La hija de Snape (Draco y tú)

Capítulo 6

El clima frio ya estaba presente en cada lugar al que fueran, en especial en las mazmorras del castillo, frio que para el jefe de las serpientes ya no era más que una pequeña molestia después de pasar gran parte de su tiempo en aquel laberintico lugar del castillo. Sin embargo había algo que le molestaba aún más que aquel frio o incluso más  el joven Longbottom haciendo desastres con básicamente cualquier cosa que tuviera frente a él.

Desde el día del partido de quidditch, el profesor de pociones  no había podido dejar de pensar en el problema que se encontraba su hija por el descuido de notarse preocupado por Potter. Temía que sus acciones pudieran involucrarla más de lo que ya la involucraba su apellido.

Había observado lo difícil que sería el que la chica Granger y su hija  volvieran a ser algo mínimamente similar a ser amigas, sin embargo él tenía otros planes e ideas de lo que sería una buena relación amistosa para ___, así que estaba decidido, esa tarde llamaría a su hija a su oficina e intentaría que se llevara relativamente bien con el heredero de los Malfoy.

La tarde de aquel sábado se sentía más fría que cualquier otro día, así que con un pequeño hechizo para calentarse ___ siguió andando tranquilamente en dirección a la oficina de su padre, hasta que fuera de esta se encontró a un chico de cabellos rubios y bufanda color verde.

-¡Pero mira quien está aquí!, la pequeña traidora- extendió los brazos de manera dramática. Ese chico amaba ser el centro de atención aun cuando no había nadie más a quien mirar.

-¿Qué haces aquí? – la incomodidad era evidente para cualquiera que llegase a ver esa escena.

-Tu padre me mando a llamar, dijo que tenía algo importante para mí- Draco sonrió de manera altanera –Supongo que no confía lo suficiente en ti –

-Cállate Malfoy, ahora vete que debo hablar con mi padre, seguramente lo mío es más importante- entro a la oficina sin tocar la puerta y estuvo a punto de cerrarla en la cara del chiquillo egocéntrico, solo que este entro antes de que ella lograra dejarlo afuera.

-Veo que ya están aquí- Snape entro en la habitación con su habitual seriedad y se sentó en su sillón individual cerca de la chimenea.

-Profesor Snape, me dijeron que tenía algo importante que decirme- dio unos pasos hacia adelante tratando de lucir importante.

-Padre, podrías decirle al joven Malfoy que su presencia no es requerida- se acercó aún más que el rubio al adulto presente en lo que parecía una pequeña pelea infantil por ver quien importaba más en aquella habitación.

-De hecho, es necesario que ambos estén aquí, vengan y tomen asiento- un tanto confundidos y disgustados tomaron asiento lo más alejados que podían estar uno del otro en el sofá doble de aquel lugar –Parece que ya no será necesaria una presentación de mi parte. Sin embargo les mande a llamar ya que ustedes dos son de los mejores estudiantes en la materia de pociones, así que serán los encargados de ayudarme en mis clases y fuera de ellas, ya sea a acomodar los ingredientes y realizar pociones para el almacén escolar-

-¿Pero por qué los dos? yo puedo hacerlo todo, no necesito que alguien más venga a estorbar, padre, tú sabes que soy más que capaz- estaba a punto de imitar el característico puchero de Lea, de no ser porque se encontraba frente al par de serpientes.

-No lo tome a mal, pero yo tengo otros asuntos que atender- el joven parecía igual de aturdido por la noticia.

-Y se pude saber cuáles son esos asuntos tan importantes- el profesor lo miraba de manera acusadora, pues era consciente de que la situación no era del agrado de ellos.

-Yo, eh bueno… debo estudiar para herbología-

-No tendrá que preocuparse por eso, me asegurare de que los demás profesores consideren darles algunos puntos extra por su “servicio comunitario”-  el joven rubio al no tener otra excusa que dar termino por quedarse callado –En cuanto a la señorita ___, sé que es capaz de hacer este trabajo por su cuenta, sin embargo el que sean de los mejores en mi clase no es la única razón de que ustedes estén aquí- cruzo sus piernas y se inclinó hacia el frente para mirarlos directamente -Como sabes, el joven Malfoy es mi ahijado y tú eres mi hija, así que considero oportuna esta oportunidad para que puedan conocerse mejor, dado los lazos… “familiares” que los unen y que a partir de ahora se verán más seguido-