Enamorado de mi víctima (Sonadow Omegaverse)

14» Recuerdos

-Sonic.-Levantó la cara de esté.

-Sí, padre.-Respondió con temor.

-Hoy es tu quinto cumpleaños, hoy será el día en el que formarás parte de la familia.-Lo cargó de su cama y lo paró en el piso.-El día en el que formarás parte de la familia The Hedgehog, hoy te harás hombre y serás el siguiente candidato a ser el futuro líder de la familia.

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Al llegar al comedor de la gran mansión, todos los desayunos ya estaban preparados. Había desde un café muy fino, hasta postres de la más alta calidad.

En aquella mesa se encontraban, la madre del azulado, su padre, sus hermanos menores, Manic de tres años y Sonia de un año, y también Sonic, que era el cumpleañero. Por lo cuál, el estaba al frente de la mesa, a su izquierda se encontraba su padre y su hermana, mientras que su madre y hermano, estaban de su lado derecho.

-Señor, aquí está el pastel.-Dijo una de las empleadas, mientras ponía el pastel sobre la mesa.

-Gracias, Aída. Puedes retirarte.

Ella solo asintió e hizo una pequeña reverencia, para después salir del comedor.

-Feliz cumpleaños, hijo.-Dijo su madre, mientras le acariciaba la cara.

-Felicidades, hermano.-Felicito Manic, que muy alegre se paró de la mesa y fue a abrazar a Sonic.

-¡Manic, omega idiota!-Grito, enfurecido su padre.-Tú ya sabes, que en el maldito comedor, nadie se para. Hasta que yo lo diga.-Dijo, mientras se paraba y se quitaba el cinturón.

-¡No lo hagas!-Dijo su madre.

-Tú cállate, no me importa tú opinión. Yo sé, como educó a mis hijos.

Manic solo abrazo con miedo a su hermano, mientras sus padres se peleaban.

-Tranquilo, se le va a olvidar el coraje. Aunque ahora la va a agarrar contra mamá.-Contestó preocupado.

Así eran los desayunos, comidas y cenas, dentro de la familia The Hedgehog. Nada cambiaba, el que mandaba ahí, era el padre de Sonic. Pero, él no estaba bien de la cabeza.

★★★

El azulado se encontraba dormido en su cama, hasta que su teléfono empezó a vibrar. Era su amigo, Knuckles.

-¿Bueno?-Contestó adormilado.

-Feliz cumpleaños, amigo. Veinte años, ya estás viejo.-Comenzó a reír.

-Idiota.-Respondió risueño.-Tú ya en tres meses cumples veinte, así que tú también estás viejo.

-Sí, pero tres meses son tres meses. Yo todavía puedo disfrutar de mis dulces diecinueve y tú ya no.

-Está bien, jovencito. ¿Qué quiere que hagamos hoy?

-Pues tenemos que ir a la universidad ¿No?, no has ido en una semana.

-Nah, hoy es mi cumpleaños y quiero pasarla con mi amigo.-Contestó alegre.-Sabes bien, que esté día para mí es una mierda, prefiero olvidarme de todas esas cosas y mejor pasar el día contigo.

Los ánimos ahí bajaron, Knuckles sabía bastante bien lo que había pasado ese día y sobre todo el dolor que le causaba al azulado.

-De acuerdo, vamos a desayunar ¿Te parece?

-Vas, nos vemos en la estación que está cerca de la universidad.-Respondió alegre.

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