Capítulo 3.

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Capítulo 3.
1 de septiembre: al fin había llegado el tan ansiado día. Padre e hija estaban en camino a tomar el tren que los llevaría directo a la escuela.

Severus había decidido dejar que su hija escogiera el lugar puesto que decidieron llegar temprano a la estación, sin embargo se encontraba dubitativo pues no sabía si dejarla viajar por su cuenta o quedarse con ella durante el trayecto.

-Me gusta este lugar- la joven abrió una puerta mostrando asientos totalmente vacíos. El adulto asintió y ambos entraron tomando asiento uno frente al otro.

-Iris, ¿está bien que viaje contigo? Si gustas puedo buscar otro sitio-

-Por favor quédate, la verdad es que estoy algo nerviosa- agacho un poco la mirada y jugo con sus manos intentando distraerse.

-De acuerdo- se acomodó en el asiento ya más relajado, de cierta manera le alegraba que su hija lo siguiera necesitando y esperaba que eso fuera así por bastantes años más.

El tiempo paso ameno aunque estuvieran en silencio, los estudiantes ya se encontraban a bordo y el tren ya se encontraba a mitad de camino, sin embargo la chica seguía ansiosa por una cuestión en específico: en que casa quedaría, así que armándose de valor le conto a su padre la inquietud que la había acompañado desde que la carta había llegado.

-Padre- hablo un poco titubeante –Tu… ¿tú te molestarías conmigo si no me quedo en Slytherin?- jugo con sus dedos mientras agachaba la mirada pues temía a lo que diría su padre.

-No digas esas cosas, de hecho agradecería si no quedaras allí, sin embargo quedes en la casa que quedes yo te seguiría queriendo como hasta ahora- eso logro calmar a la pequeña.

-¿Crees que mi padrino estará contento si me quedo en Gryffindor?- la sola mención de ese hombre le puso los pelos de punta al adulto, la verdad no le agradaba para nada aquel sujeto, sin embargo había aceptado que fuera su padrino por petición de su difunta amada.

-Supongo que sí, pero lo importante es que tú estés contenta- contesto intentando ponerle fin a esa incomoda platica y tal parece que funciono pues la pequeña se dedicó a mirar por la ventana asombrada ante el paisaje.

Pero que complicada era la relación de padre e hija, sin querer se causaban angustias el uno al otro y de igual manera eran ellos quienes se daban mutua calma.

Al llegar al colegio tuvieron que separarse ya que tomarían caminos diferentes. ___ fue con los de más alumnos de primer grado quienes seguían a un tipo enorme y peludo llamado Hagrid que decía ser el guardabosque del colegio, sin embargo su primera prueba seria la hora de subir al bote ya que debían subir 4 personas y aparentemente todos sabían quién era ella pues la miraban con algo de cautela, o tal vez solo eran sus nervios.

El señor Hagrid la acomodo en un bote junto a una chica de melena rizada y de piel morena, esta sonrío y gracias a ese pequeño gesto se aligero un poco la tensión del momento.

-Leaena- la morena extendió si mano –Leaena Proditor, pero puedes decirme Lea-

-mucho gusto, yo soy ___ Snape- tomo la mano de la rizada y acto seguido giro a observar el lago.

-¿No crees que es muy bonito?-

-¿Te refieres al lago?- Lea asintió –Pues si lo es, pero me da algo de miedo, uno nunca sabe lo que el agua puede ocultar-

-Tranquila, si algún día caes al agua yo te salvare, soy buena nadadora-

-Muchas gracias- con un claro sonrojo en sus mejillas siguió viendo el camino hacia el impresionante castillo frente a ellas. Tal parece que había logrado hacer su primera amiga.

La hija de Snape (Draco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora