano de Kazuki guiando lo al puesto.

Kazuki se deja guíar, sin poner resistencia. Su sonrisa se extendió más, acariciando con su pulgar la mano de ella. Estaba feliz, feliz por ella, feliz de ver la sonreír de sentir que poco a poco mejora. Su brillo volvía y eso era fantástico. Los dos eligieron los Dangos más grandes del puesto, eso le costaría la billetera a Kazuki, pero con tal de ver feliz a Otome no le importa incluso vender su departamento. Los dos al recibir sus Dangos, buscaron un lugar donde podían ver la luna mientras comían los Tsukimi dangos.

—Este lugar parece bueno Otome—. Dice Kazuki, ayudando a Otome para que pueda pasar los arbustos.

—Es solitario, pero hay una buena vista del templo y la luna—. Suspiro al pasar por fin el arbusto, mirando el lugar con una sonrisa.

Los dos se sentaron en un balcón que hay ahí, sentandose cada uno al lado del otro. Los dos miraron la luna en silencio, apreciando la vista al mismo tiempo comían los dangos. El paisaje es hermoso, podían ver todo el escenario animado del templo cómo las personas reían, interactuan, rezaban y encima del templo. Con su brillo más espléndido, la luna llena iluminaba el colorido lugar.

—Es hermoso—. Suspiro fascinada por semejante vista, no lo olvidaría nunca.

—No tanto cómo tú—. Sonríe Kazuki mientras solo tenía en sus ojos a ella, su mirada nunca se aparto de ella.

Hubo un mini silencio, los dos desviaron la mirada avergonzados. Uno avergonzado porque sus pensamientos se le escaparon y la otra sin saber cómo reaccionar, estaba entre la vergüenza y felicidad.
Es poco decir...
Que eres mi luz, mi cielo, mi otra mitad...

—Otome...—. Kazuki respira hondo tomando la mano de Otome y la mira determinado— Yo te...

Antes de que el pudiera terminar siquiera la oración, Otome lo interrumpe con un beso. Beso que corresponde abrazándola con cariño, entendiendo su respuesta. Sentía que su corazón se iba a salir de su pecho, ellos solo estuvieron unos minutos así hasta que se separan.

—Te amo, Kazuki también te amo—. Le abraza con las mejillas rojas, en incluso podía sentir los latidos de su corazón ir muy rápido.

Kazuki corresponde el abrazo, besando el cabello de Otome; su corazón también latía muy rápido incluso el pensaba que se iba a salir si no se calmaba. Justo en ese momento los fuegos artificiales color naranja estallan en el cielo, decorando a la Luna con hermosos adornos florales color arce de otoño. Los dos miraron al cielo, al oír las explosiones, abrazados mirando el espectáculo.

Que daría la vida por ti amor y aún más
Ya no me alcanzan las palabras, no...
Para explicarte cómo me siento yo

—¿Nos vamos?—. Pregunto sonrojado abrazando a Otome.

La chica asiente con las mejillas rojas, los dos salieron del escondite. Volviendo al templo, caminando por la calle Kazuki le llamo la atención un peculiar peluche de conejito que parecía infiltrado entre un montón de conejos blancos.

—¿Cuánto cuesta ese conejo?—. Pregunto mirando al conejito color rosado pálido, era muy adorable con sus orejas caídas.

—¿Oh?, ¿Le interesa ese conejo joven?—. El vendedor suspira— es un error de fabricación, cómo tal puedes quedarte lo gratis—. Le entrega el conejo, total ya había tenido bastanhds ganancias esa noche.

Kazuki agradece al vendedor recibiendo el conejo, Otome observó curiosa todo. ¿Por qué Kazuki había comprado ese conejo?, Se sintió confundida.

—Es para tí—. Le explicó entregándole el peluche.

Otra vez sintió su corazón latir al punto de explotar, ella abrazo al conejo agradeciendo a Kazuki con un beso en la mejilla. Los dos se tomaron de la mano, Otome se aseguró de tener bien abrazo con su otra mano al conejito. Los dos se retiraron muy felices por la noche, sintieron que era la mejor noche de sus vidas.

Y todo lo que vas causando en mí
Lo blanco y negro se vuelve color
Y todo es dulce cuando está en tú voz

Y si nace de tí
Te voy a amar
Hacerte sentir
Que cada día yo te vuelvo a elegir

Porque me das
Tú amor sin medir
Quiero vivir la vida entera junto a tí

¿Quién soy yo?, quien te cuida cómo angel guardián
Es poco decir que en un beso tuyo siempre encuentro mi paz

Ya no me alcanzan las palabras, no...
Para explicarte lo que siento yo
Y todo lo que vas causando en mí

Lo blanco y negro se vuelve color
Y todo es dulce cuando está en tú voz
Y si nace de tí

Te voy a amar
Y hacerte sentir
Que cada día yo te vuelvo a elegir
Porque me das

Tú amor sin medir
Quiero vivir la vida entera junto a tí, eh...
Te voy amar y hacerte sentir

Que cada día yo te vuelve a elegir
Porque me das(porque me das)
Tú amor sin medir(oh, oh)

Quiero vivir la vida junto a tí, eh...
Vivirlo, oh, oh
Vivir la vida entera(junto a tí)

Porque me das
Tú amor sin medir
Quiero vivir la vida entera junto a tí
Es poco decir
Que en un beso tuyo siempre encuentro la paz...

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¡Hola!, Aquí el segundo capítulo. Este capítulo hizo que mi corazón latiera muy rápido, fue muy encantador.

Básicamente una cita romántica, ahora solo quedan tres capítulos más de la historia y deberemos despedir a los personajes junto a la historia.

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Cuál es el detalle que más les gustó?

Aquí les dejo la canción que use, que tengan buen día, noche o tarde desde donde sea que me lean. Los quiero.

Camino Diferente #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora