Sueños húmedos con la nerd | 𝗝𝗟

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› Lisa.

— Jennie, ¿Cuánto tiempo llevas ahí? — le pregunté mientras me colocaba mi pantalón y me tapaba con el abrigo.

— Si te preocupas de que haya visto algo, no lo hagas porque no vi nada — mi rostro se relajó — Solo quería devolverte el susto — reí levemente.

— Esta bien, me iré a bañar — Jennie asintió mientras me entregaba la pijama y luego entré al baño.

› Jennie.

Soy bailarina, cantante en la ducha, experta en comida con ketchup y ahora descubro que soy actriz, merezco un Óscar.

Me mire al espejo y mis mejillas estaban levemente coloradas, respiré profundamente, a mi no me gusta la nerd, a mi no me gusta la nerd.

Salí de la habitación llamando a la pizzería, tenía más hambre que Irene todos los días, me senté en el sofá y encendí la televisión, tal vez estén dando alguna buena película.

Justo estaban dando una película de terror así que lo dejé.

— ¡Ahhh! — pegué un grito cuando sentí unas manos frías en mi cuello, voy a matarla, voy a matarla.

— ¡Ay Dios mío! — me voltee a mirarla se estaba riendo en mi cara de nuevo.

— Te voy a matar Lalisa Manoban — gruñí molesta.

— ¿Tú y cuántos gatos más? — la miré
sorprendida, ¿Cómo se atrevía?

Justo cuando la iba a descuartizar a arañazos tocaron la puerta, caminé hacia la puerta y la abrí.

— Aquí tienes tu pizza preciosa — el chico del delivery me sonrió mientras me entregaba la caja — También te puedo dar algo más — iba a responderle pero sentí unos brazos rodear mi cintura y abrazarla.

— Yo muy bien le podría dar ese algo más — Lisa miraba fijamente al chico, de repente metió la mano en el bolsillo trasero de mi pantalón y me dio un apretón, no se si fue a propósito o para agarrar el dinero — Aquí tienes — ella le sonrió falsamente al muchacho entregando el dinero y luego cerrándole la puerta en la cara — Bien ¡Comamos! — dijo mientras me soltaba de la cintura.

— ¿La nerd está celosa? — la miré sonriendo mientras colocaba la caja de pizza en la mesa.

— ¿Yo? Para nada "preciosa" — reí ante su comentario — La que estaba celosa eras ¡Tú! —la miré ladeando la cabeza.

— No sé de qué hablas — le respondí mientras me sentaba en el sofá y me llevaba un pedazo de pizza en la boca.

— No te hagas, bien estabas celosa de que Miyeon haya acariciado mis mejillas con sus tan, tan suaves manos — gruñí molesta y la jale sentándola a mi lado para luego empezar a acariciar sus mejillas suavemente, noté que sus mejillas se tornaban a rojo mientras cerraba sus ojos disfrutando de mi tacto.

— Mejor pídele a Miyeon que acaricie tus mejillas ya que ella si tiene las manos suaves — dije mientras alejaba mis manos pero las de ella las agarraron colocándolas de nuevo en sus mejillas.

— No, tú tienes las manos más suaves, no solo por eso, si no que con tus caricias se siente más especial — me ruborice por sus palabras, ella aún tenía los ojos cerrados, sus manos dejaron de agarrar las mías y fueron a mi cintura acercándome más ella, yo no dejaba de ruborizarme y de acariciar sus adorables mejillas.

— Lisa yo... — no me dejó terminar ya que junto sus labios con los míos en su suave beso, al principio no hice nada pero luego correspondí a su beso, era dulce y suave, como una nube hecha de algodón de azúcar, sus manos me acercaban más al punto de tener que sentarme en sus piernas sin querer detener el beso pero luego de unos segundos tuvimos que separarnos por oxígeno.

— Siempre soñé con besar tus labios Jennie, siempre tuve la idea de que serían suaves.... Y estaba en lo cierto — Lisa me miraba a los ojos con ternura.

No aguanté y la volví a besar, solo que este beso estaba subiendo de tono al igual que el calor que estaba subiendo a mi cuerpo, estaba dispuesta a cumplir uno de mis tantos sueños con ella.