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John despertó en la enfermaría, un poco confundido, hasta que recordó lo que había ocurrido un par de horas atrás. Se sentía mal, no por la recaída que tuvo, sino por preocupar de más a sus amigos. En la primera oportunidad que tenga se disculpará con ellos.

Salió de la enfermería y se despidió del doctor Darren. Cerca de la salida de la escuela vio a sus amigos, se acercó a ellos rápidamente, cuando estaba por disculparse los demás lo interrumpieron, todos se disculparon y le dijeron lo preocupados que estaban en ese momento. Remi fue la que más se disculpaba y parecía al borde de las lágrimas, le tomó un tiempo para calmar a la chica. Le gustaba ese sentimiento, sentir como tus amigos se preocupan por ti y harían todo lo posible por hacerte sentir mejor. Sin darse cuenta una lágrima se le escapó y seguida de esta muchas más, no sabía cómo explicar lo que sentía en ese momento, se sentía tan agradecido, tan querido, tan... Amado.

Todos volvieron a entrar en pánico, debido a esto John rio ligeramente, al ver que estaba bien los demás se calmaron.

Debía decirles, todo lo que ocurrió en aquel lugar, lo que experimentó en la clases de rehabilitación y la depresión que sufrió luego de eso. Reuniendo valor de dónde no había y respirando profundamente, para calmar su nerviosismo, pensó en las palabras correctas para contarles. Ya en calma, abrió la boca para hablar, pero nada salía, su garganta estaba cerrada y no podía respirar correctamente. Su mente era un total frenesí y no podía ver claramente.

Todo hubiera empeorado de no ser por las manos que sostenían las suyas, en un intento de transmitirle calma, su pánico se atenuó y pudo levantar la cabeza, sus ojos se encontraron con los del otro y eso bastó para que recobrará sus sentidos. Azul, eran de un azul tan claro y hermoso; al igual que el océano, estos eran un mar de emociones, caóticos y en calma, tan misteriosos e intrigantes, pero a la vez transmitían una tranquilidad abrumadora. Esa misma sensación que la mirada trataba de transmitirle, le dio la fuerza para hablar.

- Y-yo - Una última inhalación de apoyo silencioso le dio la calma que necesitaba. - Les debo una explicación, de lo que ocurrió en la cafetería. - Su mirada se centró en el suelo, no tenía la voluntad para ver a sus amigos directo a los ojos. Tenía miedo, miedo a que lo abandonarán, a que lo despreciaran y terror a que ellos temieran de él.

- John, si no te sientes listo para contarnos no es necesario que lo hagas. - Blyke le dijo, mostrándose comprensivo a la situación que el de cabellera negra estaba pasando y pasó.

- N-no, yo quiero contarles. - Más determinado, decidió comenzar a relatar todo lo que había vivido en aquel lugar. - Solo les digo que podría ser un poco largo, si después de esto no quieren seguir siendo mis amigos lo entenderé. - Esto último lo escucharon los demás y no comprendieron lo que trataba de decir el de ojos dorados.

- John, nosotros somos tus amigos, se supone que un amigo esta para el otro, tanto en las buenas, como en las malas. Así que sin importar lo que nos tengas que decir, seguiremos estando ahí para ti. - Esta vez fue el turno de Isen para expresar sus pensamientos, a pesar de que no son muy unidos, considera al pelinegro un amigo en el cuál puede confiar, además de que es el único que sabe de su enamoramiento por Blyke, y él mismo sabe del enamoramiento que tiene por Arlo. Aunque Isen siempre se pregunta la razón del porque no le ha dicho a Seraphina, la respuesta es clara: Seraphina es muy chismosa y entrometida. Por eso el pelinegro no le ha contado a su mejor amiga.

- Isen tiene razón John, sin importar que, seguiremos siendo tus amigos. - Las palabras de los tres lo tranquilizaron mucho y también calmaron su creciente ansiedad.

- John, ¿Te parece si vamos a tu casa y allí nos cuentas? - Sera dio la idea, para que sea más cómodo para todos y esperando que eso tal vez ayudé al de cabellos negros a estar más tranquilo.

- Si quieres podemos quedarnos a dormir en tu casa y hacemos un par de actividades más. - Esta vez fue la idea de Arlo. Espero y no se note mucho las ganas que tiene de dormir junto a John. Quizás de esa manera el pelinegro se enamoré de él, bueno eso sería estúpido, pero se vale soñar ¿No?

- Claro, me parece una buena idea. - Esta respuesta hizo muy feliz al rubio, ¡Podría ver dormir al objeto de su amor! Claro está que su emoción no se vio reflejada en su expresión, pero si en sus ojos. Y John se dio cuenta de esto.

- Entonces los espero para que traigan lo que van a usar para dormir.

Media hora pasó y todos se dirigían a casa del pelinegro. Fue una caminata tranquila; una vez que llegaron a su hogar, abrió la puerta y entró, los demás lo siguieron y los llevo al recibidor y les dijo que dejarán sus cosas en el sofá.

- ¡Jack, bebé ya volví! - Los amigos de John escucharon como este llamó a su gato. Todos ya sabían la forma tan cariñosa con la que trataba a su gato, eso les parecía muy tierno a todos.

- ¿Les parece si toman asiento? Para poder comenzar a contarles. - A pesar de que tenía miedo de perder a sus amigos, tenía que decirles. Ellos merecían saber lo que hizo, fue su culpa y se sentía horrible de solo recordar lo que pasó.

Una vez que todos se sentaron, tanto en el piso como en el sofá, comenzó a contar lo que ocurrió.

- Bien yo... ¿Por dónde empiezo? - con un poco de nerviosismo pensó en el comienzo ¿Quizás debería contar como fue su vida como rango bajo? ¡Sí! Excelente idea, se enorgulleció un poco de si mismo por su increíble idea.

- Como ya saben esto será un poco largo. Pero prefiero no omitir nada. /Quizás así no me dejen/ - Susurro lo último para que no lo escucharan los demás. Pero aun así un par de personas lo oyeron. - Empezaré por mi modo de vida como nivel bajo ¿Ok? - Al escuchar esto a Remi se le iluminaron los ojos, cuando se dio cuenta de su expresión hizo lo posible para parecer lo más seria que su emoción le permita, aunque aún era clara su interés por el tema. - Dividiré los sucesos en partes. Si quieren hacer preguntas pueden hacerlas al final de cada parte. - Una vez dicho esto comenzó a contar su historia.

Esta será una noche muy larga.

- Emociones -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora