La tía Valerie, oh como quiere a su tía; ella siempre estuvo con él para apoyarlo y aconsejarle, ¿cómo no quererla?, es casi como una segunda madre para él.
Arlo estaba pensando, solo, en su habitación, quizas debería hablar con su tía Valerie sobre la relación que tiene con John, aunque algo le preocupaba, ¿Cómo reaccionaria cuando se enteré? Su tía siempre fue muy... ¿cómo decirlo?... Discriminadora, en especial con las personas de niveles por debajo del suyo. Lo último que él quiere es que su tía y John se peleen, siendo lo distintas que son sus ideas y formas de pensar.
Pero también el como él tomará lo que pasé es algo que lo deja indeciso. Si su tía y John pelean... ¿Él dejaría de salir con John si su tía se lo pide?, por una parte quiere mucho a su tía, siempre supo aconsejarle y nunca se ha equivocado hasta ahora; pero por la otra, John es su novio, la persona que él
ama, lo que su tía opine o piense de su pareja no debería de influir en su relación, es su relación a fin de cuentas, él decide con quien salir, no ella.Él ama a John, ama todo de él; lo optimista que es, lo divertido que es pasar tiempo con él, lo creativo que puede ser cuando de una lucha se trata, la empatia que tiene con los más débiles, la hermosa sonrisa que tiene y los ojos más brillantes que alguna vez él haya visto; la lista podría seguir y seguir, pero en resumen, Arlo ama a John, un amor tan intenso que podría rayar la adoración.
El pensar en lo mucho que ama a John es suficiente razón para que él decida presentarselo a su tía, no importa si ella los aprueba o no, él tan solo desea que los demás sepan que John es su novio, el ser que más ama en este mundo y por el cual haría hasta lo imposible por hacer feliz.
Ahora que lo piensa, ¿Por qué no invitar a John a salir?, quizas podrían ir a algún centro comercial o un restaurante, ¿tal vez una cafetería sería buena opción?, algo sencillo sería algo perfecto, pasar el rato en un lugar tranquilo les vendría bien.
Un sábado por la mañana, Arlo y John tuvieron una cita en una cafetería tipo restaurante un poco lejos de su escuela; ya que son estudiantes tuvieron que irse en camión, por suerte para ellos ese día el camión estaba casi vacío asi que no tuvieron que irse de pie ni apretados entre tanta gente.
Ya cuando llegaron a la cafetería, que estaba muy vacía para ser sábado, bueno, era normal siendo que llegaron a las 9 de la mañana. Ambos tomaron asiento en una de las mesas cerca de la ventana, a lado de la puerta de entrada, poco tiempo después una mesera se les acercó y les entrego la carta antes de retirarse.
Ambos vieron el menú por un rato para decidir que iban a ordenar. Una vez ordenada su comida, hablaron un poco de la escuela y otras cosas como el porque del color de los flamingos o también dando algunos datos curiosos entre esos el que la naranja en realidad es una combinación entre la toronja y la mandarina y no es una fruta creada por la evolución, y también contando anécdotas.
Después de un tiempo la mesera llegó con su comida, para Arlo un café americano y fruta; para John, chocolate caliente y tortilla de huevo con tocino y frijoles, ya después pediría postre.
Mientras comían continuaron su plática; ambos se estaban divirtiendo, una que otra risa se escuchaba en el solitario lugar. A ojos de otros parecerían buenos amigos saliendo a pasar el rato y no una pareja teniendo una cita, pero eso no importa, no necesitan mostrar su amor frente a otros, basta con saber que se aman el uno al otro, en sus ojos no hay nadie más que la persona que aman, eso es suficiente para ellos.
El tiempo pasó entre risas y charlas amenas hasta que llegó el momento de pagar, ambos alcanzaron sus billeteras para tomar el dinero y pagar, acciones que dieron lugar a una pequeña discusión sobre quién pagaría la cuenta; Arlo dijo que el pagaría ya que fue el quien invitó a John, en cambio John quería pagar porque en la última cita fue su novio el que pagó.
Asi continuaron un buen rato hasta que Arlo cedió y dejo que su terco novio pagará la cuenta. John tenía un gran sonrisa triunfal en su rostro, tomó el dinero de su billetera y lo dejo sobre la mesa al igual que la propina para la chica que los entendió, puede que sea un estudiante pero no habrá vez que él no deje propina; su padre siempre le ha dicho que ser mesero es un trabajo muy pesado y mal pagado, es por eso que siempre deja propina a las personas que lo atienden cada vez que va a un restaurante o bufette.
Arlo estaba un poco confundido con el porque John puso más dinero del que tenían que pagar sobre la mesa, luego recordó que John acostumbra a dejar propinas a los meseros, cuando se enteró se sorprendió un poco ya que en su familia no acostumbran a dejar propinas; esa es otra cosa que le gusta de John, le gusta lo noble que es y también lo terco que es cuando se trata de algo que quiere. Arlo lo amaba tanto que cada acción de John lo hacía enamorarse más, cada pequeña acción y gesto lo hacen poner una sonrisa de bobo enamorado.
Cuando se levantaron de su mesa para irse; Arlo se acercó a John y lo tomó de sus mejillas con delicadeza, John vio a los ojos a su novio con confusión, aun que no le duró mucho, ya que Arlo lo beso; el beso fue lento, lleno de amor y aprecio, cada segundo se sentía como una eternidad; John estaba abrumado por la cantidad de sentimiento con el que el beso estaba cargado, pero aun si se sentía abrumado no se separó, es más devolvio el beso, aunque más titubeante reflejaba también el mismo amor con el que Arlo lo beso.
El beso tan solo duró unos pocos segundos, pero cuando se separaron el sentimiento de felicidad y amor perduró. John estaba muy feliz; avergonzado también y eso se notaba, su rostro estaba tan rojo como una fresa madura aunque la sonrisa de idiota nada se lo quita. Arlo veía con dulzura a su novio, sabe que John no esta acostumbrado a los besos, por eso cada vez que le da un beso siempre termina igual de rojo, cosa que le parece muy linda, tan solo lo enamora más.
- John, no tienes idea de cuánto te amo - Arlo le dijo a John con ternura pura en su voz; el más alto abrazo al de cabellos negros, dandole un beso más, aunque esta vez en la frente, antes de reposar su cabeza en la de John.
John estaba muy contento y abrazo de vuelta a su novio y con un simple "te amo" su cita en el restaurante se dio por terminada, regresando a los dormitorios de la academia Wellston y ver una película, disfrutando de la compañía del otro.
Capitulo terminado, falta corrección.
¿Qué les pareció? Una persona me dijo que mi historia es cursi sin ser tan cursi, ¿ustedes qué opinan?
Me gusta mucho leer sus comentarios asi que por favor comenten, eso me ayuda mucho a querer escribir.
ESTÁS LEYENDO
- Emociones -
FanfictionEl tiempo muchas veces jugara en nuestra contra, pero es nuestra voluntad de seguir la que nos hará levantarnos cada vez que estemos en nuestro peor momento. Aunque un poco de ayuda siempre es bien recibida.