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› Jennie

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Jennie

— ¡Lisa! — exclamé al despertar de aquel tan real sueño, ¿Qué me esta pasando con nerd? Corrí al baño de la habitación de Momo al ver que las chicas estaban despertando.

Mi cuerpo estaba caliente y deseoso, aunque quisiera tocarme, no podía, seguro me escucharían. Me di una ducha fría para poder bajar la temperatura en mi cuerpo.

Luego de unos minutos salí del baño envuelta en una toalla pero al salir alguien se me agarro de los brazos y me sentó en la cama.

— Jennie, ¿No tienes algo que decirnos? — Rosé me agarraba de los hombros y me miraba fijamente, Irene y Momo estaban a cada lado de ella cruzadas de brazos.

— N-No se de que hablas... — respondí nerviosamente

— ¿No sabes? — negué con la cabeza — Pues nosotras muy bien sabemos que estabas ¡Gritando a las tres de la mañana! — Rosé me miró seriamente, Irene y Momo asintieron aún mirándome.

— Tuve pesadillas — traté de hablar calmada pero aún estaba nerviosa.

— Jennie, estabas gimiendo el nombre de ¡Lalisa Manoban! — habló Momo alzando los brazos.

— ¡Pensamos que había un fantasma violador! — dijo Irene, Rosé y Momo la miraron — Ok, yo lo pensé — se cruzó de brazos.

— Jennie, estás acorralada suelta la sopa — Rosé habló firme.

— Que no la suelte, tengo hambre — Momo le pegó en la cabeza a Irene por su comentario.

— Esta bien pero no pueden decírselo a nadie, ¿Ok? — mis amigas asintieron para luego sentarse en la cama.

Les conté todo, cuando ví Lisa en el baño, los sueños, todo.

— Bueno, no sé si estar sorprendida o excitada — exclamó Irene y yo rodé los ojos.

— Jennie, ¿Segura que solo es atracción sexual? — preguntó Momo.

— Si, no siento nada más por ella, ningún sentimiento — respondí aunque sentía duda en mis palabras.

El finde semana después.

Lunes de nuevo, que desgracia, me levanté de mi hermosa cama, juro que podía oír sus gritos de que volviera a ella pero no podía.

Entré al baño e hice mi aseo diario, al momento de vestirme por alguna extraña razón quería verme muy linda hoy, quería que todos quedarán embobados al verme o tal vez una persona en específica.

Me miré al espejo, fácilmente me podían confundir con un bombón, ok ya, estar tanto tiempo con Momo me ha hecho daño.

Bajé a la cocina e hice mi desayuno, mi madre no estaba en casa, estaba en una viaje de negocios, luego de haber desayunado salí de mi casa y caminé a la escuela, no estaba muy lejos así que podía irme caminando.

Sueños húmedos con la nerd | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora