John volvió a la realidad cuando escucho un maullido lleno de preocupación, proveniente de su gato. Esto le hizo consciente de dónde se encontraba. Estaba en los brazos de Arlo, un sonrojo muy notorio, debido a su vergüenza, se presentó en su rostro. Avergonzado se alejó lentamente del contrario, su mirada en el suelo y su rostro ardiendo.
- Bueno, yo... ¿Ustedes tienen alguna pregunta o comentario? - El de ojos dorados no sabía si ellos seguirían a su lado después de lo que les contó, después de todo, sus acciones pasadas son horribles e inhumanas. Lastimo a tanta gente y aun así el no quería creer que es un monstruo. Por esa misma razón se esforzó tanto en esta escuela, para que no sucediera lo mismo que en New bostin.
Cuando su mente regreso al presente, se dio cuenta de las miradas de sus amigos. Estas no tenían nada que ver con ira o repulsión, mucho menos con miedo; eran miradas llenas de compasión y arrepentimiento. ¿Por qué lo miran con arrepentimiento? Ellos no tienen nada de lo que arrepentirse, hasta donde el sabe.
- Chicos... ¿Por qué me miran así? Como si se arrepintieran. ¿De qué se arrepienten? - Esta vez curioso, cuestionó las emociones de sus amigos; su cabeza de lado, sus ojos con un destello de inocencia y curiosidad enternecio a los niveles altos.
Para ellos John era una muy buena persona, ¿Cómo le dirían a él que se arrepienten de no haberlo conocido antes?
Remi tuvo una idea, haría que John y Rei, su hermano, se conozcan. Estaba segura de que ellos se llevarían muy bien, después de todo ambos siempre habían querido la igualdad entre los de diferentes niveles. Pero por el momento le dará una respuesta al pelinegro.
- John, yo... Bueno sonará un poco infantil, pero, me causa mucha impotencia no haberte podido conocer antes, después de todo lo que nos contaste, no entiendo el por qué creíste que te rechazaríamos, tu no hiciste nada del todo incorrecto, omitiendo la parte de las palizas. Tu opinión con respecto a la desigualdad de niveles es muy parecida a la mía. En lo que a mí respecta tu tan solo no pudiste controlarte correctamente. - Remi dijo todo esto como apoyo y para darle un poco de ánimo al pelinegro.
- Remi tiene razón - Esta vez fue el turno de Arlo para hablar - Tú tan solo no pudiste controlar tu fuerza al momento de luchar contra ellos. John tú ya no estas en New bostin, ahora me tienes a mí... ¡Nosotros! Me refería a nosotros, nos tienes a nosotros. Ellos tuvieron su merecido, después de todo abusaron de múltiples personas, eso los hace peores que las cucarachas. - Que tan obvios tenían que ser, estaba muy claro que ambos estaban enamorados del otro, esto era obvio para todos menos para ellos. Después de todo, el amor te hace ciego.
- Como dijo Arlo, ellos no eran más que unas asquerosas cucarachas, a mi parecer ellos merecían sufrir mucho más. - Seraphina había convivido más tiempo con John y por ende tenían una relación más estrecha, y... Quien se atreva a lastimar a John se las verá con ella. No quedará rastro de la maldita persona que lo lastimo, ella se encargará personalmente de que eso suceda.
Isen era el más indeciso de todos, pero ya que todos estaban del lado de John él también lo estaría, aunque pensándolo bien, se le acaba de ocurrir algo.
- John ya que la pasaste tan mal en tus años de secundaria en New bostin y estas teniendo problemas para ayudar a los niveles bajos. ¿Por qué no crear un lugar en el que todos puedan sentirse seguros? - No sabe cómo le llego esa idea a su mente, pero quería ayudar a John a lograr su objetivo de una vida escolar segura para todos.
- ¡Isen esa es una gran idea! - Blyke lo felicito por su idea, esto avergonzó al de cabello anaranjado, después de todo, no siempre recibía cumplidos y mucho menos por parte de la persona de la que estaba enamorado.
A pesar de que Blyke no entiende del todo la idea de Isen, él lo apoyará en todo, ya que eso es lo que haces cuando amas a una persona, incluso si ese apoyo te dolerá.
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- Emociones -
FanfictionEl tiempo muchas veces jugara en nuestra contra, pero es nuestra voluntad de seguir la que nos hará levantarnos cada vez que estemos en nuestro peor momento. Aunque un poco de ayuda siempre es bien recibida.