Nuestra hermanita (Teenage Mutant Ninja Turtles)

El Tephone robado

Han pasado un total de 3 semanas desde que Sara volvió a ser humana, aquella chica que había desaparecido de forma misteriosa y que no pudieron encontrar por un largo tiempo hasta que apareció así como así.

En estos momentos, Sara se estaba volviendo a acomodar a su vida normal, y entre las cosas a las que tenía que acomodarse de nuevo era levantarse temprano para ir a la escuela, algo que no era problema cuando era mutante ya que Donatello le impartía unas clases provisionales a casi cualquier hora en la que estuviese disponible.

Sara en estos momentos estiró su mano para alcanzar su despertador el cual apagó sin dificultad alguna, por lo que una vez lo apagó se dispuso a meter su mano dentro de la almohada, sacando así le Tephone que Donatello le había dejado mientras no lo podían ver, por lo que Sara prende su dispositivo móvil para ver si tenía algún mensaje de sus hermanos mayores y de sus amigos humanos, y afortunadamente asi era, tenía unos cuantos mensajes de ellos deseándoles los buenos días, otros eran sobre lo que reportaban de las personas que actualmente estaban investigando, por lo que Sara se dispuso a levantarse y contestar todos los mensajes antes de que su padre la viera con un dispositivo móvil que el no le dió con anterioridad.

Después de contestar los mensajes, Sara procedió a irse hacia su cómoda y sacar su muda de ropa escolar para irse hacia el baño y comenzar a bañarse para el día que le iba a esperar en la escuela. Luego de ducharse, Sara se puso su uniforme y fue hacia la cocina en dónde encontró a su padre haciendo el desayuno, por lo que la menor procede a saludar a su padre al instante.

-Buenos días, papá -le saludo Sara con una sonrisa mientras se sentaba en la silla.

-Buenos días hijita -le dijo el padre de Sara devolviéndole el saludo a su hija.

-Huele rico, ¿Que es? -pregunto Sara con curiosidad en lo que su padre hacia.

-Huevos con tocino, ya casi van a estar listos -le respondió el padre de Sara.

Ante esto, Sara le dió un vistazo al refrigerador, viendo los dibujos que le había hecho a su padre, cosa la cual alegro a la menor quien seguía ligeramente marcada por los eventos de los hongos que le hicieron ver una ilusión horrible, pero esa ilusión no se hizo realidad, su padre no se rindió, siguió buscándola, eso la llenaba de alegría.

Instantes después, el padre de Sara termino el desayuno de su hija, por lo que decide ponerlo en un plato y dárselo a su hija junto con sus cubiertos y un pan tostado. Al instantes de dejar las cosas en la mesa recibió un abrazo por parte de la menor, cosa la cual se lo corresponde algo extrañado pero no sé queja.

Minutos después, Sara ya estaba fuera de su departamento en la parada de autobús, pero al ver que no llegaba aún decidió sacar el Tephone unos instantes para ver los mensajes que le llegaron por parte de las tortugas, y por el momento no le llegó nada, así que decidió guardar el dispositivo móvil y seguir esperando el autobús el cual llegó un minuto después.

Después de ello, Sara entro al autobús y se dispuso a sentarse en uno de los asientos vacíos que habían mientras que algunos de los menores se quedaban callados al notar que Sara había llegado, pues no era de esperarse que la desaparición y aparición de Sara hace semanas, y eso hizo que algunos niños la miren de forma rara y otros pocos se atrevan a molestarla por aquel hecho, sin embargo, esto poco le importaba a la menor ya que ellos no hubieran soportado mayor parte de lo que ella paso en su desesperación.

Ya en la escuela, las clases pasaron con total normalidad, aunque bueno, algunas niñas trataron de sacar a Sara de sus casillas disparandole múltiples bolas de papel ensalivadas, pero gracias a los entrenamientos, Sara pudo bloquear las bolitas de papel con suma facilidad interponiendo un libro, y algo complicado y asqueroso sería quitarle todas las bolitas de papel ensalivado sin que la profesora se diera cuenta.