Casi había concluido la primera semana ya era jueves y los nuevos conocimientos no paraban de llegar por todas partes, aunque resultó que gracias a las enseñanzas de su padre no había tenido un inconveniente mayor ya que le habían sido de provecho en la mayoría de sus clases.
Sin embargo había una clase que detestaban la mayoría de los alumnos: Historia de la magia. Esta era realmente aburrida, en especial por la manera en la que el profesor explicaba sin ganas los temas, aunque era entendible hasta cierto punto, suponía que al ser un fantasma debería ser bastante aburrido dar cada año las mismas clases, en especial porque la mayoría de los alumnos prefería dormir o hacer garabatos en los pergaminos y los libros. ¿Tal vez había perdido su vocación? Se preguntó la pelinegra tras haber observado la mirada "cansada" (si es que los fantasmas se cansaban) del profesor Binns.
Por otro lado le encantaba la clase de la profesora McGonagall. Transformaciones siempre le había traído algo de curiosidad, en especial al ver la manera en que la profesora convertía su escritorio en un cerdo y lo regreso a su estado original. Se encontraba muy emocionada aunque ya supiera lo básico, sin embargo era muy diferente ponerlo en práctica.
En su primera clase de transformaciones habían tenido que compartir clase con los Gryffindor, eran realmente agradables, en especial Lea quien se sentó junto a ella en cuanto tuvo oportunidad. Esa clase había sido realmente entretenida, solo hubo un problema, una de las chicas de Gryffindor no dejaba de levantar la mano intentando mostrar que era inteligente, una completa sabelotodo.
El profesor Quirrell era el encargado de instruirlos en defensa contra las artes oscuras y aunque su padre lo había hecho realmente interesante a la hora de educarla, el profesor Quirrell lo hacía muy tedioso y algo aburrido, en especial era desesperante tener que esperar a que su lengua se destrabara para poder entender correctamente lo que tenía que decir. No podía evitar pensar que Severus Snape sería un mejor profesor, aunque no estuviera siendo imparcial al hacer esa comparación, pues a pesar de sus duras enseñanzas lo admiraba en demasía.
Y al fin, este día le tocaba su primera clase de pociones y estaba ansiosa por ver a su padre en su elemento.
La clase era compartida entre Ravenclaw y Hufflepuff. Resultaba que los chicos de ambas clases se llevaban bastante bien, pues era fácil tratar con la mayoría de ellos.
Snape entro y de inmediato el aula quedo en silencio absoluto. Fue entonces que noto a una chica pálida de cabello rubio que estaba sentada junto a ella. Era una de sus compañeras de casa, no habían mediado palabras más allá de un “buen día”, pero le parecía una persona un tanto peculiar.
La clase comenzó con el profesor pasando lista y al llegar a su nombre hizo una pequeña pausa ruborizándose casi imperceptiblemente.
-Sepan que en esta clase no habrá nada de movimientos tontos de varita y muchos de ustedes dudaran de si lo que estamos haciendo aquí es magia, Permítanme decirles que más de uno aquí presente podrá salvar su vida gracias a la preparación de pociones, pero este arte no es para todos, solo algunos de ustedes conocerán la grandeza que pueden llegar a obtener si logran comprender lo hermoso de esta ciencia- la mayoría de los chicos se encontraban nerviosos, sin embargo ___ sonreía en grande manera.
Después de separarlos en parejas les mostro como preparar una poción sencilla, la misma que les mostraba a los de primer año en su primer clase para así poder ver quienes realmente podían ser “útiles”.
Luna miraba atentamente su propio caldero burbujeante mientras la pequeña Snape estaba por terminar.
-¿Necesitas ayuda?- espero a que la rubia reaccionara.-Oh, claro, no recuerdo exactamente que puse allí dentro- hablo sin dejar de mirar las burbujas que reventaban –Pero las burbujas son muy lindas-
-Veamos- miro el líquido por un momento –Te faltan las púas, pero debemos apagar el caldero antes de colocarlas dentro-
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La hija de Snape (Draco y tú)
Fiksi Penggemar___ Snape: el más grande orgullo de su padre. Una chiquilla encantadora a pesar de tener un poco de las actitudes de su padre, él obviamente no era una mala persona, es solo que siempre intenta mantener las apariencias y eso era exactamente lo que l...