- Emociones -

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- En mi infancia yo no tenía amigos, nadie quería jugar conmigo por no tener una habilidad. Y gracias a que me molestaban constantemente nadie quería meterse en problemas y me evitaban. - John comenzó a relatar su historia antes de Wellston. Para no entristecerse tanto, decidió aceptar de una vez que volvería a su vida de marginado y sin amigos.

- Debido a que volvía de mi escuela con muchos moretones y heridas, todos los días, mi padre comenzó a preocuparse y me preguntó si algo estaba pasando en la escuela.

- John, ¿Qué ocurre? ¿Por qué tienes tantas heridas? ¿Está pasando algo en la escuela? - William estaba preocupado, su hijo regresaba de la escuela en un estado deplorable y siempre estaba enojado. Estaba empezando a sospechar que su hijo era abusado en la escuela.

- No ocurre nada papá, solo me he estado metiendo en un par de peleas nada de qué preocuparse. - Desvío la mirada, no era necesario preocupar a su padre. Lo último que necesitaba es que el hablará con la escuela, solo lo empeoraría todo. Estaba tan molesto, odiaba la jerarquía, el fuerte abusa del débil y no se hacía nada al respecto porque así funcionaba, es una mierda, ¿Por qué los débiles tienen que recibir tanto odió? ¿Por qué no hacían nada para cambiarlo? ¿Por qué ellos tenían que ser dañados? Cada que ellos se defendían a ellos los reprendían. Todo esto solo le molestaba, aunque eso era poco para describir lo enfadado que estaba.

Su ira era tanta que nunca permitía que lo lastimaran, si lo golpeaban él lo regresaba con más fuerza, si lo insultaban el los maldecía por todo lo que han hecho, hasta el punto de ruptura (lo cual sucedía muy rara vez).

- John no me mientas, sé que te han estado agrediendo en la escuela, también sé que te has defendido en cada ocasión. - John podía ver lo molesto que estaba su padre. Cuando ya veía venir su castigo, lo único que escuchó fue algo que lo dejo muy confundido, pero también feliz.

- Hijo, estoy orgulloso de que te defiendas y que no te dejes consumir por la situación, así que te enseñaré a defenderte de la manera correcta. - William sabía que su hijo no estaba conforme con la vida que llevaba, pero quizás si el le enseñaba a pelear podría dejar ir toda la ira que sentía.

Todo esto ocurrió cuando él estaba en mediados de primaria. Tristemente en la segunda mitad de su estancia en esa institución todo empeoró.

Una chica se le acercó y fue una de sus primeras amigas. También se les unió un chico y los tres eran inseparables. Desafortunadamente el no poder proteger a sus amigos le generó un sentimiento de impotencia, aun mayor al que sentía antes.

Y si las cosas no podían ser peores, lo fueron. Claire se enteró de que tenía una habilidad por medio de una de sus visiones, esto solo resultó en un exhaustivo entrenamiento para aprender más de su propia habilidad y la mejor manera de usarla, para así poder proteger a sus amigos.

Es un hecho que el era fuerte y al fin era capaz de protegerse a sí mismo y a los que le importaban. Su más grande sueño, por fin era una realidad, pero como ser humano que es, él no estaba satisfecho, ahora él quería tener el poder para proteger a otros que también pasaban por la misma situación que él vivió.

Se metió en más paleas, lastimó a muchas personas por el bien de otras, dejo que su ira se transformará en una sed de venganza, que se vio reflejada en su manera de luchar contra otros.

Era un hecho que muchas personas estaban agradecidas con él, pero, otro gran porcentaje lo odiaban por defender a los débiles.

Así pasó su estadía allí hasta que llegó a la escuela secundaria. Una vez en ese nuevo nivel educativo fue menos ignorante a lo que los demás pensaban de él y también se enteró de su reputación, que era tanto buena como mala, por un lado, era el salvador de los débiles y por el otro era el terror en persona.